Tras la Cumbre de París, la UE apuesta por la IA con inversiones de unos 200.000 millones de euros frente a EE. UU. y China
El informe de Mario Draghi ya apuntaba la necesidad de que Europa se decantara por la innovación para ser más competitivo
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Ursula Vonderleyen anuncia, tras la cumbre de París, una inversión millonaria en la UE. (Imagen: Comisión Europea)
Tras la Cumbre de París, la UE apuesta por la IA con inversiones de unos 200.000 millones de euros frente a EE. UU. y China
El informe de Mario Draghi ya apuntaba la necesidad de que Europa se decantara por la innovación para ser más competitivo
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Ursula Vonderleyen anuncia, tras la cumbre de París, una inversión millonaria en la UE. (Imagen: Comisión Europea)
La Cumbre sobre Inteligencia Artificial (IA) de París, que concluyó este martes, reforzó la ambición de Europa de liderar una inteligencia artificial fiable, equilibrando innovación y regulación.
La iniciativa InvestAI, dotada con 200.000 millones de euros, impulsará la IA con gigafactorías, financiación público-privada y un enfoque industrial de la IA.
Para Josep Borrell, ex alto representante de la Unión Europea (UE), minutos antes de recibir el doctorado honoris causa de ICADE Comillas, declaró que «las inversiones son necesarias porque Europa está muy retrasada en comparación con Estados Unidos (EE. UU.) y China en materia de IA».
Un total de 60 estados y entidades supraestatales, como la Unión Europea, se han sumado a la declaración, que establece que una de las grandes prioridades debe ser «velar que la IA sea abierta a todos, inclusiva, transparente y ética, y que ayude a reducir brechas digitales», señaló.
Sin embargo, EE. UU. y Reino Unido se han desmarcado de este escenario por considerar excesiva la regulación en la UE. Otras prioridades señaladas incluyen fomentar la implementación de una IA que moldee positivamente el futuro del trabajo y los mercados laborales, y que ofrezca oportunidades para un crecimiento sostenible.
Al mismo tiempo, se habla de hacer que la IA sea sostenible para las personas y el planeta, y de reforzar la cooperación internacional para promover la coordinación en la gobernanza global.
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Javier Fernández-Lasquetty recuerda que el informe Draghi ya avisa de menos regulación para ser competitivo. (Imagen: Ramón y Cajal Abogados)
Es la oportunidad de Europa
Javier Fernández-Lasquetty, of counsel en Ramón y Cajal Abogados, es uno de los estudiosos en este país en materia de desarrollo tecnológico. «Europa debe hacer una inversión en IA importante, frente a las alternativas de Donald Trump con Stargate y la estrategia china. El informe de Mario Draghi ya lo apuntaba: un estudio serio y riguroso que señalaba este tema como clave para que la UE fuera competitiva».
Al mismo tiempo, destaca que «hay que darse cuenta de que Europa cuenta con una infraestructura industrial que le permitiría realizar desarrollos de IA perfectamente. Hay proyectos como Gaia-X y otros que buscan crear una red europea de instituciones. Creo que estamos en una buena posición para poner en marcha esta iniciativa. Francia y Alemania se han tomado el tema en serio, pese a sus problemas económicos. Esta inversión debería plantearse como una colaboración público-privada. Tenemos la capacidad de hacerlo».
Para este experto, «estos desarrollos de IA tendrían una aplicación directa en el tejido empresarial europeo, que es bastante sólido. Incluso es superior al de EE. UU. en algunas áreas, como la automoción, el transporte e, incluso, en sectores espaciales. Son sectores donde la aplicación de la IA puede generar una ventaja competitiva para Europa. Nos centramos en herramientas como ChatGPT y otras, que son útiles para proveer información, pero ya existía una IA aplicada al terreno industrial, donde Europa ha estado trabajando».
A juicio de este jurista, «al mismo tiempo podemos desarrollar más nuestra industria de defensa europea, que es bastante potente y que tendrá un papel importante en el futuro de la UE. Estaremos obligados a reforzar nuestro sistema de defensa europeo. Esto será positivo para la industria europea y la española, que cuenta con una infraestructura bastante importante. Ahí, la aplicación de la IA a sectores industriales será clave, como en el aeronáutico, entre otros. La incidencia de la IA puede ser muy relevante».
Este interlocutor señala que «en esta cumbre en Francia, junto con la presencia de países y grandes compañías como Google, también han estado presentes jurisdicciones como la India. Europa no solo puede desarrollar su infraestructura de IA, para lo cual tiene medios y una inversión muy favorable, sino que también puede establecer alianzas con otros países con los que colaborar, sin entrar en pugna directa con EE.UU. y China. En cuanto a la regulación de la IA, la ‘Declaración de París’ aboga por una IA segura y ética».
