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ITTICláusulas suelo: el Supremo sigue consolidando la doctrina “sí a la novación de la cláusula, no a la renuncia de acciones”
"Parece que se ahonda en una doctrina jurisprudencial cada vez más favorables a la novación de cláusulas suelo y tajante con la renuncia de acciones judiciales de consumidores"
(Foto: E&J)
Cláusulas suelo: el Supremo sigue consolidando la doctrina “sí a la novación de la cláusula, no a la renuncia de acciones”
"Parece que se ahonda en una doctrina jurisprudencial cada vez más favorables a la novación de cláusulas suelo y tajante con la renuncia de acciones judiciales de consumidores"
(Foto: E&J)
Desde que se empezaron a interponer demandas por las denominadas “cláusulas suelo”, a principios de la pasada década, han sido variopintas las respuestas de nuestros tribunales que, ante la diversidad de los distintos casos que se iban despachando, no supieron fijar una doctrina más o menos homogénea que trasladara al Supremo una labor digerible de supervisión. Lo que ventilaba nuestro Alto Tribunal, hasta hace poco tiempo, era directamente la nulidad o validez de la cláusula, después de un tormentoso camino, muchas veces contradictorio, en las instancias anteriores.
No obstante, la sentencia del Tribunal Supremo de 9 de mayo de 2013, supuso un parteaguas en la cuestión de las «cláusulas suelo». Su importancia estriba en que a partir de su publicación, se entiende que los consumidores empiezan a disponer, al menos, de la información suficiente para suscribir este tipo de cláusulas, asumiendo -siempre que el banco cumpliera con su deber de transparencia- las implicaciones que esta traía para el contrato. Este es el motivo por el cual la Sala Primera parece declarar la validez de los pactos novatorios que se suscribieron con posterioridad a la publicación de dicha resolución, esto es, después del 9 de mayo de 2013. La demanda de la que devino la citada sentencia fue promovida por Ausbanc, que a su vez fue condenada por extorsión por parte de la Audiencia Nacional.
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