La Justicia perdona más de 335.000 euros a una mujer que se endeudó por los avales de la empresa de su exmarido
Aunque la deudora nunca ostentó ningún cargo en la sociedad de su pareja, era responsable subsidiaria de una serie de préstamos y pagarés que avaló personalmente
(Imagen: E&J)
La Justicia perdona más de 335.000 euros a una mujer que se endeudó por los avales de la empresa de su exmarido
Aunque la deudora nunca ostentó ningún cargo en la sociedad de su pareja, era responsable subsidiaria de una serie de préstamos y pagarés que avaló personalmente
(Imagen: E&J)
El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Lleida -que recientemente ha pasado a ser el Juzgado Mercantil número 1 de esa localidad- ha perdonado una deuda de 336.955 euros a una mujer que avaló personalmente las deudas de la empresa de su exmarido.
El juez ha fallado que la mujer es una deudora de buena fe, por lo que es posible aplicarle la Ley de la Segunda Oportunidad y, en consecuencia, le ha exonerado del pasivo insatisfecho (EPI).
Los hechos
La ciudadana estaba en 2007 vinculada de manera directa a una sociedad inmobiliaria que era propiedad del que era su marido. Aunque ella nunca ostentó ningún cargo en dicha empresa, era responsable subsidiaria de una serie de préstamos y pagarés de la sociedad que avaló personalmente a raíz de que ésta se viera afectada por la crisis económica.
Asimismo, dado que el matrimonio estaba atravesando esa difícil situación económica, no pudo hacer frente al pago de las cuotas hipotecaria, por lo que el banco inició un proceso de ejecución hipotecaria y la vivienda que hasta entonces había constituido su domicilio familiar fue subastada.
Al tratarse de una garantía hipotecaria muy superior al valor del inmueble, pese a la subasta, quedó pendiente la liquidación de un remate que se fue arrastrando con posterioridad. Por lo que al exigir el banco al matrimonio también la parte de la hipoteca pendiente, no pudieron hacer frente a ella y comenzaron a embargar la nómina de la mujer.
A todas esas deudas pendientes, se sumaron los gastos de los hijos y su educación, ya que la pareja acabó divorciándose.
Una mochila de deudas
A pesar de estar quince años sufriendo esta situación de insolvencia, ahora la mujer, que ha estado defendida por el despacho Bergadà Asociados, ha visto como sus deudas han sido finalmente perdonadas gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad.
La letrada que ha llevado el caso y socia fundadora del despacho, Marta Bergadà, manifiesta al respecto que «hay muchas personas que nos consultan sobre el procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad, ya que en su momento se vieron inmersas en una situación de insolvencia debido a que había avalado préstamos de terceras personas”.
“En estos casos, y siendo deudores de buena fe, esta ley está a su lado, en el sentido de que les permite olvidarse de la pensada mochila que llevan arrastrando desde hace años y ver el futuro con mayor claridad. Por ello, no se lo han de pensar dos veces y han de iniciar el correspondiente procedimiento”.