Perdonados 40.000 euros a un hombre que avaló el alquiler a su ex y ella estuvo cuatro años sin pagar
En 2022 recibió una demanda judicial, al ser él avalista le reclamaban las cantidades pendientes
(Imagen: E&J)
Perdonados 40.000 euros a un hombre que avaló el alquiler a su ex y ella estuvo cuatro años sin pagar
En 2022 recibió una demanda judicial, al ser él avalista le reclamaban las cantidades pendientes
(Imagen: E&J)
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Tarragona ha perdonado una deuda de casi 40.000 euros a un hombre que se vio endeudado porque su exmujer dejó de pagar el alquiler de una vivienda que él había avalado y le reclamaron todo lo que se debía. El juez lo ha exonerado así del pasivo insatisfecho gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad. Un caso que ha llevado Bergadà Abogados, despacho especializado en Derecho concursal.
Los hechos se remontan a 2018, cuando su expareja se puso en contacto con él pidiéndole ayuda a la hora de contratar el alquiler de una vivienda, puesto que tenía que abandonar en la que residía. «Me llamó y me pidió ayuda para buscar un piso de alquiler en Oviedo. Me dijo que como ella no tenía nómina, si le podía hacer el favor de firmar el aval. Yo pensaba que sólo sería para un año y confié en su buena fe», señala el protagonista de esta historia.
La sorpresa llegó en 2022, «cuando recibí una demanda judicial porque ella había estado cuatro años sin pagar el alquiler, y al ser yo el avalista me reclamaban a mí las cantidades pendientes», explica este hombre. Según informa, él «no sabía cómo afrontar esa situación». «De hecho, el aval se fue renovando automáticamente, de la misma manera que el contrato de alquiler de la vivienda, sin que yo tuviera conocimiento» y su ex le «ocultó toda esta situación», precisa.
Esto provocó un endeudamiento que derivó en una reclamación judicial de la deuda al hombre, por lo que se vio inmerso en una situación ajena a su gestión financiera. «Lo he pasado fatal, tengo 54 años y empecé a ver peligrar mi futura jubilación», indica. «Además, no tenía la cabeza centrada en el trabajo y el no tener ingresos regulares por mi profesión me empezó también a afectar», detalla.
A ello se sumaron gastos de mantenimiento actuales. «Por ello, para hacer frente a los pagos mensuales una vez reducida su nómina por los embargos, se vio obligado a recurrir a tarjetas de crédito, una solución temporal para cubrir sus necesidades financieras inmediatas, pero que le podían pasar factura en un futuro debido a la discontinuidad de su trabajo, en el montaje y mantenimiento de instalaciones industriales y petrolíferas, y la deuda que se le reclamaba», relata su abogada, Marta Bergadà, socia fundadora de Bergadà Abogados.
Así, su situación de endeudamiento le afectó también en su relación actual de pareja.
La letrada que ha llevado el caso señala que «son muchas las personas que se encuentran en una situación similar al ser avalistas» y advierte que «hay que tener mucho cuidado con lo que se firma y estar muy bien asesorado».
Fue a principios de este año cuando este hombre escuchó hablar por primera vez de la Ley de la Segunda Oportunidad por un amigo. «La desconocía totalmente y al hablarme de ella me puse a indagar en Google. Busqué información y me di cuenta que me podía acoger a ella», explica.
Entonces, conoció el blog de Bergadà Abogados y una noticia en la que un juzgado había perdonado más de 300.000 euros, por lo que contactó con esta firma, y a mediados de febrero tuvieron la primera reunión.
«Él estaba muy agobiado por toda la situación que tenía encima. Al ver que claramente era un deudor de buena fe, lo primero que hicimos fue calmarle y tranquilizarle», señala Marta Bergadà.
Así, se inició el correspondiente procedimiento y, recientemente, el magistrado titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Tarragona, Santiago Aragonés Seijo, ha dictado un auto en el que perdona a este hombre la deuda, de 39.042,40 euros, disponible en el botón ‘Descargar resolución’. «La llamada de Bergadà Abogados para decirme que se me había exonerado el pasivo insatisfecho supuso una gran alegría, paz y bienestar», afirma este hombre.
Según explica, hasta entonces el caso no lo podía apartar de su mente y «cuando peor lo pasaba era por la noche, porque no podía dormir» dándole vueltas, un sufrimiento que no desea «a nadie»..
La situación ha cambiado ahora. «Veo el futuro con mucho más optimismo y estoy muy animado. Tanto yo como mi pareja vamos a tirar adelante con mucha fuerza», afirma.
Marta Bergadà destaca que «estamos ante un nuevo caso en el que una persona se ve inmersa en una situación de endeudamiento al ser avalista y la mala gestión de una tercera persona». «Incluso, en esta ocasión nuestro cliente era completamente ajeno a ello hasta que recibió la demanda judicial», apunta, subrayando que «nuevamente, ha quedado demostrado que la Ley de la Segunda Oportunidad es la gran solución para todos los deudores de buena fe».