Sara Segovia del Moral: “Una buena planificación es clave para gestionar los conflictos familiares y evitar su judicialización”
Esta abogada lidera el área de derecho de familia del despacho Garrido, una iniciativa pionera en los grandes bufetes
Sara Segovia del Moral, una pupila de Luis Zarraluqui, al frente de familia en Garrido. (Imagen: Garrido)
Sara Segovia del Moral: “Una buena planificación es clave para gestionar los conflictos familiares y evitar su judicialización”
Esta abogada lidera el área de derecho de familia del despacho Garrido, una iniciativa pionera en los grandes bufetes
Sara Segovia del Moral, una pupila de Luis Zarraluqui, al frente de familia en Garrido. (Imagen: Garrido)
Garrido es una firma multidisciplinar con una trayectoria de 30 años de excelencia y compromiso. A lo largo de este tiempo se ha convertido una firma de referencia en la abogacía de los negocios en España y ha hecho del servicio a medida y de la excelencia, sus señas de identidad.
Este despacho abrió sus puertas en 1992 como un despacho de abogados especializado en Derecho Tributario y Fiscal, de la mano de su presidente, Miguel Ángel Garrido, abogado, economista, inspector de Hacienda del Estado excedente y auditor de cuentas.
En la actualidad cuenta con 14 socios y más de 100 profesionales, se compone de abogados y economistas, lo que les permite un conocimiento profundo del negocio de sus clientes, a quienes dispensan un trato absolutamente personalizado y directo en áreas como Concursal, Corporate Compliance, Derecho Público, Económico-Forensic, Entidades No Lucrativas, Fiscal, Gestión de patrimonios- Family Office, Laboral, Litigación Civil y Arbitraje, M&A – Transacciones, Mercantil – Societario o Penal Económico – Delitos Económicos.
En este contexto, desde hace año y medio está operativa el área de Derecho de Familia bajo la supervisión de la abogada y directora de este área Sara Segovia del Moral, una profesional que se formó en el despacho de Luis Zarraluqui, presidente de honor de la AEAFA, y maestro de distintas generaciones de abogados de familia: “Aprendí mucho de este gran jurista, sobre todo a nivel de estrategia y de acompañamiento al cliente y gracias a un head hunter salió la oportunidad de recalar en una firma como Garrido”.
Ese contacto profesional con Garrido le permitió a nuestra interlocutora entrar en el departamento de litigación y arbitraje, “era una oportunidad que no podía desaprovechar con excelentes profesionales. Gracias a ese trabajo pude desarrollar la parte técnica de la abogacía para luego desarrollara a nivel de derecho de familia. En este último año y medio la firma ha apostado por el derecho de familia y ofrecer ese asesoramiento tanto a sus actuales clientes por asuntos que surjan, como a nuevos clientes que busquen algo específico”.
Esta jurista nos confirma que a lo largo de este año y medio los asuntos han llegado de diversa índole, la mayor parte de ellos relacionados con el derecho de familia. “Es un asesoramiento específico que ofrecemos a los conflictos familiares que surgen en las parejas y que es diferente del área de empresa familiar que ya se da por otros compañeros de nuestro despacho con un corte más empresarial”.
Desde su punto de vista, “apostamos mucho por el derecho preventivo para resolver la mayor parte de los asuntos que nos llegan, frente a la judicial. Creemos que en los tiempos que corren con una justicia colapsada y poco especializada es mejor apostar por un asesoramiento más preventivo para poder evitar conflictos, como los acuerdos prematrimoniales antes de esa boda y otras cuestiones. Hay que darse cuenta que cuando el cliente va a divorciarse poco margen de maniobra existe en ese escenario”.
El derecho de familia es transversal
La parte judicial nos indica que “llevamos todo tipo de procedimientos que tiene que ver con el menor, relaciones paternofiliales, medidas provisionales, liquidación de sociedad de gananciales tanto de mutuo acuerdo como judiciales, al igual que temas de curatela, menores, o las modificaciones de medida que cada vez proliferan más, entre otras cuestiones”.
A su juicio, “nuestros clientes tienen un perfil muy alto, conocemos sus necesidades y particularidades y en este tipo de contexto siempre es bueno trabajar desde el punto de vista preventivo para evitar que este tipo de asuntos se judicialicen sin remedio. Nosotros, gracias al trato que tenemos con ello, podemos planificar las relaciones futuras en el caso que puede surgir cualquier tipo de conflicto. La planificación es uno de los elementos que marca el trabajo de Garridos respecto a otros despachos”, comenta Sara.
