Dominio de la comunicación , la clave del éxito de los abogados
Dominio de la comunicación , la clave del éxito de los abogados
Joan Martínez. (Imagen: E&J)
Una efectiva utilización de la comunicación es muy importante en la sociedad en la que vivimos, puesto que la forma de comunicar es tan importante como el contenido. Pero es en el entorno judicial donde adquiere una especial relevancia.
Los abogados están obligados a comunicar en un ambiente hostil, el de un juicio, y por esto tienen que vigilar especialmente sus recursos para no entrar en un juego conflictivo con el juez y su oponente tanto a nivel verbal como no verbal. En este contexto, los profesionales del derecho necesitan pautas para poder resistir las tensiones y el estrés y así poder salir victoriosos del enfrentamiento.
El objetivo primordial de los abogados es convencer para así poder ganar un juicio, pero hay factores que dificultan esta tarea: por una parte el entorno especialmente hostil en que comunican (como hemos comentado), la presión del juez y del abogado adverso que quieren crear una comunicación conflictiva, y por último el poder de la jerarquía personalizada en el juez.
Todos estos factores favorecen la aparición de signos de nerviosismo y pueden provocar la pérdida del control y el dominio de los recursos de comunicación ya que se tienen que enfrentar a una situación psicológicamente fuerte. Es por esto que los abogados necesitan conocer técnicas y pautas que les ayuden a trasmitir seguridad, tranquilidad y firmeza para así convencer mejor.
Un problema para los abogados es que tienen poco tiempo para hablar y muchas cosas que decir con lo que adquieren un ritmo de palabra acelerado, sin pausas, con un tono monocorde… que genera estrés. Para evitarlo es necesario conocer técnicas de relajación y controlar los recursos verbales.
Otra de las dificultades a las que se enfrentan los abogados es la postura en la que llevan a cabo la defensa de su cliente. El estar sentados provoca cierta inhibición de los recursos y además favorece la percepción de los signos de nerviosismo y malestar por parte de los demás.
A pesar de que la oratoria tiene una innegable importancia para los abogados, es una enseñanza excluida en el mundo universitario. En una sociedad donde la comunicación marca la diferencia es vital el dominio de los recursos del lenguaje tanto verbal como no verbal.
Una oratoria atractiva, fluidez en el lenguaje, firmeza y confianza en sí mismo son elementos fundamentales en un entorno donde la persuasión es a la vez una necesidad y uno de los factores claves del éxito.
La modificación del enjuiciamiento civil, que ha entrado en vigor a primeros de este año, ha reforzado la importancia de las declaraciones verbales, tanto de los interesados, como de sus testigos, provocando que la oratoria haya cobrado una mayor trascendencia aún.
La improvisación de los interrogatorios exige, tanto de los declarantes como de los propios abogados, un estado de ánimo sereno para poder mantener su credibilidad ante el juez. Por esto es importante conocer técnicas de relajación y respiración ya que éstas potencian algunos recursos de la comunicación y favorecen la concentración.
ExpresArte, con la colaboración de profesionales del Derecho, ha elaborado programas de preparación específica para optimizar el rendimiento tanto de los abogados como de los testigos en sus intervenciones judiciales eliminando factores emocionales o técnicos que generan ansiedad y dificultan la comunicación de las ideas.
El objetivo de las formaciones de ExpresArte es ayudar a los abogados en las siguientes áreas:
q Descubrir su potencial de expresión para conseguir un mejor dominio de su comportamiento profesional.
q Incrementar su capacidad de comunicación.
q Aumentar su poder de convicción y persuasión.
q Contribuir a un mayor desarrollo de su imagen personal y de liderazgo.
ExpresArte organiza formaciones dirigidas especialmente a abogados, totalmente a medida, trabajando para ello con grupos reducidos de un máximo de seis profesionales. En este módulo se trabajan las técnicas de comunicación verbal y no verbal aplicándolas, finalmente, a un caso concreto para poder practicar las técnicas aprendidas y ver de forma inmediata las mejoras.
En un mismo nivel de conocimientos, las cualidades personales en oratoria son las que marcan la diferencia y los abogados, más que nadie, necesitan una expresión máxima de estas potencialidades.
Saber comunicar, captar la atención y transmitir un mensaje con gran poder de persuasión son características fundamentales y necesarias en el ejercicio de la abogacía.
Hay algunos trucos para mejorar la comunicación de los abogados:
ü Preparación corporal
Á® Aflojar tensiones corporales con respiración abdominal.
Á® Mantener una postura corporal abierta, con anclaje firme de los pies.
Á® Tener dominio de los gestos (evitar brazos cruzados y manos en los bolsillos).
Á® Relajar la cara y sonreír.
Á® Tener una mirada firme, amena y serena.
ü Preparación mental
Á® Centrar la mente en un punto preciso del cuerpo.
Á® Tener una visión positiva de sí mismo y de su auditorio.
Á® Concentrarse en su objetivo (¿qué quiero preguntar?. ¿por qué quiero preguntarlo, ¿cómo lo voy a preguntar?)
Á® Memorizar rápidamente las tres primeras frases de su presentación.
ü Preparación de la expresión oral
Á® Potenciar la voz en el arranque.
Á® Apoyarse en la respiración, para no acelerarse, y poner silencios.
Á® Cambiar las entonaciones, para evitar un tono monocorde en el discurso.
Á® Entonar al principio de cada frase, y justo antes de una pausa.
Á® No bajar la voz al final de la frase, sino hacer una pausa larga.
Á® Destacar una palabra clave, entonando.
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