¿Cuáles son las ventajas de hacer deporte de forma frecuente?

Se ha demostrado que el ejercicio regular ayuda a aumentar los niveles de energía y a mejorar el estado de ánimo. También puede estar asociado a muchos otros beneficios para la salud, como un menor riesgo de padecer enfermedades crónicas. El ejercicio se define como cualquier movimiento que haga trabajar los músculos y obligue al cuerpo a quemar calorías.

Hay muchos tipos de actividad física, como nadar, correr y caminar, por nombrar algunos. Se ha demostrado que mantenerse activo tiene muchos beneficios para la salud, tanto física como mental. Incluso puede ayudar a vivir más tiempo.

De hecho, los expertos recomiendan llevar un balance de deporte y ocio, o incluso combinarlo. Por ejemplo, una buena rutina de deporte permite disfrutar de cualquier tipo de entretenimiento. El entretenimiento puede ser desde jugar a ruletas online en Casino777 o jugar a videojuegos competitivos.

A continuación, echamos un vistazo a algunas de las ventajas que tiene el hacer deporte de forma continuada.

El ejercicio puede hacerte más feliz

Se ha demostrado que el ejercicio mejora el estado de ánimo y disminuye los sentimientos de depresión, ansiedad y estrés. Los autores de un estudio de 2019 encontraron que 10-30 minutos de ejercicio es suficiente para mejorar el estado de ánimo.

El ejercicio puede aumentar la sensibilidad cerebral a la serotonina y la norepinefrina. Estas hormonas alivian los sentimientos de depresión. También puede aumentar la producción de endorfinas, que ayudan a producir sentimientos positivos y a reducir la percepción del dolor.

Dejar de hacer ejercicio también puede afectar al estado de ánimo. Varios estudios descubrieron que las personas activas que dejaron de hacer ejercicio regularmente experimentaron aumentos significativos en los síntomas de depresión y ansiedad, incluso después de solo unas semanas.

Ayuda a mantener un buen peso

La inactividad puede desempeñar un importante factor en el aumento de peso y la obesidad, que pueden acarrear complicaciones de salud. El ejercicio puede ayudarte a controlar tu peso contribuyendo al gasto energético, también conocido como gasto.

El cuerpo gasta energía de tres maneras: digiriendo los alimentos, haciendo ejercicio y manteniendo las funciones corporales, como los latidos del corazón y la respiración. Una ingesta reducida de calorías puede reducir la tasa metabólica, lo que puede retrasar temporalmente la pérdida de peso. Sin embargo, el ejercicio regular puede aumentar la tasa metabólica. Esto puede quemar más calorías y ayudar a controlar el peso.

Combinar el ejercicio aeróbico con el entrenamiento de resistencia también puede maximizar la pérdida de grasa y el mantenimiento de la masa muscular. Esto podría ayudarte a controlar el peso, mantener la masa muscular magra y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Es bueno para los músculos y huesos

El ejercicio desempeña un papel vital en la construcción y el mantenimiento de músculos y huesos fuertes. A medida que las personas envejecen, tienden a perder masa muscular, fuerza y funcionalidad. Esto conlleva un mayor riesgo de lesiones. Practicar una actividad física regular es esencial para reducir la pérdida de masa muscular y mantener la fuerza a medida que se envejece.

El ejercicio también ayuda a aumentar la densidad ósea. Se ha descubierto que el ejercicio regular mejoraba significativamente la densidad ósea en los huesos de la columna lumbar, el cuello y la cadera. Esto puede ayudar a prevenir la osteoporosis más adelante en la vida. Los ejercicios de impacto como la gimnasia, correr o el fútbol pueden ayudar a promover una mayor densidad ósea que los deportes sin impacto como la natación y el ciclismo.

Aumenta los niveles de energía

El ejercicio puede ayudar a aumentar tus niveles de energía a la vez que ayuda a reducir la fatiga. Esto puede ser útil para las personas que tienden a sentirse cansados a lo largo del día. El ejercicio aeróbico estimula el sistema cardiovascular y mejora la salud pulmonar, lo que puede ayudar a mejorar los niveles de energía.

El corazón bombea más sangre cuando se mueve, llevando más oxígeno a los músculos que trabajan. Con el ejercicio regular, el corazón se vuelve más eficaz a la hora de transportar oxígeno a la sangre. Con el tiempo, el ejercicio exige menos a los pulmones. Ésta es una de las razones por las que, según la Asociación Americana del Pulmón, cada vez te cuesta menos respirar durante el ejercicio.

Mejora la salud de la piel

La piel puede verse afectada por el estrés oxidativo del organismo. El estrés oxidativo se produce cuando las defensas antioxidantes de su cuerpo no pueden reparar completamente el daño celular causado por compuestos conocidos como radicales libres. Esto puede dañar la estructura de las células y afectar negativamente a la piel.

La actividad física intensa y exhaustiva puede contribuir al daño oxidativo. Sin embargo, varios estudios sugieren que el ejercicio moderado regular puede en realidad ayudar a aliviar el estrés causado por los radicales libres. El ejercicio regular puede ayudar a retrasar la aparición del envejecimiento cutáneo, prevenir la psoriasis y mejorar las úlceras venosas de las piernas.

Potencia la memoria

El ejercicio puede mejorar la función cerebral y proteger la memoria y la capacidad de pensar. Para empezar, el ejercicio aumenta el ritmo cardíaco. Esto favorece el flujo de sangre y oxígeno al cerebro. También puede estimular la producción de hormonas que mejoran el crecimiento de las células cerebrales.

Por ejemplo, se ha demostrado que el ejercicio hace que el hipocampo aumente de tamaño, lo que puede ayudar a mejorar la función mental. Esta parte del cerebro es vital para la memoria y el aprendizaje. La actividad física regular es importante en los adultos mayores, ya que puede ayudar a ralentizar los efectos fisiológicos del envejecimiento en el cerebro.

Impacto en la calidad del sueño

El ejercicio regular puede ayudarte a relajarte y a dormir mejor. Puede ayudar a mejorar la calidad del sueño porque la pérdida de energía que se produce durante el ejercicio estimula los procesos restaurativos durante el sueño.

Además, el aumento de la temperatura corporal durante el ejercicio puede ayudar a que disminuya durante el sueño, lo que podría promover un mejor sueño. Tanto el estiramiento como el ejercicio de resistencia ayudan a mejorar la calidad y la duración del sueño, al mismo tiempo que disminuye la cantidad de tiempo que se tarda en conciliar el sueño.