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Rodolfo Tesone indica que para la UE la IA es un elemento de soberanía estratégica, ha detenido el Reglamento de ePrivacy y la directiva sobre IA. (Imagen: Enatic)
Una cumbre europea clave para la IA
Por su parte, Rodolfo Tesone, presidente emérito de Enatic, resalta la trascendencia de la Cumbre Europea de París, donde considera que hay que reconocer el liderazgo de Emmanuel Macron, primer ministro galo. «Creo que la UE debe seguir apostando por lo que se conoce como la tercera vía. Frente al modelo totalitario chino y, en el otro extremo, el de EE. UU. con Donald Trump, existe una alternativa: el modelo europeo, que apuesta por la innovación, haciendo coincidir este desarrollo con la protección de los derechos fundamentales desde una IA responsable», asevera.
A su juicio, «desde esta apuesta por la IA debe haber un esfuerzo en la desburocratización de todas las regulaciones que impactan en las empresas y en el sector de IA europeo, ya que, en algunas ocasiones, estas normativas hacen inviable competir en el tablero global con el resto de organizaciones. Con el ejemplo de DeepSeek, la IA china, se ha comprobado cómo se reparten las cartas del juego. Sin embargo, Europa no está tan retrasada como pudiera pensarse. Esta gran macroinversión de 200.000 millones de euros implica una colaboración público-privada necesaria».
Este experto señala que se habla de crear cuatro gigafactorías: «Habrá que ver cómo se concilia esto con las siete que se prevén, una de las cuales estará en Barcelona, en el Centro de Supercomputación. Debe orientarse a un modelo abierto de colaboración. Para la UE, la IA no solo es un elemento de soberanía estratégica, sino que también se ha comprobado que la Comisión Europea ha puesto el freno de manera evidente al paralizar la directiva de responsabilidad por IA y el reglamento de ePrivacy. Esto tiene un cierto sentido, ya que, en protección de datos, ya existe una regulación, y sobre la IA contamos con una directiva sobre productos defectuosos».
Para Tesone, es clave comprender que «tan importante como la innovación es la agilidad, la velocidad y la capacidad de reaccionar a tiempo. No podemos ser maximalistas en la defensa de los derechos fundamentales; hay que mantener un equilibrio para seguir siendo competitivos. De esta forma, se pretende liderar la IA desde esa tercera vía, aunque es imprescindible hacer algún esfuerzo en la reducción de la burocracia».
«A partir de aquí, en la Cumbre de París, Vance, el vicepresidente de EE. UU., hizo una invitación para que la UE se convirtiera en un aliado más en el desarrollo de la IA. Son conscientes de que hay un tema de seguridad global frente al gigante chino. Veremos cómo evolucionan los próximos acontecimientos», prosigue.
En este escenario, este jurista señala que «es clave analizar cómo afectará este nuevo marco regulatorio a la IA, en cuanto a su restrictividad o flexibilidad. Esto determinará si hay que levantar el pie del acelerador a nivel regulatorio o, como defendemos desde la abogacía digital, si en cualquier caso es fundamental que las organizaciones apuesten por una IA confiable y responsable. Esto garantizará que nuestras soluciones sean competitivas, orientadas al mercado y rentables. Al final, lo que se busca es que estas herramientas sean realmente responsables».
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Ofelia Tejerina pide que este incremento en inversiones no se traduzca en un recorte considerable de la inversión. (Imagen: Asociación de Internautas)
Regulación como plan B
Para Ofelia Tejerina, abogada, doctora en derecho constitucional y presidenta de la Asociación de Internautas, «frente a la estrategia de EE. UU. y China de innovar sin parar, debemos analizar cuál será el papel de Europa en esta carrera por la innovación en IA. Nosotros quizás tenemos el desafío de resolver los problemas que la regulación genera a veces para la innovación. Con el Reglamento de IA, esta innovación debería ser segura y responsable, de modo que, cuando haya daños, sepamos quién responde, algo que a EE. UU. y China parece no importarles mucho».
Desde su punto de vista, «hay que darse cuenta de que nuestros competidores se basan más en el ensayo y error que en la prevención. Si solo se mide esta cuestión con números y estadísticas, Europa tiene las de perder. Sin embargo, si pensamos en el ser humano como fin y eje central, lo que hace que la tecnología y la IA estén supeditadas a él, entonces la regulación no es un problema. Al contrario, debe ser el impulso para un mercado limpio y seguro, que es lo que realmente queremos los ciudadanos».
En opinión de esta jurista, «es posible que una parte de la regulación sea algo restrictiva, pero de ahí a calificarla como un freno a la innovación hay un gran trecho. No debe generarse ese debate. Muchas innovaciones son cómodas y útiles, pero no están exentas de riesgos. Esta carrera tecnológica entre distintas potencias debe contar con un respaldo o una red de seguridad para cuando surja un problema. No sabemos realmente qué va a ocurrir a corto y medio plazo, pero hay que tener claro hacia dónde queremos ir».
