El Supremo confirma la primera sentencia en España contra Allergan por sus implantes mamarios cancerígenos
Tendrá que indemnizar con 52.000 euros a la víctima, una joven gaditana a la que el cáncer linfático arruinó su vida
(Imagen: E&J)
El Supremo confirma la primera sentencia en España contra Allergan por sus implantes mamarios cancerígenos
Tendrá que indemnizar con 52.000 euros a la víctima, una joven gaditana a la que el cáncer linfático arruinó su vida
(Imagen: E&J)
La afectada es Cristina B., una joven de San Fernando (Cádiz), que con 20 años decidió hacerse un aumento de pecho, con el que quedó satisfecha. Sin embargo, seis años después empezó a sufrir molestias y problemas de salud.
«Se le pusieron las mamas como balones, hinchadas y con una mastitis, que es un dolor intenso. Acudió al hospital y tras numerosas pruebas de imagen y una biopsia de tejido concluyeron que padecía un cáncer linfático raro, llamado linfoma anaplásico de células grandes (LACG), asociado a los implantes mamarios», declara a Economist & Jurist el abogado que ha llevado el caso, José Luis Ortiz Miranda, socio director de Bufete Ortiz Abogados, de Cádiz.
«Esta operación de cirugía estética le truncó la juventud, por el gran mazazo que supuso para su vida», señala el letrado. Después de este terrible diagnóstico, la joven no tuvo más remedio que someterse a una cirugía de explantación de las prótesis, con doble capsulotomía. «El cuerpo genera una zona cicatricial, llamada cápsula, que recubre la prótesis, por ser un cuerpo extraño», precisa Ortiz.
Realmente, el calvario empezó para ella «a partir de la explantación, con el gran número de sesiones de quimio y radioterapia a las que tuvo que someterse para matar las células malignas, más la rehabilitación para recuperar la movilidad y fuerza en brazos y axilas», explica su abogado. En concreto, tuvo que hacer dos ciclos de 15 sesiones cada uno.
Ahora, el Tribunal Supremo ha declarado firme la sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz que confirmó la condena a Allergan a indemnizar a esta mujer con 38.120,42 euros, más intereses, «que superan los 12.000 euros. En total, unos 52.000 euros», según detalla su abogado.
Es la primera sentencia ganada a Allergan en España por implantes mamarios defectuosos. Deviene firme y adquiere fuerza de cosa juzgada y jurisprudencia «para poder ser alegada en otros asuntos en los que se demanda a este fabricante por sus prótesis», como refiere este abogado gaditano.
Una cantidad «ridícula», critica su abogado
Para Ortiz, «poco dinero le han dado a esta víctima, pese al gran calvario sufrido». Afirma que «es una cantidad ridícula para el grandísimo daño que ha sufrido». En la demanda pedían 124.064,35 euros de indemnización de daños y perjuicios por los efectos físicos y psicológicos.
«Lo verdaderamente canallesco es que Allergan se agarrara a esta primera indemnización para ofrecerme en los siguientes casos el mismo importe. Cosa que considero una desvergüenza y tomadura de pelo, para las víctimas y para mí. No es una tomadura de pelo, sino una tocadura de huevos y falta de respeto a las víctimas», apunta.
José Luis Miranda destaca que «el linfoma anaplásico de células grandes asociado a implantes es ya, según la OMS, una enfermedad con entidad y características propias, que se diferencia de otro tipo de linfomas tipo B, porque esto es un linfoma tipo T, Linfoma No Hodgkin, en el que se disparan los linfocitos tipo T, hay una proliferación abundante de líquido periprotésico, que queda alojado en el lecho de la mama, y tiene el marcador CD-30 positivo, y la proteína ALK negativa».
«Se da la especial circunstancia que la agencia Agencia Española del Medicamento y productos sanitarios (APMS) y el Ministerio de Sanidad, el 18 de diciembre de 2018 retiraron la marcación CE a todas las prótesis rugosas texturizadas –no así a las lisas–, que comercializaba Allergan en España, porque consideraban que su uso producía cáncer linfático», relata este abogado.
«En concreto, este producto fue retirado por la Agencia Española del Medicamento porque hay unos estudios de la Organización Mundial de la Salud y el informe Scheer de la Comisión Europea que establecen que estas prótesis rugosas texturizadas en contacto con la cápsula, cuando se produce friccionamiento liberaban micropartículas o polímeros tóxicos, y eso producía el linfoma», especifica este abogado, con una dilatada experiencia de más de 30 años en la especialidad.
En el plano internacional fue retirado unos años antes, y es «el único producto sanitario que está retirado a nivel mundial», subraya.
En 2028 se produjo una situación de alarma sanitaria en España, hasta el punto de que en febrero de 2019, el Ministerio de Sanidad promulgó el protocolo clínico para detección de linfoma anaplásico de células grandes asociado a implantes, advirtiendo a los cirujanos plásticos que tan pronto tuvieran conocimiento de un caso ocurrido entre sus pacientes, obligatoriamente tenían que notificarlo a la agencia española del medicamento y productos sanitarios, porque se trataba de una Enfermedad de Obligatoria Notificación (EDO, en sus siglas en inglés).
