James Nava: «El fiscal general de Trump, Matt Gaetz, no utilizará su cargo para procesar a sus oponentes políticos»
Destaca que el nuevo fiscal general "es sólido como una roca, con convicciones firmes, y va poner Washington D.C. patas arriba"
James Nava es asesor militar, de inteligencia y estrategia en defensa y seguridad nacional, y colaborador y asesor de Donald Trump. También es escritor y CEO de Sniper Books. (Imagen: E&)
James Nava: «El fiscal general de Trump, Matt Gaetz, no utilizará su cargo para procesar a sus oponentes políticos»
Destaca que el nuevo fiscal general "es sólido como una roca, con convicciones firmes, y va poner Washington D.C. patas arriba"
James Nava es asesor militar, de inteligencia y estrategia en defensa y seguridad nacional, y colaborador y asesor de Donald Trump. También es escritor y CEO de Sniper Books. (Imagen: E&)
Comienza la segunda era Trump. James Nava, asesor militar, de inteligencia y estrategia en defensa y seguridad nacional, y colaborador y asesor de Donald Trump, analiza en Economist & Jurist quiénes son las personas nombradas por Trump para formar parte de su Gobierno, entre ellos el nuevo fiscal general, Matt Gaetz y Elon Musk. Además, explica las novedades de los procedimientos abiertos contra el presidente electo y cómo afectará la victoria de Trump a los conflictos bélicos, entre otras cuestiones.
En otra reciente entrevista en este diario ya analizó la victoria de Trump. «Con Trump ganan la libertad de expresión y los derechos constitucionales, y pierden la censura y la cultura woke«, afirma Nava, que también es escritor y CEO de Sniper Books, y fundó su propia editorial para que jamás pudieran silenciarlo.
Economist & Jurist (E&J): ¿Qué opina del nuevo fiscal general?
James Nava (J. N.): Matt Gaetz es sólido como una roca, fuerte, con convicciones firmes, un defensor de la agenda MAGA, y va poner Washington D.C. patas arriba. Revolucionará la Fiscalía. Su designación nos demuestra cuán firme es la voluntad de Trump de luchar contra los corruptos del Estado Profundo.
Gaetz no tiene miedo a nada ni a nadie. Es un gran patriota que busca revelar la verdad y lograr justicia para todos. Los estadounidenses finalmente tendrán un gran líder como fiscal general. Matt siempre ha priorizado la transparencia y defendido los valores conservadores.
Con su probada dedicación a la defensa del Estado de Derecho, va a ser un gran fiscal general. A diferencia del actual fiscal general de Biden, Merrick Garland no utilizará su cargo para procesar a sus oponentes políticos y autorizar a agentes federales a acosar a los padres que protestaban pacíficamente en las reuniones de la junta escolar. Ya sólo eso supondrá un enorme cambio a mejor.
Así que entiendo que las personas que utilizaron el sistema de justicia como arma, y las que defendieron eso en los medios, están molestas y trinan por la nominación de Matt Gaetz. Comprensible totalmente. Para los ciudadanos normales respetuosos de la ley es una gran designación y acierto de Trump.
«Para los ciudadanos respetuosos con la ley, Matt Gaetz es una gran designación y acierto de Trump»
E&J: ¿Cómo acoge el resto de nombramientos que conocemos hasta el momento?
J. N.: Con mucho entusiasmo y alegría. Estoy de acuerdo con la mayoría de los nombramientos, ya que yo mismo he sugerido algunos de ellos. Creo que responden al perfil que necesitamos en este momento para hacer frente a los desafíos que tenemos por delante. Susie Wiles, como jefa de gabinete, tiene una extensa experiencia y ya trabajó con Ronald Reagan en su momento, uno de los mejores presidentes que hemos tenido; ella es inteligente, fuerte y respetada, y trabaja con Trump desde 2015.