En este sentido, nos señala la transversalidad de este derecho de familia “lo que hace que los abogados de Garrido trabajemos de forma coordinada. Estamos muy atentos a si en una operación mercantil se ven afectados los bienes gananciales de una pareja. El trabajo coordinado entre todos los departamentos es esencial para dar ese asesoramiento global y no perder ninguna oportunidad de apoyar a nuestros clientes en este tipo de conflictos familiares”.
Con este trabajo coordinado “lo que logramos es que el cliente se sienta amparado ante cualquier problema. Al final volvemos al tema de la planificación, clave para este trabajo profesional que hacemos en la firma y que trata de evitar que los conflictos se vayan de las manos y se desjudicialicen en un momento en el que los tribunales están colapsados por falta de medios materiales y humanos tras las huelgas de los LAJS y los funcionarios de justicia”.
Para esa jurista, “buscar acuerdos para resolver este tipo de asuntos es importante, sobre todo sabiendo la situación de los juzgados. Esos acuerdos pueden surgir en la fase inicial y también en la contenciosa cuando hay un procedimiento judicial de por medio. Vamos a ver la nueva organización de justicia con los tribunales de instancia en lugar de los juzgados como afecta a la resolución de estos asuntos para los que siempre es bueno que jueces, fiscales y abogados estén especializados en la materia”.
Desde su punto de vista, al igual que opinan otros juristas “es una lástima que no se haya logrado el consenso suficiente para que las secciones de familia, infancia y capacidad aparezcan de forma obligatoria en dichos tribunales como así es para los temas mercantiles. Contar con profesionales especializados siempre es bueno porque así se entienden cuáles son las necesidades reales de esa pareja que esta en conflicto familiar. Al final se busca una salida lo mejor posible que no siempre es factible si el conflicto se cronifica”.
En su opinión, “las diferencias de cómo se llevan esos asuntos se ven con esta justicia especializada. En CCAA como Madrid, que existen juzgados de familia, vemos el trato y la formación de los profesionales que intervienen en cualquiera de los procesos judiciales, frente a los juzgados de instrucción a los que les llegan muchas materias de todo tipo, con lo cual la calidad de su resolución se resiente realmente”.
Jueces y derecho de familia
Por el momento, si hay algo que caracteriza al derecho de familia es que son los jueces con sus sentencias los que están resolviendo muchos asuntos que preocupan a los ciudadanos. “Eso está generando mucha inseguridad jurídica porque en Madrid hay un poco mas de criterio y siguen las pautas del Supremo y de la Audiencia Provincial, pero fuera de esta CCAA la situación es diferente y no sabes a qué atenerse, dependiendo mucho del criterio subjetivo de cada juez”.
Cuestiones como la custodia compartida o la problemática de las parejas de hecho, falta de una regulación clara son los fallos de los tribunales quienes van marcando la pauta en los últimos años: “la ley marca que al casarte tienes unos derechos adquiridos, sino te casas al final no son los derechos, no son automáticos y hay que pleitear para conseguirlos en sede judicial. Se consiguen pero no es automático. Con lo cual no está de más aconsejar la figura del matrimonio por las ventajas que conlleva”.
En las separaciones, el tema de la vivienda es uno de los elementos claves para intentar resolver ese asunto: “aunque se haya hecho separación de bienes y capitulaciones previamente y el domicilio sea el de unas de las partes y no sea el domicilio familiar, la cuestión de la vivienda está ahí y es importante saber cómo se va a abordar. Este asunto se sitúa en primer plano cuando hay menores en esa pareja o si cuando se produce la ruptura uno de los cónyuges se siente desamparado. En este tipo de casos hay que buscar una alternativa habitacional para que no se quede en la calle”.
Sobre esta práctica de Derecho de Familia, en un escenario de cinco años es previsible que siga creciendo, “los casos que nos llegan se han incrementado de forma exponencialmente. Estamos ampliando el departamento para crear un equipo fuerte que siga ofreciendo el servicio en materia de derecho de familia que estamos dando a nuestros clientes. Nuestra apuesta es firme en un sector en el que la abogacía de los negocios de momento no ha entrado en ella”.