Perdonados casi 100.000 euros a un hombre que se endeudó tras no renovarse la póliza de crédito convertida en ICO de su cafetería
La pandemia del coronavirus pasó factura al establecimiento, ya que estuvo cerrado durante largos periodos de tiempo y perdió clientes
(Imagen: E&J)
Perdonados casi 100.000 euros a un hombre que se endeudó tras no renovarse la póliza de crédito convertida en ICO de su cafetería
La pandemia del coronavirus pasó factura al establecimiento, ya que estuvo cerrado durante largos periodos de tiempo y perdió clientes
(Imagen: E&J)
El Juzgado de lo Mercantil número 11 de Barcelona ha perdonado una deuda de 90.502 euros a un vecino de la localidad barcelonesa de Tordera que se vio inmerso en una situación de insolvencia tras no serle renovada la póliza de crédito que tenía de su cafetería, la cual, además, su banco había convertido en un ICO durante la pandemia del coronavirus.
El juez le ha exonerado del pasivo insatisfecho gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad. Un caso que ha llevado Bergadà Abogados, despacho especializado en Derecho concursal.
La situación de insolvencia tiene su origen en las consecuencias de la crisis de la pandemia. Este negocio familiar tuvo que permanecer «largos periodos cerrado al público y, posteriormente, estuvo sometido a grandes restricciones, lo que derivó en una grave situación económica y financiera», según explica la abogada del caso, Marta Bergadà, socia fundadora de Bergadà Abogados.
«El COVID-19 fue el detonante de toda la situación que durante los años siguientes fui arrastrando, ya que nos afectó mucho y de la noche a la mañana tuvimos que cerrar durante meses por las restricciones, lo que también provocó la pérdida de clientes», detalla el afectado.
A su vez, al no poder generar ingresos, no pudo hacer frente a los compromisos de pago y ello derivó en incumplimientos. Por esta razón, recurrió a una póliza de crédito y líneas de financiación, que «cada vez se fueron haciendo más grandes». Además, según explica, el dicha póliza fue transformada por su entidad bancaria en un préstamo ICO, pero en 2022 venció y no quisieron renovársela. «Fue ahí cuando ya surgieron todos los problemas y los males de cabeza que se han ido arrastrando», precisa.
La socia fundadora de Bergadà Abogados señala que «la hostelería fue uno de los sectores más castigados por la pandemia del coronavirus debido a las duras restricciones que se impusieron». «Muestra de ello es que numerosos empresarios que hasta esa fecha no habían tenido problemas financieros se vieron inmersos en una situación de insolvencia», apunta.
Durante meses, el núcleo familiar pasó a depender tan sólo de los ingresos de la que por aquel entonces era su mujer, por lo que tuvieron que recurrir a la ayuda económica de familiares y de distintas entidades de crédito. Hasta finales del año pasado tan sólo pudo hacer frente al pago de las cuotas de los préstamos personales y tarjetas solicitadas para afrontar los gastos diarios de la familia y el mantenimiento del negocio.
Además, «toda esa situación conllevó un gran estrés», y acabó pasando factura a la familia, hasta el punto de que la pareja terminó separándose. «Las deudas nos afectaron directamente en la relación de pareja. Han sido dos años realmente malos», explica.
En octubre del año pasado un amigo le recomendó que se pusiera en contacto con Bergadà Abogados, ya que Marta Bergadà y su equipo habían llevado su caso y habían logrado que se le perdonara una importante deuda.
«Este hombre estaba estaba en una situación límite, tanto por la insolvencia como por lo que había provocado ésta. Al exponernos su caso y aportar toda la documentación que le pedimos vimos que se trataba de un deudor de buena fe, una premisa clave para poderse acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad, por lo que se inició el correspondiente procedimiento», indica su abogada.
La buena noticia llegó recientemente, cuando el titular del Juzgado de lo Mercantil 11 de Barcelona dictó el auto mediante el que se le exoneraba de su deuda. «Cuando me llamaron de Bergadà Abogados me sentí muy aliviado, pero también he de reconocer que a raíz de esa situación de insolvencia he perdido muchísimo, ya que hay cosas que no podré recuperar. No obstante, ahora podré comenzar de cero y sin tener que pensar constantemente en las deudas que tenía», manifiesta.
Marta Bergadà destaca que muchos empresarios que se han puesto en contacto con su despacho coinciden en que su endeudamiento se originó durante la pandemia del coronavirus. Esta letrada hace hincapié en que «siendo deudores de buena fe la Ley de la Segunda Oportunidad es perfecta para dejar ese oscuro pasado atrás y ver el futuro con mucho más optimismo».