Además, emitió un formulario anexo al protocolo que el cirujano en cuestión tenía que cumplimentar, informando de «cuestiones tan relevantes como marca de la prótesis, modelo, número de registro, volumen en gramos, fecha de la implantación, hospital donde se implantó y cirujano que intervino, síntomas que ha experimentado la paciente, cuadro clínico que presentaba, antecedentes de cáncer de la paciente, y sobre todo, pruebas radiológicas y de anatomía patológica que se le han realizado para emitir el diagnóstico de LACG».
A raíz de esta confirmación oficial, se desató una avalancha de demandas a lo largo y ancho del mundo. Por ejemplo, en Ámsterdam (Holanda) se sigue ante el tribunal federal una action class –acción colectiva– de más de 6.000 mujeres reclamando a Allergan, actual ABBVIE, por el linfoma LACG adquirido por el uso de sus implantes y por el síndrome de axia, un síndrome autoinmune/autoinflamatorio de reacciçón del propio organismo a un cuerpo extraño, la silicona, que, entre otros, efectos produce una fatiga crónica», informa Ortiz.
El socio director de Bufete Ortiz de Cádiz lleva actualmente a 168 mujeres afectadas tanto de linfoma como de síndrome de ASIA, producido por estas prótesis, mayoritariamente portadoras de prótesis Allergan, pero otras muchas de laboratorios fabricantes, como Nagor, Sebbine, Eurosilicone, y Mentor.
«La realidad es que no todas las mujeres que se implantaron prótesis rugosas texturizadas han tenido estos problemas de salud, pero lo que sí es cierto que desde 2016 ninguna marca fabrica este tipo de prótesis texturizadas, las han cambiado por otro material llamado micro o nano texturizado, y ello siguiendo las recomendaciones de la OMS y de las asociaciones de cirujanos plçasticos reparadores», apunta.
Además, destaca que «también se está recomendando, como medida de precaución, la explantación preventiva».
Afirma que «muchas mujeres se han quitado estas prótesis potencialmente peligrosas, consiguiente coste económico de la cirugía de retirada, en torno a 7.000 u 8.000 euros«, porque entienden que continuar con ellas es como tener una ‘bomba de relojería’ dentro de su organismo, y lo han hecho aún sin tener enfermedad diagnosticada, como una elemental medida de precaución».
En España hay más de 1,3 millones de mujeres con implantes mamarios
«Según la Sociedad Española de Cirugía Estética Plástica y Reparadora (SEPCRE), se estima que actualmente existen un 1.350.000 mujeres implantadas en España, de las cuales el 95% lo está con prótesis texturizadas rugosas y sólo un 5% lisas, entre otras razones porque las lisas daban muchos problemas de rotación dentro de la cápsula mamaria. Y se estima que el 80% de las texturizadas han sido vendidas por Allergan por su coste, que era bastante inferior, y por la agresiva publicidad que hacía de su producto», manifiesta José Luis Ortiz.
José Luis Ortiz hace hincapié en que «este problema no puede tomarse a la ligera». «Tres de mis clientas fallecieron por cáncer linfático, con 30, 38 y 42 años; dos de ellas llevaban las prótesis de Allegan y una de Nagor».
La providencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha inadmitido el recurso de casación por carencia manifiesta de fundamento, por alteración de la base fáctica (artículo 483.2.4.º de la LEC). La resolución fue dictada el pasado 27 de noviembre por los magistrados Ignacio Sancho Gargallo (presidente), Rafael Sarazá Jimena y José Luis Seoane Spiegelberg (ponente), y notificada el 10 de diciembre. Está disponible en el botón ‘Descargar resolución’.
El Supremo señala que «el recurrente partía de la idea de que la prótesis no era defectuosa porque el propio folleto informativo advertía del riesgo y, además, que en el momento de la puesta en circulación no permitía según el conocimiento de la ciencia apreciar defectos». «Sin embargo, la sentencia recurrida declara que el producto era defectuoso porque había quedado acreditado que no era seguro y que no ofrecía las garantías para la salud de la persona a la que se lo implanta», declara el Supremo, por lo que declara firme la resolución.
La primera sentencia del caso, número 160/2021, de 2 de noviembre, fue dictada por la magistrada-juez Candelaria Sibón Molinera, del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Cádiz, quien estimó parcialmente la demanda y condenó a Allergan a abonar a esta mujer 38.120,42 euros, más los intereses legales devengados desde la fecha en la que fue presentada la demanda.
La de la Audiencia Provincial de Cádiz (Sección Segunda) que la confirmó es la número 397/2022, de 3 de noviembre de 2022, dictada por los magistrados José Carlos Ruiz de Velasco Linares (presidente y ponente), Antonio Marín Fernández y Concepción Carranda Herrera.
La protagonista de esta historia, Cristina B., tras el trauma padecido, ya no volvió a ponerse prótesis mamarias y «actualmente lleva una vida sana».