Stephen Miller, como subdirector de gabinete de políticas de la Casa Blanca, tendrá un importante rol en la aplicación de la agenda del presidente y colaborará en el diseño de la política de inmigración, un tema que le preocupa especialmente.
Kristi Noem, como secretaria del Department of Homeland Security Secretary (Departamento de Seguridad Nacional), trabajará en estrecha colaboración con el nuevo zar de la frontera, Tom Homan, con el objetivo de que EE. UU. vuelva a controlar la inmigración y sus comunidades estén seguras. Ella es muy firme en cuestiones de inmigración y es clave para dirigir la política de seguridad nacional, controlar los aeropuertos, las fronteras y las aduanas del país.
Mike Waltz, como asesor de seguridad nacional, se desempeñará perfectamente. Es otro de los veteranos del ejército —fue coronel— de este gabinete que conoce bien los retos que enfrentamos, comprende la importancia de la disuasión para mantener a EE. UU. a salvo, y es un gran defensor de las políticas America First.
Scott Bessent, un multimillonario administrador de fondos de cobertura, será el secretario del Tesoro. Es un hombre que entiende muy bien los mercados, la economía, las personas y la geopolítica. Scott tiene la visión y la experiencia que esta nación necesita, con urgencia, para afrontar los desafíos económicos que prevemos.
Tulsie Gabbard, nueva directora de inteligencia nacional, tiene experiencia militar, es inteligente, brillante, elocuente y patriota; ella trabajará por la paz y entiende el mundo actual.
Thomas Homan será el nuevo zar de la frontera, responsable de la política de inmigración, y es exactamente el tipo de persona que necesitamos para hacer el trabajo ahora mismo. Nadie como él para luchar contra la inmigración ilegal y proteger a las mujeres y a los niños del tráfico por parte de los cárteles criminales.
Elon Musk y Vivek Ramaswamy son dos de los líderes empresariales más inteligentes que nadie puede conocer; son hábiles, innovadores, tienen una comprensión extraordinaria de los desafíos tecnológicos y sociales, y saben cómo hacer que el Gobierno sea más eficiente. Los dos van a sorprender con su trabajo al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
E&J: ¿Quiénes más integrarán el nuevo gabinete de Trump?
J. N.: Pete Hegseth será un gran secretario de Defensa. Sé que los medios izquierdistas y algunos medios lo desprecian o lo minusvaloran. Es un veterano de guerra con más de 20 años de servicio, que estuvo en Irak y Afganistán, donde recibió dos estrellas de bronce y una Insignia de Infantería de Combate.
Hegseth tiene una licenciatura de Princeton y una maestría de Harvard, y conoce muy bien las Fuerzas Armadas y lo que hay que hacer para que vuelvan a ser respetadas y fuertes. Afrontará los problemas existentes con una visión clara y profundamente patriótica. Por cierto, sigue siendo un miembro activo de la Guardia Nacional del Ejército, con el rango de Mayor, y tiene lo que hay que tener, no como otros políticos que han ocupado el cargo estos años.
Además, está profundamente involucrado en organizaciones benéficas para veteranos, en la que muestra su compromiso con aquellos que sirvieron. Tal vez otros prefieran a políticos de carrera o a aquellos que no tienen experiencia real en combate, pero Pete Hegseth es alguien que ha hecho lo que se le pidió. Es un patriota que entiende las experiencias reales de nuestras tropas, algo fundamental para ser secretario de defensa.
John Ratcliffe, el nuevo director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), es perfecto para reunir y compartir inteligencia y protegernos de las amenazas que hay sobre EE. UU. Es un tipo duro, está muy bien cualificado y preparado para todas las típicas artimañas de los servicios de inteligencia extranjeros. Reorganizará la Agencia —que falta le hace— y la reconducirá con políticas centradas en proteger la nación de forma efectiva. John devolverá a la Agencia a su misión original: proteger a los EE. UU. de los adversarios extranjeros.
