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Jurisprudencia

Perdonan más de 240.000 euros a un autónomo que se endeudó por los impagos de sus clientes

El deudor se dedicaba al sector de la preparación de terrenos con excavadoras, pero la crisis de la construcción le arrastró a una situación de insolvencia

(Imagen: E&J)

María González Villasevil

Redacción editorial E&J




Tiempo de lectura: 3 min

Publicado




Jurisprudencia

Perdonan más de 240.000 euros a un autónomo que se endeudó por los impagos de sus clientes

El deudor se dedicaba al sector de la preparación de terrenos con excavadoras, pero la crisis de la construcción le arrastró a una situación de insolvencia

(Imagen: E&J)



El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Lleida ha perdonado una deuda de 241.475 euros a un autónomo que se dedicaba a la preparación de terrenos y que debido a la crisis de la construcción se vio envuelto en una situación de insolvencia.

El juez ha aplicado la Ley de la Segunda Oportunidad al considerar que se trata de un deudor de buena fe y, en consecuencia, le ha exonerado del pasivo insatisfecho.



El empresario, que tenía experiencia profesional en la preparación de terrenos con excavadoras ya que había estado trabajando durante años manejando maquinaria especializada para ello, decidió emprender en el año 2005 una actividad como trabajador autónomo en ese sector.

Para ello, tuvo que realizar una serie de inversiones, entre las que destacaba la compraventa de máquinas. Sin embargo, en el año 2007 comenzó la crisis de la construcción y se vio arrastrado a una situación de insolvencia por el impago de sus clientes.



(Imagen: E&J)



Una situación de insolvencia

En el año 2007 la empresa del actor estaba prestando servicios como subcontratada en la construcción de la autovía de Monrepós. Al empresario le pagaban mediante pagarés que se hacían efectivos cada seis meses. Los problemas surgieron cuando la persona que los tenía hacer efectivos —que por aquel entonces era un amigo suyo— dejó de hacerlo, quedándose todo el dinero por sus problemas con la adicción al juego y las drogas, entre otros.

Por ello, pese a que el empresario tenía mucho trabajo no pudo cumplir con sus obligaciones financieras, y a partir de entonces empezaron todos los problemas: se vio en la necesidad de hipotecar su casa para pagar a todas las personas que le suministraban material; y posteriormente, en el año 2010 se vio obligado a liquidar la sociedad, arrastrando de este modo el pago a distintas entidades financieras y acreedores que en su momento proporcionaron el capital necesario para comenzar la actividad.

Posteriormente, el actor encontró trabajo por cuenta ajena, pero los ingresos mensuales no le permitieron hacer frente a la totalidad de sus deudas, sino más bien todo lo contrario, pues los gastos derivados del sustento vital del núcleo familiar le condujeron a solicitar ayuda financiera a través de distintas tarjetas de crédito y préstamos personales. Asimismo, también tuvo que hacer frente a los gastos provocados por el estado físico y mental de su madre, la cual se encuentra en una residencia de mayores.

Además, durante una larga temporada tuvo que emigrar a Rumanía para trabajar, con el objetivo de poder hacer frente a los gastos familiares. No obstante, durante 14 años sufrió el embargó de su nómina.

(Imagen: E&J)

Una nueva oportunidad

Marta Bergadà, letrada y socia fundadora de Bergadà Asociados, ha defendido a este deudor de buena fe en el proceso. La abogada explica que su cliente «se encontraban en una situación límite, viendo un futuro oscuro y sin ilusión. Pero con toda la documentación que el hombre nos aportó vimos que era un deudor de buena fe y que, por lo tanto, se le podían exonerar el pasivo insatisfecho».

Todo cambió para el empresario cuando el titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Lleida falló perdonándole la deuda de 241.475 euros gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad.

Por su parte, Marta Bergadà comenta que «los años de la crisis de inmobiliaria y de la construcción fueron muy complicados para muchos empresarios. De hecho, a día de hoy aún hay que siguen arrastrando deudas de aquella época tan oscura. Éste es un claro ejemplo de un emprendedor que se vio envuelto en una situación de insolvencia por cuestiones ajenas a él, pero que la Ley de la Segunda Oportunidad le ha permitido ver su futuro con mayor optimismo y, a su vez, seguir generando riqueza para el país«.

Por ello, «animamos a todas las personas que estén en una situación similar hagan la consulta de si se pueden acoger a esta Ley, ya que siendo deudores de buena fe se les puede exonerar el pasivo insatisfecho», concluye la socia fundadora de Bergadà Asociados.

Marta Bergadà Minguell, abogada y socia fundadora de Bergadà Asociados. (Imagen: Bergadà Asociados)

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