Despedido un trabajador del Banco Sabadell por consultar indebidamente ficheros de morosidad de personas y empresas
El empleado, que era director de una de las oficinas de la entidad bancaria, también efectuó retrocesiones de comisiones a favor de un amigo
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Sede del Banco Sabadell. (Imagen: archivo)
Despedido un trabajador del Banco Sabadell por consultar indebidamente ficheros de morosidad de personas y empresas
El empleado, que era director de una de las oficinas de la entidad bancaria, también efectuó retrocesiones de comisiones a favor de un amigo
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Sede del Banco Sabadell. (Imagen: archivo)
El Tribunal Supremo ha confirmado la procedencia del despido disciplinario de un trabajador de Banco Sabadell que, sin autorización ni justificación alguna, consultó los datos de varias personas y empresas, algunas ni siquiera eran clientes del banco, en los ficheros de morosidad.
Asimismo, el empleado de la entidad bancaria, que era director de pyme de una de las oficinas del Sabadell, efectuó retrocesiones de comisiones a favor de un amigo suyo, cuando dicha persona no era clienta de la oficina em la cual el actor desempeñaba sus funciones laborales.
La sentencia dictada por la Sala de lo Social (disponible en el botón ‘descargar resolución’) declara la procedencia de la medida disciplinaria ejecutada por la empleadora, ya que la actuación del trabajador es constitutiva de transgresión de la buena fe contractual, abuso de confianza en el desempeño del trabajo y fraude o deslealtad en las gestiones encomendadas.
El caso
En el presente caso enjuiciado, el trabajador despedido prestaba servicios para la entidad bancaria Sabadell desde el año 2000, estando la relación laboral regida por el convenio colectivo del sector de Banca. En agosto de 2020 el Sabadell comunicó al actor su despido disciplinario por infracciones muy graves, tipificadas en el artículo 69.1 del citado convenio colectivo, en relación con el artículo 54.2 d) del Estatuto de los Trabajadores.
El motivo de poner fin a la relación contractual por causas disciplinarias se debía a que el trabajador realizó diversas consultas sin justificación de ficheros de morosidad. Concretamente, el empleado realizó, sin causa alguna que lo justificara, búsquedas de personas y empresas morosas en seis fechas distintas, afectantes a 4 personas físicas y 1 persona jurídica, sin que una de ellas ni siquiera fuera cliente del banco. Uno de los clientes consultados como morosos presentó una queja al Sabadell por haberse consultado sus datos personales sin causa justificada, reclamando que se le compensara el daño ocasionado.
Asimismo, el actor también efectuó sin autorización retrocesiones de comisiones a favor de un amigo, por importe de 133,80 euros, que era cliente de otra oficina.
El actor explicó que los motivos de los accesos a los ficheros externos de morosidad estaban justificados y que se debían a una acción comercial, y en lo que respectaba a la retrocesión de comisiones, alegó que se lo había solicitado esa persona, amigo personal suyo, que estaba pasando una mala racha.
No obstante, la entidad bancaria consideró que los hechos eran muy graves y constitutivos de transgresión de la buena fe contractual, abuso de confianza en el desempeño del trabajo y fraude o deslealtad en las gestiones encomendadas, por lo que procedió a ejecutar el despido disciplinario en base a los mismos.
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(Imagen: E&J)
Transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza
El trabajador demandó al Sabadell, solicitando en la demanda que el despido fuera declarado nulo o, subsidiariamente, improcedente. Sin embargo, el Juzgado de lo Social número 1 de Sabadell desestimó la demanda y declaró la procedencia del despido.
Disconforme con el fallo judicial de primera instancia, el empleado recurrió el mismo en suplicación. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Cataluña, por su parte, estimó el recurso del empleado y declaró la improcedencia del despido, debiendo el banco readmitir al trabajador o indemnizarle.
La Sala de Suplicación rechazó que existiera fraude o deslealtad en las gestiones del actor, asimismo, tampoco consideró que lo probado en ese extremo constituyera una infracción de las normas de la empresa, cometida con el propósito de ocultar o falsear o enmascarar la verdadera situación y naturaleza de los estados contables o de los riesgos contraídos por no existir riesgos para el banco ni ocultación de una situación o estado contable.
Respecto de la transgresión de la buena fe contractual, el TSJ catalán fallo que, “dado que en el convenio colectivo también se tipifica como falta la negligencia en el cumplimiento de las obligaciones laborales como falta grave o leve, según exista o no perjuicio graves a los intereses de la entidad, la Sala sostiene que es evidente que, aun existiendo un perjuicio para la empresa por la conducta sancionada, ante la queja de un cliente e incluso de las posibles consecuencias que un uso ilícito y no justificado de bases de datos ajenas, ello constituye negligencia ya que, ante la posibilidad de imponer distintas sanciones, en relación con la transgresión de la buena fe contractual, no sería admisible tomar la más gravosa”.
La sentencia del TSJ de Cataluña fue recurrida en casación para unificación de doctrina por parte de la entidad bancaria, invocando como sentencia contradictoria con la recurrida la dictada por la Sala de lo Social del TSJ de Castilla-La Mancha (núm. 1377/2017, de 8 de noviembre), la cual consideró procedente el despido disciplinario de una trabajadora de otra entidad bancaria por haber llevado a cabo consultas de las posiciones bancarias de varios clientes, considerando tal proceder como falta muy grave en cuanto supuso una transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza respecto de la entidad o de los clientes.
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(Imagen: E&J)
El despido es procedente
La Sala de lo Social del Tribunal Supremo, por su parte, ha fallado dando la razón al Sabadell y, estimando el recuso de casación, ha casado y anulado la sentencia recurrida y confirmado el fallo del Juzgado. En consecuencia, se ratifica la procedencia del despido disciplinario efectuado.
Los magistrados fallan que los actuaciones del trabajador, consistentes en el acceso injustificado a datos confidenciales y la retrocesión de comisiones sin justificación y sin autorización, son hechos “lo suficiente graves como para determinar la procedencia del despido sin que queda otorgarle menor incidencia, como indebidamente ha realizado la sentencia recurrida, en tanto que constituyen una clara trasgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza”.
Además de que la transgresión de la buena fe contractual, cuando es un incumplimiento grave y culpable, es causa que justifica el despido, ya que el empleado quiebra la fidelidad y lealtad que ha de tener para con la empresa; y a su vez, ese quebrantamiento justifica que la empleadora no pueda seguir confiando en el trabajador que ha realizado la conducta abusiva o contraria a la buena fe.
En la sentencia, el Alto Tribunal recuerda que el acceso injustificado a la información de ficheros de externos de morosidad de clientes del banco e incluso de personas que no tenían tal condición, afecta a la protección de datos personales de los afectados. A ello se suma la actuación ejecutada por el actor sin autorización para ello, consistente en la retrocesión de comisiones a favor de amigos que ni tan siquiera eran clientes de la oficina en la que éste prestaba servicios.
“No es posible que esta forma de proceder pueda entenderse como mera negligencia ya que, en modo alguno se estaba actuando en el marco de la propia función que tenía encomendada, sino que hubo un claro incumplimiento grave y culpable del trabajador, contraviniendo la buena fe contractual que preside la relación de trabajo, que es la falta muy grave que contempla el convenio colectivo y no otras conductas tipificadas en él con menor gravedad”, razonan los magistrados de la Sala de lo Social.
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