Marco Rubio. como secretario de Estado, tendrá la misión de lograr la paz mediante una política de fuerza y liderazgo, poniendo los intereses de los estadounidenses y de los EE. UU por encima de todo lo demás. Es un buen comunicador, dialogante, y sabrá ganarse el apoyo de los aliados tradicionales de EE. UU. Entiende las graves amenazas que plantea el mundo y es un combatiente firme contra las tiranías de Hispanoamérica y los grupos terroristas como Hamás y otras organizaciones radicales islamistas. Hay que darle una oportunidad porque es inteligente y puede sorprender mucho.
E&J: ¿Dónde y cómo está llevando a cabo la selección del gabinete?
J. N.: Trump está completando la selección, con enorme satisfacción y diligencia debo decir, en su residencia de Mar-a-Lago, donde ha habilitado una sala de operaciones llena de ayudantes, monitores de televisión y pantallas de ordenador que muestran los perfiles y expedientes de los candidatos.
Cada dossier digital está personalizado y contiene abundante información y clips editados de las apariciones públicas y los hechos destacados de cada candidato. De esta manera, se examinan sus aptitudes y potencial. Las notas del equipo de Trump y sus sensaciones durante las entrevistas personales con el presidente electo que se han llevado a cabo durante los últimos meses, son cruciales y marcan en gran medida si superan el proceso de selección.
Podemos afirmar que esta criba lleva produciéndose muchos meses y en diferentes lugares. Por ejemplo, en cada mitin que ha realizado Trump, se ha reunido con potenciales candidatos. No es un proceso de la noche a la mañana, ahora lo está completando, pero se produce desde hace mucho tiempo.
E&J: ¿Hay novedades respecto a los procedimientos abiertos contra el presidente electo?
J. N.: El juez Merchán ha retrasado la sentencia del presidente Trump una semana más en el caso de la falsificación de los registros comerciales. Lo cierto es que todos sabemos que se trata de una farsa de juicio, que no es más que la instrumentalización de la Justicia para perseguir a Trump.
Hay irregularidades muy serias en ese caso. Por ejemplo, no se pueden presentar cargos por delitos federales en un tribunal estatal. Y se hizo. No funciona así. Nunca se lo acusó de esos supuestos delitos que cometió, porque no son delitos que se desestimen en apelación. En aras de la verdad, hay que decir que no fue condenado según los estándares de la jurisprudencia estadounidense tradicional. Fue condenado por un tribunal irregular en una clara persecución política.
«Lo que hace el juez Marchan, al retrasar la sentencia, es evitar una apelación inmediata y una probable revocación, para que los medios corporativos y los demócratas puedan seguir usando la mentira del ‘delincuente convicto’ más tiempo»
Lo que hace el juez Marchan, al retrasar la sentencia, es evitar una apelación inmediata y una probable revocación, con el objetivo de que los medios corporativos y los demócratas puedan seguir usando la mentira del «delincuente convicto» durante más tiempo. También debemos tener en cuenta que el caso todavía está en curso y, si el juez no lo desestima, tiene una alta probabilidad de ser enviado a un tribunal de apelaciones. Todo esto fue un teatro político que le salió mal a los demócratas. No es más que eso. Si no desestima el caso y sentencia, Trump puede apelar y tiene buenas posibilidades de revocar la sentencia.
El juez Merchan está metido en un aprieto porque su hija está implicada como beneficiada de 9 millones de dólares que su empresa ganó en campañas demócratas, incluidos dos millones de dólares de la campaña Biden-Harris en un mes. Es un claro conflicto de intereses. Ese pago en concreto pasó a través de la hija para influenciar —¿tal vez pagar?— al juez.
