Rusia abandona el diálogo y despliega tropas en el este de Ucrania
Vladimir Putin reconoce la autonomía de las regiones de Lugansk y Donetsk
Carros de combate rusos. (Foto: RTVE)
Rusia abandona el diálogo y despliega tropas en el este de Ucrania
Vladimir Putin reconoce la autonomía de las regiones de Lugansk y Donetsk
Carros de combate rusos. (Foto: RTVE)
Todo cuanto está sucediendo entre Ucrania y Rusia se asemeja a una partida de Risk. El Kremlin ha alcanzado este lunes un punto de no retorno: ha reconocido la independencia de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.
La declaración de Vladimir Putin tras salir del Consejo de Seguridad ruso, organizado con urgencia, supone un portazo a la vía de diálogo mantenida estas últimas semanas con Estados Unidos, Francia y Alemania. Esta última medida permitiría a Moscú enviar tropas para defender a la ciudadanía rusófona ubicada en estas dos repúblicas.
No sorprende, sin embargo, este comportamiento de Moscú, puesto que ya se admitían en Rusia los pasaportes emitidos en estos territorios y desde noviembre del año pasado no se ha aplicado ninguna restricción a la exportación e importación de los bienes que circulan entre Rusia y estas dos repúblicas.
En un mensaje emitido en directo hacia la nación rusa, Vladimir Putin ha defendido que Ucrania es Rusia. “Son nuestros colegas, camaradas, allegados, parientes, aquellos que están unidos a nosotros por lazos familiares y de sangre”, ha admitido comentando, a su vez, que este país se ha convertido en “una colonia de marionetas de Estados Unidos”.
En su discurso, nada conciliador, ha admitido que durante la disgregación de la Unión Soviética se otorgó a las republicas “el derecho a abandonar la Unión sin ningún tipo de condiciones” y ha cuestionado este derecho de independencia de las antiguas repúblicas, ahora naciones reconocidas por gran parte de la comunidad internacional.
Además, Putin mencionó al Imperio ruso: “los ucranianos dilapidaron no solo todo lo que les dimos durante la URSS, sino incluso todo lo que heredaron del Imperio ruso. Incluso la obra creada por Catalina la Grande”.
Lo que el presidente ruso pretende camuflar como lección histórica con fines partidistas puede tener como fin asentar los argumentos de una invasión a gran escala a un país soberano.
Tras esta nueva postura adoptada por el Kremlin quedan dinamitados los Acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 que, si bien no han logrado detener las hostilidades en el este de Ucrania, han otorgado a determinadas zonas de la región de Lugansk y Donetsk una ley de estatus especial. Pero en su redacción no se admite la autonomía de estas dos.
Lo que sabemos hasta el momento es que Putin ha firmado varios decretos que autorizan el despliegue de tropas rusas en las localidades controladas por los independentistas en Lugansk y Donetsk; osease, territorio ucraniano de iure.
Reacción de EE.UU. y de sus aliados
Antes de comenzar esta semana, se especulaba que tanto Putin como su homólogo estadounidense, Joe Biden, se reunirían para calmar las tensiones y buscar una solución definitiva a esta crisis.
A pesar de la posición mostrada este lunes por el Kremlin, su portavoz, Dmitri Peskov, no cierra la puerta a una posible reunión bilateral: «por supuesto, no lo descartamos. Si es necesario los presidentes de Rusia y de EEUU pueden decidir en cualquier momento mantener contactos, ya sea por teléfono o físicamente. Será su decisión».
A través de un comunicado de su secretaria de prensa, Jen Psaki, la Casa Blanca ha respondido inmediatamente al anuncio de Putin asegurando que ya habían anticipado un movimiento como este y que el país está listo “para responder inmediatamente”. Con el respaldo de órdenes ejecutivas, Washington prohibirá toda inversión, transacción comercial y financiación a las dos regiones ucranianas y sancionará a todas las personas que operen allí. Se espera que el Despacho Oval fije más sanciones próximamente.
En la administración Biden se comenta que el discurso del líder ruso va dirigido a justificar la guerra y que Estados Unidos perseguirá la vía diplomática hasta que “los tanques se muevan”.
Desde la Unión Europea, los ministros de Exteriores de los Estados miembros se reunieron en la tarde de este lunes, siguiendo al mismo tiempo la reunión del Consejo de Seguridad ruso. El Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, instó a Putin que “respete los Acuerdos de Minsk y no reconozca los territorios del Donbás” y en caso de hacerlo, avisó: “reaccionaremos con fuerza y unidad”.
Con todas las cartas boca arriba, los líderes comunitarios han mostrado su completo rechazo a la decisión tomada por el Kremlin.
La presidenta del Parlamento europeo, Roberta Metsola, ha calificado esta acción de “violación flagrante del derecho internacional, la integridad territorial de Ucrania y los Acuerdos de Minsk”. La presidenta de la Comisión europea, Úrsula von der Leyen, se ha referido en un tuit con las mismas palabras y ha asegurado que tanto la UE como sus socios reaccionarán con “unidad, firmeza y determinación en solidaridad con Ucrania”.
A pesar de la determinación y el ímpetu mostrado por la administración comunitaria, el castigo a Rusia será, por el momento, limitado. Este mismo martes se reunirán los embajadores de los 27 países de la UE para determinar las sanciones.
Situación en Ucrania
Poco después de que hablara Putin a sus conciudadanos -y al mundo entero-, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, condenó las palabras del líder ruso: “Ucrania califica de manera inequívoca las últimas acciones de Rusia como una violación de la soberanía e integridad territorial de su Estado. Toda la responsabilidad por las consecuencias de dicha decisión recae en los dirigentes de Rusia”.
Zelenski aseguró que estas declaraciones y consiguientes acciones no alterarán las fronteras de su país reconocidas internacionalmente y señala que esta última decisión “socava los esfuerzos de paz y destruye los actuales formatos de negociación”.
Resulta difícil medir la temperatura existente en las oficinas gubernamentales de Kiev, pero desde la Ejecutiva de Zelenski lo apuestan todo al apoyo de sus aliados. Nada más escuchar las palabras de Putin, el líder ucraniano llamó a Biden y solicitó reunir con urgencia al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cita que finalmente ha tenido lugar a las 8 de la tarde, hora Nueva York.
“Las próximas horas y días serán críticos”, ha admitido la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo. “El riesgo de conflicto mayor es real y debe ser evitado a toda costa”. Las naciones participantes en esta reunión han reprobado enérgicamente la última acción del Kremlin.
Con el diálogo casi extinto, los dos bloques que se enfrentan en este tablero con augurios bélicos se muestran dispuestos a hacer todo lo posible para que su tesis prevalezca sobre la otra. Rusia amenaza sin temer la respuesta de Estados Unidos y de sus aliados, que ahora les toca lanzar los dados.