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La propuesta de Seguridad Social de implementar bajas laborales flexibles abre un enfrentamiento entre Saiz y Yolanda Díaz

Los expertos consultados cuestionan la iniciativa y advierten que es necesaria una reforma de la normativa de Seguridad Social

Elma Saiz, ministra de Seguridad Social, y Yolanda Diaz, titular de Trabajo, enfrentadas por las bajas médicas flexibles. (Imagen: Moncloa)

Luisja Sánchez

Periodista jurídico




Tiempo de lectura: 9 min

Publicado




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La propuesta de Seguridad Social de implementar bajas laborales flexibles abre un enfrentamiento entre Saiz y Yolanda Díaz

Los expertos consultados cuestionan la iniciativa y advierten que es necesaria una reforma de la normativa de Seguridad Social

Elma Saiz, ministra de Seguridad Social, y Yolanda Diaz, titular de Trabajo, enfrentadas por las bajas médicas flexibles. (Imagen: Moncloa)



La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha anunciado que este lunes, 7 de octubre, se abrirá una nueva mesa de negociación con los agentes sociales, y la creación de un grupo de trabajo para abordar reformas en materia de incapacidad temporal.

Una de las propuestas que se debatirá en ese grupo de trabajo será la implantación de una nueva modalidad de baja laboral «flexible» que compatibilizará trabajar y estar de baja médica.



La propuesta de Seguridad Social que propone un cambio en las bajas laborales desde una reforma de la incapacidad temporal para dar más «flexibilidad» en algunos supuestos en los que un trabajador se reincorpora a su puesto de trabajo ha generado un terremoto en el Gobierno, a través de la vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo, Yolanda Diaz  y críticas duras de los sindicatos UGT Y CCOO que no participan de esa idea.

“Nuestra preocupación es que los trabajadores reciban los cuidados, la atención médica oportuna en el momento oportuno», señaló Cristina Estévez y, al igual que CCOO, afeó a la ministra la forma de anunciar un posible cambio de esta magnitud.

Para Yolanda Díaz, la situación es clara. «No vamos a consentir ninguna variación ni desvirtuación en la incapacidad temporal, tal y como la tenemos concebida», aseguró Yolanda Díaz. Desde su punto de vista, «solo hay una razón detrás de la incapacidad temporal, que es proteger la salud de las personas trabajadoras», para después decir que «no hay más opciones ni razones»: «Ni flexibilidad ni parcialidad, con la salud no se juega».



Una tercera opción flexible

Raúl Rojas, socio de laboral de ECIJA, destaca que «actualmente tenemos un sistema dual. La persona trabajadora puede estar en situación de alta médica, apta para desempeñar su actividad laboral, o bien en situación de no alta o baja médica, mediante un parte médico de baja expedido por el médico del servicio público de salud que haya efectuado el reconocimiento del trabajador afectado, y en todo caso bajo criterio profesional médico que determinará de forma objetiva, y caso por caso, la incapacidad temporal para el trabajo habitual».

Raúl Rojas advierte que esta baja médica flexible hay que regularla muy bien desde una reforma legislativa. (Imagen: ECIJA)

Con carácter general, se contempla una incompatibilidad legal entre la percepción del subsidio por incapacidad temporal (baja médica) y la realización por la persona trabajadora de algún otro trabajo por cuenta ajena (pluriempleo) o propia (pluriactividad), con algunas excepciones establecidas por la jurisprudencia en los casos de pluriactividad (compatibilidad entre trabajo por cuenta ajena y propia).

Así lo dispone el artículo 175 de la Ley General de la Seguridad Social, que establece la posible pérdida del subsidio por incapacidad temporal en los casos de fraude o cuando el beneficiario trabaje por cuenta propia o ajena.

“Lo que plantea la iniciativa del Ministerio de Seguridad Social es la valoración, a través de grupos de trabajo, de la conveniencia de introducir una tercera vía, una suerte de baja médica flexible”, indica.

Rojas considera que “se trataría de una fórmula mixta que permitiría una incorporación gradual o progresiva al puesto de trabajo mientras se mantiene la baja por incapacidad temporal, como por ejemplo en supuestos de procesos de curación de enfermedades tales como el cáncer, donde la persona trabajadora podría empezar a trabajar”.

Esta medida sería “no a jornada completa, atendiendo a su estado de salud, o bien en supuestos de pluriactividad, donde se pudiera estar de baja médica en la actividad laboral y compaginarlo con la realización de trabajos por cuenta propia, desde la decisión personal y la voluntariedad de la persona trabajadora”.

Desde su punto de vista, “si bien se puede advertir ciertas bondades de esta iniciativa, no es menos cierto que se antoja de difícil encaje en muchas situaciones, dado que, si el paciente no se encuentra apto para el trabajo como consecuencia de una enfermedad o accidente de trabajo, tampoco lo estará para realizar otras actividades, al igual que, a priori, tampoco lo estará para desarrollar una jornada a tiempo parcial”.