Otro tribunal de apelaciones se está preparando para revocar el caso de casi 500 millones de dólares de Letitia James contra Trump. El panel de cinco jueces que escucha esta apelación de Trump al fallo del juez Engoron en el caso de fraude civil que ordena a Trump pagar 454 millones de dólares parece inclinado a anular el fallo. Los jueces han expresado su preocupación por que Letitia James excedió su autoridad procesal. Todos estos casos judiciales quedarán en nada. El hilo común entre todas estas «novedosas» teorías jurídicas empleadas para atrapar a Trump es la ausencia de principios limitantes.
Estos juicios fueron estrategias políticas para desactivar a Trump. Ninguno de ellos tenía nada que ver con la Justicia. Absolutamente nada, como así se ha demostrado en los tribunales en cada uno de ellos. Todo podría terminar con la desestimación de los dos casos penales federales, la pausa en los casos penales estatales hasta que deje el cargo y retrasos en los diversos procesos civiles en curso. La inmunidad presidencial y el hecho de que no hay nada sólido tras ninguno de esos casos, hará que terminen diluyéndose o queden congelados hasta el fin de su mandato o más allá.
E&J: Cambiando de tercio, ¿cómo afectará la victoria de Trump a la guerra entre Rusia y Ucrania y la de Israel y Hamás?
J. N.: Afectará de forma determinante. Trump pondrá fin a ambos conflictos. De entrada, su equipo y él mismo ya han establecido contactos con Putin y Zelensky para negociar el fin de la guerra en Ucrania. La mera presencia de Trump en la presidencia, ya ha hecho posible que Hamás pida también un «fin inmediato de la guerra en Gaza» e Israel también se verá presionado a hacerlo.
Trump utilizará la negociación como recurso principal, pero tiene más estrategias en su agenda para conseguir la paz: la aplicación de sanciones, si fuera necesario y la producción de petróleo y gas estadounidense, entre otras. Esas dos guerras tienen los días contados tal y como se están desarrollando ahora y se encaminan hacia su fin bajo la nueva Administración Trump, que tiene como una de sus prioridades en política exterior terminar la guerra en Ucrania de una forma justa para ambas partes.
«Trump tiene como prioridad terminar la guerra en Ucrania de una forma justa para ambas partes»
E&J: ¿Y qué podemos esperar de su relación con China?
Firmeza, negociación, liderazgo, aranceles, palo y zanahoria, y una política mucho más inteligente. Trump se ha comprometido también a restablecer la producción de medicamentos esenciales en Estados Unidos, poniendo fin a la recurrente escasez. China produce hasta el 95% de ciertos medicamentos comunes, y es algo que Trump quiere cambiar priorizando la producción nacional de los medicamentos y alimentos. Es un gran reto porque los suministros de medicamentos y la cadena de suministro de productos farmacéuticos de EE. UU. entraña mucha complejidad, ya que involucra a más de 20.000 medicamentos con receta y 13.000 instalaciones en todo el mundo.
La idea es potenciar la producción nacional, por supuesto, pero también diversificar las cadenas de suministro globales para mitigar los riesgos y no depender únicamente de China; mejorar las medidas de control de calidad; y la supervisión de las instalaciones de fabricación en EE. UU. y en el extranjero. Estas medidas podrían ayudar a estabilizar la cadena de suministro farmacéutico, reduciendo la escasez y garantizando que los medicamentos esenciales sigan estando disponibles. Esto no es estrictamente militar, pero afecta a la seguridad nacional tanto como cualquier desafío bélico, si no más. Para lograr la independencia farmacéutica, Trump deberá incentivar fiscalmente a las compañías farmacéuticas, ya que la mitad de las 50 compañías más grandes tienen su sede fuera de los EE. UU. y necesitarán esos incentivos paras traer la producción al país.
«Trump hará que EE. UU. vuelva a ser autosuficiente y no dependamos de China»
Trump hará extensiva esta política a la fabricación de automóviles, acero y otros productos esenciales. Trump hará que EE. UU. vuelva a ser autosuficiente y no dependamos de China. Otro frente a vigilar respecto a China será la compra de tierras agrícolas estadounidenses, de las que ya ha adquirido 192.000 acres. Es posible que se presente una legislación que restrinja cualquier venta de tierra estadounidense a cualquier gobierno extranjero o a empresas vinculadas a gobiernos extranjeros, especialmente a gobiernos enemigos. Está en estudio.
