Los tribunales tumban por cuarto año consecutivo las medallas de plata de Interior a mandos jubilados

El Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 9 ha tumbado la concesión de medallas de plata –pensionadas– a seis comisarios principales de Policía Nacional jubilados a los que el Ministerio del Interior premió el año pasado con esa condecoración, la de mayor categoría que puede recibir un agente en vida, y que lleva aparejada un incremento del 15% de las retribuciones de los condecorados.

Según ha dictaminado, la Orden General Extraordinaria 2673, de 13 de septiembre de 2023, por la que se concedió el ingreso en la Orden del Mérito Policial con la medalla de plata no es conforme a Derecho y se declara nula. Resolución contra la que no cabe recurso alguno. Por tanto, las medallas han de retirarse.

La sentencia, dictada el 27 de junio (85/2024), la firma la magistrada titular del Juzgado, Eva María Alfageme Almena. Con esta resolución vuelven a ser anuladas las medallas de plata por cuarto año consecutivo.

La medalla roja supone un incremento del 10%, la de plata un 15%, y la de oro, destinada a agentes fallecidos en acto de servicio, un 20%, como dispone la Ley 5/64, de 29 de abril, sobre condecoraciones policiales.

«Los tribunales tumban de nuevo la concesión de estas condecoraciones porque Interior incumple la norma premiando a mandos por el mero hecho de pasar a la situación de jubilados», declara a Economist & Jurist Víctor Vigil, secretario general de la Confederación Española de Policía (CEP), sindicato que presentó un recurso ante la Audiencia Nacional (AN) contra dicha decisión alegando vulneración de la normativa y procedimientos que regulan la concesión de condecoraciones en Policía Nacional, al igual que hicieron otras organizaciones sindicales.

Vigil critica que Interior esté concediendo medallas pensionadas «para premiar una trayectoria profesional cuando para eso ya existe otra distinción, la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco», y destaca que «quienes realmente la merecen la medalla de plata son cientos de compañeros que arriesgan su vida cada año en intervenciones, máxime en la situación actual, en la que cada vez hay más agresiones a policías y, además, cada vez son más lesivas».

(Foto: RTVE)

Critican que Marlaska conceda medallas pensionadas para premiar una trayectoria profesional cuando para eso ya existe otra distinción

«Esta decisión judicial acredita, una vez más, que el Ministerio del Interior vulneró los requisitos establecidos para conceder ese destacado reconocimiento», sentencia la CEP.

En esta última convocatoria de ingreso en la Orden del Mérito Policial –la siguiente será el próximo mes de septiembre– habían sido recompensados profesionalmente diferentes miembros de la escala superior que recientemente se habían jubilado o iban a hacerlo: un comisario general de Policía Científica, un jefe de la División Económica y Técnica, un jefe de la División de Formación y Perfeccionamiento, y jefes superiores de Baleares, Murcia, y Castilla y León.

La CEP destaca que «con esta resolución judicial, Interior vuelve a ver cuestionada su estrategia de premios de fin de carrera a determinados mandos que se jubilaron y que en ningún caso corrieron un riesgo físico real que pudiera justificar siquiera el plantear la concesión de una condecoración».

Reforma de la ley

Desde este sindicato reclaman a Interior que «ponga fin a este bochorno, que ha llegado ya demasiado lejos», y «cese en la concesión de este tipo de condecoraciones, que deben reservarse para policías en activo que realmente se hayan jugado la vida en una intervención». «Hacemos un llamamiento para acabar ya con una práctica que no se ajusta a Derecho y que pervive porque desde el Ministerio se consiente, permite y tolera», indica.

En este sentido, recuerda que la Ley que regula las condecoraciones en Policía Nacional cumple sesenta años, tras su entrada en vigor en 1964. Y que «tanto este como anteriores Gobiernos se han negado a poner fin a una norma obsoleta que debería derogarse hoy mismo y ser sustituida por otra transparente, objetiva y sin espacio para la arbitrariedad».