Desde su perspectiva, «esta carrera tecnológica de Europa frente a los gigantes de EE.UU. y China ha provocado el freno en la implementación de la directiva de IA. En su lugar, se está aplicando otra normativa sobre productos defectuosos, que también puede emplearse en caso de daños a terceros generados por defectos en la IA o en cualquier otro producto. Existe una preocupación real por la situación actual y por el hecho de que la directiva de IA haya sido paralizada. Cuando se habla de invertir en tecnología, no se suele oír hablar de invertir en un plan B».
Para Ofelia Tejerina, «es fundamental invertir en ese plan B por si el desarrollo de la innovación falla. En el caso de un colapso de infraestructuras críticas en materia de IA, es necesario contar con una estrategia de contingencia. Innovar sin regulación y sin plan B es preocupante. No se puede hablar de progreso en esos términos bajo ningún concepto. En este contexto, habrá que ver qué hace nuestro país y si tiene la capacidad de inversión necesaria para mantenerse en esta lucha por la innovación».
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Borja Adsuara es partidario de una democratización mayor de esas inversiones de IA, en un ecosistema digital que está por definir (Imagen: Cesión propia)
Hay que abrir los repositorios de datos
Borja Adsuara, abogado y jurista digital, intervino esta semana en el Senado en una de sus comisiones para hablar sobre la IA y su aplicación en España. En este contexto, declaró que, «antes de realizar estas inversiones, se deben crear las condiciones adecuadas para desarrollar un ecosistema digital de IA donde coexistan empresas grandes, medianas y pequeñas. En España se pueden hacer muchas cosas, entre ellas, definir lo que sería un habeas corpus en IA. Se trata de abrir esos corpus, es decir, repositorios de datos, para que múltiples empresas puedan integrar sus inteligencias artificiales con datos públicos. Por ejemplo, si los datos de las sentencias del Cendoj fueran accesibles, podrían desarrollarse aplicaciones basadas en ellas».
Para este jurista, «esta información se entrega a las editoriales, mientras que empresas y particulares no podemos acceder a ella. Debería existir un corpus abierto para que las empresas de IA pudieran desarrollar aplicaciones con esta tecnología. Sin embargo, por ahora, solo hay convenios con editoriales a cambio de grandes sumas de dinero. En este contexto, la Ley de Reutilización de Datos del Sector Público establece que estos datos deben abrirse. En España hay mucho talento: la mayoría de las empresas cuentan con profesionales españoles, pero es necesario crear condiciones que permitan el crecimiento de empresas nacionales».
Este experto recuerda que «lo que ha anunciado la Comisión Europea está orientado principalmente a empresas francesas. El habeas corpus de datos supone abrir los repositorios de datos públicos para que las empresas españolas puedan entrenar sus inteligencias artificiales. Como mencioné en el Senado, es necesario presentar una proposición de ley que imponga un régimen sancionador a las administraciones que no abran sus datos. Sobre estas inversiones millonarias, hay que ser conscientes de que no existen redes sociales europeas. En España, en su momento, tuvimos Tuenti, que llegó a tener más usuarios que Facebook, pero terminó desapareciendo. Necesitamos entornos regulatorios europeos que faciliten la creación de redes sociales y empresas tecnológicas que puedan competir con EE. UU. y China».
En su opinión, «a nivel de IA, faltan redes europeas. Existen proyectos como Mistral y algunas iniciativas más pequeñas en España, pero no se ha generado el contexto regulatorio ni el ecosistema adecuado que incentive la aparición de nuevas empresas. Un ejemplo es el Centro de Supercomputación de Barcelona, donde se están dirigiendo las mayores inversiones en IA. Algo similar ocurrió hace años en el sector cultural, donde muchas de las inversiones públicas iban a organismos estatales, dejando fuera a numerosas empresas del sector. Al final, la clave es abrir tanto la financiación como los repositorios de datos mediante la Ley de Reutilización de Datos Públicos. Si esos datos están abiertos y anonimizados, todo el mundo debería poder utilizarlos».
Borja Adsuara enfatiza que «la IA no es solo el algoritmo, sino los datos con los que se alimenta ese algoritmo. Sin datos disponibles, es difícil que exista una IA española competitiva. Habrá que observar cómo evoluciona el sector en nuestro país, pero es fundamental democratizar las inversiones en IA dentro de un ecosistema digital que aún está por definir. Lo importante no es tanto cuánto dinero se va a invertir, sino cómo se va a invertir en el corto y medio plazo. Hay que sembrar para evitar que las inversiones queden en las mismas manos de siempre».
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Según la Comisión Europea, IA europea será confiable y respetuosa con los derechos humanos. (Imagen: Comisión Europea)
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