Las luces y sombras del Reglamento de IA: se aprobó tras cinco años de trabajo y ahora su entrada será progresiva
La norma que acaba de aprobarse podría generar cambios en nuestras normas procesales o en el Código Penal
De izquierda a derecha: David Gómez, ‘managing partner’ de Baylos; Gerard Guiu, director general de ANDEMA; María Freixa, ‘Brand Protection Manager’ de Corsearch; y Mauro Muñoz, técnico de patentes de la OEPM, posando en el plató de Economist & Jurist durante una pausa del debate.
Las luces y sombras del Reglamento de IA: se aprobó tras cinco años de trabajo y ahora su entrada será progresiva
La norma que acaba de aprobarse podría generar cambios en nuestras normas procesales o en el Código Penal
De izquierda a derecha: David Gómez, ‘managing partner’ de Baylos; Gerard Guiu, director general de ANDEMA; María Freixa, ‘Brand Protection Manager’ de Corsearch; y Mauro Muñoz, técnico de patentes de la OEPM, posando en el plató de Economist & Jurist durante una pausa del debate.
En este debate, organizado por ANDEMA en colaboración con OEPM, acerca de la estrecha relación entre la IA y las marcas en el plató televisivo de Economist & Jurist, otra de las cuestiones que debatieron los expertos tuvo que ver con el marco normativo, el Reglamento de IA, que acaba de aprobarse y que ya genera polémica por su regulación y su entrada en vigor de forma progresiva.
Fue en este asunto donde se produjo un interesante intercambio de opiniones entre David Gómez, managing partner de Baylos y Mauro Muñoz técnico de patentes de OEPM, sobre dicha normativa que sintetizamos a continuación.
Gerard Guiu, como moderador del debate, recordó a los ponentes el trabajo hecho por ANDEMA, la OEPM y el despacho ClarkeModett “centrado en cómo aplicar las herramientas de IA para la persecución de los criminales en la lucha contra las falsificaciones. De las conclusiones de ese estudio queda claro que, aunque el uso ayuda a luchar contra las infracciones, nos queda mucho de conocer y saber al respecto”. Y es que habrá que ver ahora si estas herramientas se adaptan al nuevo Reglamento de IA europeo.
A este respecto, David Gómez, resalto que “el principal exponente tiene que ver con la aprobación del Reglamento de IA, aprobado recientemente tras cinco años de trabajo. Al mismo tiempo sabemos que su aplicación será gradual y que no entrará en vigor hasta dentro de dos años a partir de su publicación, por lo que, como pronto, hasta 2026 no será de obligado cumplimiento. Eso implica que la norma habrá tardado casi 10 años desde que se puso en marcha hasta su entrada en vigor, por lo que con los rápidos avances de la IA, la norma puede nacer desfasada. Se necesitaría mucha más agilidad».
En este contexto, Muñoz, desde la OEPM, coincidió con Gómez al indicar que está claro que hay un problema de adecuación de normativa, “a este respecto, en China y EEUU dejan que el mercado avance hasta que pase algún acontecimiento o suceso importante y, entonces, regulan. Por su parte, la UE presume de haber aprobado dicho Reglamento, pero por desgracia nos quedamos detrás del desarrollo tecnológico frente a estos otros países”.
En su opinión, “es un poco contradictorio que en Europa nos hagamos cumplir unas normas que en otros lugares del mundo no se van a cumplir. En muchos casos vamos a tener que comprar sus productos. En nuestro caso puede haber sistemas que vulneren esa regulación europea como ha pasado con CHATGPT y los problemas con esta normativa. Al final, es posible que muchos usuarios se conecten a servidores de EEUU para utilizar otro tipo de herramientas”.
Desde su punto de vista, sobre cómo afrontar el Reglamento Europeo de IA, Mauro Muñoz , resaltó que “la UE ha facilitado una herramienta para comprobar que las empresas cumplan con esta nueva normativa europea. Ahora no existen muchos expertos en esta materia. Se trata de saber si realmente infringen desde el principio”.
En su opinión, una cuestión positiva de la IA es que “al abordar temas diferentes, permite ver la situación desde perspectivas distintas. Al final se trata de poder tener normas de sentido común para afrontar estos retos. Por el momento, la posición de las administraciones publicas ante la IA es reactiva. Creo que faltan expertos para adaptarse a este tipo de cuestiones por lo que se está viendo”.
Al mismo tiempo, recordó que estaba finalizando su grado en derecho y estaba haciendo su tesis doctoral sobre la IA generativa, en concreto los deepfakes y la pornografía infantil: “A la hora de calificar los delitos es posible que haya que reinterpretar los artículos del Código Penal. Las herramientas de IA tienen el doble valor de ayudar a la protección de la marca y, desde el otro lado, pueden ayudar a que se cometan infracciones”.
Para David Gómez, “nuestro país y Europa son muy regulatorios a todos los niveles, es muy complejo a veces conocer todas las normas existentes tanto a nivel nacional como comunitario. Sobre el Reglamento de IA que se ha creado, ya conocemos su problemática y probablemente habrá que hacer modificaciones en otras normas a las que afecta como el Código Penal, normativa procesal…».