Estela Martin cree que esta medida hay  que definirla de manera adecuada, y a ser posible por consenso. (Imagen: ICAM)

Para este jurista, la clave está en el diálogo social:“ Es bueno el debate y que se abra al diálogo social esta iniciativa, con una escucha activa, tanto con los agentes sociales, con otros Ministerios implicados, como el Ministerio de Trabajo, y también, de forma especial, el criterio profesional de la comunidad médica, dado que existen importantes implicaciones a tener en cuenta”.

Rojas cree que debería definirse un nuevo marco que definiera bien las obligaciones de las empresas y de los trabajadores en este escenario.  En las medidas “cabría incorporar un acceso al trabajo de forma progresiva mediante jornadas de trabajo reducidas, en los casos de bajas de larga duración y en procesos de curación, o bien mediante modalidad de teletrabajo en aquellos casos, por ejemplo, en los que la persona trabajadora no pudiera desplazarse al lugar de trabajo pero sí que podría desempeñar su actividad de forma remota desde el domicilio”.

Rojas no oculta que “en todo caso, cualquiera de estas propuestas debe venir de la mano de una reforma legislativa laboral, puesto que, hasta ahora, estas medidas de flexibilidad laboral, con carácter general, necesitan acuerdo entre la empresa y el trabajador”.

Hay que hacer análisis absentismo a fondo

Para Estela Martin, abogada, dircom de Sincro y presidenta de la sección de igualdad del ICAM, “la medida parte del Ministerio de Seguridad Social e Inclusión como un intento de dar respuesta al elevado problema de absentismo que tenemos ahora mismo sobre la mesa en España.

“Sobre su viabilidad y puesta en marcha, habrá que ver el recorrido pero a día de hoy, tal y como está la situación parlamentaria, que además ni siquiera hay consenso con otros ministerios, como el de Trabajo, y que los sindicatos han mostrado su oposición, es muy difícil que pueda salir adelante”, comenta.

Desde su punto de vista, aunque sea una cuestión competencia del Ministerio de Seguridad Social, «sacar adelante una medida así, sin consenso y estudio conjunto con otros ministerios», le parece «un error”.

(Imagen: E&J)

“En mi opinión personal, antes de plantear una medida así sería más que deseable un análisis serio y profundo de las causas del absentismo (e incluso sobre la propia definición de absentismo), la situación de la gestión de los riesgos psicosociales, directamente ligada a la salud mental, el nivel real de fraude en torno a las bajas”, explica.

Junto con ello, considera la necesidad de “contar con un consenso de los distintos ministerios (y no solo Seguridad Social y Trabajo, sino también, por ejemplo, el Ministerio de Sanidad) y acordar la medida, llegado el caso, en el marco del diálogo social y habiendo recabado la opinión de todos los agentes implicados directa o indirectamente en este tema (médicos, mutuas, sindicatos, empresarios, expertos en derecho laboral…)». 

A su juicio, en que en el caso de que la medida pudiera salir adelante, si no se articulase bien podría plantear enormes problemas: quién decidiría la compatibilidad entre trabajo y baja, durante cuánto tiempo, cómo se haría la nómina de la persona que está con esa “baja flexible”, cómo se efectuaría el reparto de la cotización”.

Para esta experta, le parece que «una situación, como por ejemplo, las bajas derivadas de problemas de salud mental (depresión, estrés o ansiedad) creo que sí podría ser positivo estudiar la posibilidad de esa baja flexible con reincorporación gradual, para que la persona trabajadora vaya, poco a poco, reincorporarse a su vida laboral en vez de hacer un ‘corte’ radical entre la baja y volver a su jornada laboral completa, pero aquí quienes deberían analizar bien caso por caso son, en mi opinión, los médicos”.

Un avance necesario

Por su parte, para Eva Blázquez, catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y vicerrectora de de Relaciones Institucionales, Cultura e Igualdad de la Universidad Carlos III, “este debate se ha generado porque la evolución de la sociedad está llevando a replantear todas las instituciones clásicas de la Seguridad Social.”

“Ya lo está haciendo con la jubilación, donde se plantean nuevas formas de compatibilidad; la incapacidad permanente y la posible recualificación de la persona incapacitad; y ahora le toca a la incapacidad temporal. En todo caso, obviamente también el debate abierto de nuevo sobre el denominado absentismo laboral ha ayudado”, comenta.

Eva Blázquez considera que la Seguridad Social debe estar abierta a este mecanismo de flexibilidad laboral. (Imagen: Universidad Carlos III)

«A mi juicio, no solo creo que pueden poner mecanismos de flexibilidad, sino que entiendo que deben ponerse. No solo por cuestiones de ahorro del sistema de la seguridad social o, como alega la patronal, por ahorro de las empresas, sino también porque puede ser beneficioso para las personas trabajadoras si se implanta adecuadamente y, cuando sea necesario, bajo la supervisión médica”, declara.