China se apoderó también de la producción de carne de cerdo en EE. UU., que es otra área a vigilar. En definitiva, el plan de Trump es traer la manufactura de China a EE. UU. y crear empleos en el país.
En el plano militar, Trump va a fortalecer la maquinaria de guerra estadounidense para hacer frente en mejores condiciones a las enormes amenazas que plantea el poder militar chino; por ejemplo, con sus nuevos misiles hipersónicos, cuyo radio de acción podría hundir flotas enteras en cuestión de minutos.
A nivel comercial, Trump va a ser más riguroso y duro que Biden con China, pero para el presidente electo, el mayor problema no lo tenemos con China, ni Rusia, ni Irán, ni con Corea del Norte; el problema mayor está dentro del país y son las personas radicales de izquierda que venden EE. UU. a cualquier precio y ponen en riesgo el Estado de Derecho y las libertades.
«El problema mayor está dentro del país y son las personas radicales de izquierda que venden EE. UU. a cualquier precio y ponen en riesgo el Estado de Derecho y las libertades»
E&J: Los datos actualizados de las elecciones arrojan que Donald Trump ha conseguido 312 votos electorales –incluidos los siete estados indecisos– y más de 75 millones de votos. Una ventaja de 3,2 millones respecto a Kamala Harris. También ha ganado el voto popular, por unos cinco millones de votos de diferencia. ¿Qué análisis hace del perfil del votante de Trump?
Ha experimentado una expansión sin precedentes. Sus votantes representan fielmente la sociedad estadounidense actual. Ha subido su porcentaje de votos en 2024 entre los que votaban por primera vez, los hispanos (con un histórico 46% en general; el 52% entre los hombres y el 44% entre las mujeres), los votantes entre 18 y 29 años, los veteranos de guerra, los afroamericanos, los asiáticos, los graduados universitarios y los trabajadores. El 58% de los católicos, el 68% de los protestantes, el 21% de los judíos, el 33% de los que practican otras religiones e incluso el 25% de los agnósticos también lo han votado.
La transversalidad del voto a Trump queda perfectamente reflejada al comprobar que ha ganado el voto de los hombres blancos de los suburbios por 24 puntos respecto a Kamala Harris y entre las mujeres blancas de los suburbios por cuatro puntos.
Además, el 40% de las mujeres jóvenes, de menos de 30 años, votó también por Donald Trump, por lo que vemos que gran parte de la generación Z lo apoya cada vez más, tanto hombres como mujeres. Es un dato relevante porque demuestra que la propaganda y las manipulaciones de los grandes medios ya no surten efecto en ellos. El voto general de las mujeres fue para Trump con un 52% frente al 47% de Kamala. Trump rompió récords al lograr el 20% del voto masculino afroamericano.
Todos estos datos nos muestran la variedad de votantes de Trump. Que no les cuelen mentiras, a Trump lo votan todo tipo de personas, y hasta las mascotas, si pudieran.
E&J: ¿Algo más que destacar?
Sólo decir que nos enfrentamos a una etapa crucial de la historia de EE. UU, venimos de cuatro años desastrosos con Biden/Harris y su cuadrilla de progres incompetentes. Será difícil recuperar el país y ponerlo en un rumbo adecuado, son muchos los problemas y desafíos que afrontaremos, algunos de ellos de los enemigos internos que ya están movilizándose, pero la buena noticia es que tenemos al mejor presidente electo y a un Dream Team —equipo de ensueño— en su gabinete. Vamos a cumplir cada promesa y a hacer que EE. UU. recupere su prestigio, prosperidad, libertades, liderazgo, y que vuelva a ser grande, ilusionante y el mejor lugar donde vivir.