La Fiscalía pide 19 meses de cárcel para un hombre que llegó a pegar a su pareja para exigirle que le hiciera la comida
Destaca que la insultaba con frecuencia y le decía que "no valía para nada"
(Imagen: E&J)
La Fiscalía pide 19 meses de cárcel para un hombre que llegó a pegar a su pareja para exigirle que le hiciera la comida
Destaca que la insultaba con frecuencia y le decía que "no valía para nada"
(Imagen: E&J)
La Fiscalía Provincial de Madrid reclama 19 meses de prisión para un hombre al que acusa de llegar a pegar una bofetada a su pareja para exigirle que le hiciera la comida, a la que, además, insultaba con “frecuencia” con expresiones tales como “hija de puta» y «zorra», y le decía que «no valía para nada».
Le imputa seis delitos: maltrato en el ámbito familiar, coacciones leves en el ámbito familiar, delito continuado de amenazas, maltrato en el ámbito familiar, allanamiento de morada y un delito leve de vejaciones injustas, concurriendo la circunstancia eximente incompleta de alteración psíquica.
El juicio está señalado para el próximo miércoles, 20 de noviembre, a las 10:00, en la Audiencia Provincial de Madrid. Será juzgado por un jurado popular.
En otra ocasión, «le abrió la boca contra su voluntad»
Según relata el representante del Ministerio Público en su escrito de acusación, el acusado, nacido en 1986, de nacionalidad española y con antecedentes penales no computables en esta causa, y la víctima, también española, mantuvieron «una relación sentimental durante algo más de dos años».
De acuerdo a la Fiscalía, en el mes de abril de 2021, el acusado se presentó en el domicilio que compartía con su pareja para exigirle «de malos modos» que le hiciera la comida, «tras lo cual la propinó una bofetada en el rostro». Ademas, entre finales del mes de mayo y principios del mes de junio de 2021, empleando la violencia, «actuando con ánimo de imponer su voluntad», cogió a su pareja de la cara y, «empleando violencia, le abrió la boca» contra su voluntad
Mensajes amenazantes al hijo
La mujer rompió la relación sentimental en junio de aquel año, y se mudó a una vivienda donde residía una pareja amiga suya, una madre y su hijo. El acusado, «molesto por ello», comenzó a enviar mensajes amenazantes por teléfono al hijo durante varios días, en los que le advertía de que si no echaba a su expareja de su casa le iba a cortar el cuello o «reventar la cara con un hacha».
“Si no sacas a R. de tu casa te voy a cortar el cuello, quizá hoy no te mate por estar con la Policía, pero mañana, cuando vayas a por el pan, te voy a reventar la cabeza con un hacha: ya has visto lo fácil que es para mi entrar en tu casa”, le decía textualmente en uno de ellos.
El mismo día que envió el último mensaje, «actuando con ánimo de atemorizarlos», el acusado se presentó sobre las 21:00 horas en el domicilio de esta mujer y su hijo, y desde la calle comenzó a proferir gritos contra ellos diciéndoles que les advertía de que «los dos iban a tener problemas» si seguían dando cobijo a su expareja.
Acto seguido, se subió al tejado de la vivienda y «se descolgó con una cuerda» hasta introducirse en el piso de éstos por la ventana de la cocina, que estaba abierta, «sin el consentimiento de sus moradores», y actuando «con ánimo de menoscabar la integridad de su expareja sentimental, la cogió por la cabeza y la zarandeó con violencia,»tras lo cual, al ver que habían llamado a la Policía, volvió a escapar por la ventana llegando hasta el suelo, huyendo del lugar».
Además, detalla que entre los meses de abril a junio de 2021, el acusado, «con frecuencia, y actuando con ánimo de ofender» a su pareja «le decía que era una hija de puta, una zorra, una mierda y que no valía para nada».
El acusado padece «trastorno de la personalidad» que presentaba por «un consumo habitual de bebidas alcohólicas y puntual de drogas de abuso», y en el momento de los hechos padecía «una merma de sus facultades de entendimiento y voluntad».
En junio de 2021, la Justicia concedió a la mujer una orden de protección, «prohibiéndose al acusado acercarse a menos de 500 metros de la misma, de su domicilio o de cualquier lugar que ella frecuente, así como comunicar con ella durante la tramitación del presente procedimiento».
Las penas que solicita
La Fiscalía le imputa por estos hechos un delito de maltrato en el ámbito familiar, del artículo 153.1 del Código Penal, pide que se le impongan cinco meses de prisión; ocho meses de privación del derecho a la tenencia y porte de armas; así como la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante tres años.
Por un delito de coacciones leves en el ámbito familiar, del artículo 172.2, reclama una pena de cinco meses de cárcel; ocho meses de privación del derecho a la tenencia y porte de armas; y tres años de prohibición de aproximarse y comunicarse con la perjudicada.
Por un delito de maltrato en el ámbito familiar, previsto y penado en el artículo 153.1 y 3, pide cuatro meses de prisión, ocho meses de privación del derecho a la tenencia y porte de armas, y la misma prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima.
Por un delito de allanamiento de morada, del artículo 202.1, solicita que cinco meses de cárcel; ocho meses de privación del derecho a la tenencia y porte de armas; así como la prohibición de aproximarse a menos de 500 m de la citada familia y de comunicarse con ellos durante un periodo de tres años.
Asimismo, reclama que se le imponga la medida de seguridad de libertad vigilada consistente en la obligación de seguir tratamiento médico externo (psiquiátrico y de deshabituación) durante un periodo de hasta cinco años, por cada uno de los cuatro delitos citados anteriormente.
Por el delito leve continuado de amenazas leves, de los artículos 171.7 y 74 del Código Penal, pide tres meses de multa con una cuota diaria de 10 euros, y la prohibición de aproximarse a dicha familia y de comunicarse con ellos durante seis meses.
También le imputa un delito continuado de vejaciones injustas, de los artículos 173.4 y 74 del Código Penal, por el que reclama que sea condenado a 30 días de localización permanente, así como la prohibición de aproximarse a la víctima y de comunicarse con ella durante seis meses.
En ampliación