Es difícil proponer este mecanismo sin polémica, señala Blázquez. Pero, lo importante no es tanto la polémica, sino la conveniencia de hacer la modificación. El sistema de la Seguridad Social debe avanzar de acuerdo con las necesidades de la sociedad, sin que puedan ponerse trabas a dicho avance. Es fundamental.

«Por esto, siempre he pensado que el mecanismo de Pactos de Toledo es preciso a los efectos de que todos los partidos puedan desarrollar conjuntamente medidas de avance, sin que sean retrocedidas cuando cambia el gobierno. Esta cuestión debe discutirse en este entorno. el interés va más allá de la patronal y los sindicatos, intervienen muchos otros elementos, que hacen preciso el acuerdo en Pactos a los efectos de que perviva en el tiempo”, indica.

A esta jurista no le gusta plantear «las medidas como una solución al absentismo». «Las medidas no deben tener como objetivo la reducción de este, aunque lo tendrá, sino la necesidad de adaptar las bajas a la realidad actual”, manifiesta.

“Por ejemplo, hay ciertas patologías que permiten perfectamente desarrollar la actividad mediante el teletrabajo, porque lo que impiden es el traslado; pero también hay otras, sobre todo las de larga duración, que pueden proponerse de forma parcial, permitiendo la flexibilidad en el comienzo del trabajo de forma progresiva, adaptándose al ritmo de la mejoría de la persona, lo que puede beneficiar a esta, determinando de común acuerdo el facultativo y la persona beneficiaria la forma de hacerlo”, aclara.

En su opinión, “quizás hay que crear bajas parciales, formas progresivas de reincorporación, aplicación de medidas sustitutivas de las bajas, entre otras.”

En definitiva, nuestra interlocutora cree que “hay que repensar todo lo que se ha entendido por la aplicación clásica del concepto de la situación que impide trabajar de forma presencial y absoluta para buscar otras medidas flexibles que colaboren en el bienestar de las personas trabajadoras y en la contención del número de bajas entendidas como hasta ahora”.

Jesús Lahera cree que es una medida puede implementarse y que va en línea de otras acciones del gobierno. (Imagen: Cesión propia)

Una idea acertada para regular

Por su parte, Jesús Lahera, doctor en Derecho y catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social en la Universidad Complutense de Madrid, socio de ASNALA, atiende a Economist & Jurist tras sus declaraciones en la SER donde ve viable, en la actualidad la legislación vigente identifica la incapacidad temporal para trabajar, por tanto, hoy en día con esta normativa no se puede tener una baja flexible como señala la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz”.

Desde esa perspectiva, «se podría plantear una reforma legislativa en ese sentido. Se trataría de modificar los artículos 169 y siguientes de la Ley General de Seguridad Social donde se podría articular un mecanismo que hiciera posible en determinadas bajas médicas bajo supervisión médica, la compaginación del trabajo siempre que encaje en la organización de la empresa, con lo cual había que articular algún procedimiento en la legislación laboral dé como encajar este tipo de situaciones. Ahí tendrían un papel relevante los servicios de prevención en cada compañía”.

Otro elemento que destaca este jurista es «la voluntad del trabajador en este tipo de situaciones, porque se ve con las condiciones de poder volver a la empresa y estar trabajando aunque no tenga el alta definitiva. Habría que reformar la LGSS y luego articular un procedimiento laboral concreto con garantías». «Creo que la implementación atiende a situaciones donde las bajas médicas son compatibles con el trabajo. Es una medida acertada que creo que se podría discutir en la mesa del dialogo social en la que ahora se debate la reducción de jornada y otras cuestiones claves en las relaciones laborales”, apunta.

Este experto recuerda que esta propuesta “está en la línea de lo que se viene haciendo en protección social, que es hacerla más flexible y compatible con el trabajo en otras ocasiones: Así lo hemos visto con la reforma del desempleo, la reforma de la jubilación va en la misma línea, así como la de la incapacidad permanente. Son reformas que también se están haciendo en toda Europa por lo que sabemos. El sistema debería ser tan flexible que si el trabajador recae pudiera volver a su baja médica total”.

Desde su punto de vista, “hay situaciones médicas que pueden ser de larga duración, meses, todas las lesiones de traumatología, donde puede haber perfectamente la posibilidad de hacer un trabajo en casa con teletrabajo. O situaciones con periodos de tratamientos médicos largos donde hay bajas largas y puede haber una reincorporación paulatina con trabajo a tiempo parcial. Para las empresas puede ser una forma de reducir el absentismo. La supervisión médica es clave para ver la viabilidad de esta iniciativa”.