Empresas en expansión ¿endeudarse o buscar socios financieros y de capital riesgo?
Empresas en expansión ¿endeudarse o buscar socios financieros y de capital riesgo?
1.- Introducción
Desde este punto de vista, las empresas en expansión resultan sumamente atractivas dadas sus enormes posibilidades de crecimiento rápido y sostenido. Cuanto mayor sea el crecimiento se incrementa el riesgo pero, por otro lado, también se incrementan los posibles beneficios a obtener. Cualquier inversor sopesará muy detenidamente el hecho de incorporarse o no a esa empresa. A ello dedica enormes esfuerzos y tiempo
2.- ¿Por qué endeudarse si se puede tener socios?
La respuesta afirmativa a esta pregunta resulta fundamental a la hora de decidirse a apostar por inversores de capital riesgo para nuestro negocio. La situación habitual consiste en aquel empresario que, por uno u otro motivo, ha orientado su negocio y los resultados están siendo positivos. Con esta situación decide que ha llegado el momento de afrontar una expansión más ambiciosa que la que ha tenido hasta el momento. Por supuesto requiere para ello de unos fondos de los que no dispone. Ello no invalida en absoluto su modelo. Simplemente requiere una inyección de fondos que puede obtener fundamentalmente de tres maneras diferentes:
a. arriesgando su patrimonio personal mediante aportaciones a la empresa o aportándolo como garantía de financiación bancaria
Su gran ventaja es que sigue siendo el dueño absoluto del negocio y, por lo tanto, caso de prosperar será el receptor absoluto de los beneficios que ello genere. Sin embargo posee numerosos inconvenientes: en muchas ocasiones no se dispone patrimonio suficiente, genera una inquietud evidente al estar arriesgando todo aquello que se posee,-
b. solicitando financiación bancaria contra el patrimonio empresarial
Lo que sin duda reducirá los resultados como consecuencia del coste financiero y al mismo tiempo, y en función de las inversiones a realizar, puede debilitar la estructura patrimonial de la empresa.
Los negocios con fuerte expansión e importante endeudamiento (muy apalancados) son extremadamente frágiles a los avatares del mercado. Cualquier cambio de coyuntura, aunque sea temporal, puede poner en serio peligro la continuidad de las actividades y hacer peligrar el conjunto de la empresa.
c. buscando un socio
Resulta evidente que su inconveniente principal radica en la cesión de una parte (en algunos casos sustancial) de la propiedad del negocio a cambio de una inyección de fondos. Eso repercute negativamente en el bolsillo del empresario a la hora de repartir los beneficios y, lo que suele ser más importante para él, debe aceptar la entrada en SU empresa de alguien que le es ajeno. La mayoría de las veces ve a este inversor como un extraño con quien debe compartir lo que es su propia «vida´´, su empresa. Ello no deja de ser cierto. Sin embargo las ventajas de esta entrada son numerosas y, suponiendo que se esté dispuesto a ceder una parte de la propiedad, sin duda muy superiores a los inconvenientes. Sólo por citar algunas:
Á¿ Recursos para crecer caso de que sea necesario.
Á¿ Apoyo del inversor en numerosos campos (levantamiento de fondos,-) donde suele ser un auténtico experto y con reconocido prestigio.
Á¿ Aportación de su experiencia a nuestro negocio.
Á¿ Confianza del mercado y de los operadores externos por cuanto la entrada de un socio financiero garantiza, en buena medida, la futura viabilidad del negocio,
Á¿ Como en una ocasión se refirió un reciente receptor de una inversión de capital riesgo «la oportunidad de dejar de ser una tiendecita´´ y, en consecuencia, empezar a competir en igualdad de condiciones con cualquier empresa del sector.
3.- El plan financiero y el BP como requisito fundamental para el éxito
Como ya hemos indicado la cantidad a aportar por ese inversor no suele ser el mayor de los problemas para él. Suele disponer de los fondos necesarios para afrontar diferentes importes (desde pequeños a muy grandes) exigiendo, eso sí, la participación correspondiente en función de ello. ¿Qué delimita entonces la decisión de ese inversor a la hora de entrar en ese proyecto? Por supuesto, la rentabilidad a obtener y la credibilidad que otorgue a las posibilidades de ese negocio. Y para valorar este punto demanda la presentación de un Plan de Negocio o Business Plan (BP en adelante) donde se expliciten los tres aspectos básicos de cualquier proyecto de futuro: un Histórico de la empresa, un Plan de Marketing y un Plan Financiero.
El Histórico de la empresa cumple con la función de reflejar por escrito cual ha sido la evolución del negocio desde su fundación hasta el momento actual.
Lo que es más importante, el Plan de Marketing, que nos indicará cual va a ser el desarrollo futuro del mismo, que es donde el inversor debe jugar un papel fundamental. Este Plan de Marketing debe ser presentado de forma profesional y requiere del asesoramiento de un experto en la materia. Sus características darían para escribir un artículo entero, razón por la cual no incidiremos en ello en esta ocasión.
El Plan Financiero el cual, sin duda, es la piedra angular de nuestra negociación con el posible inversor. En ningún caso ese inversor entrará en nuestro negocio para ayudarnos a solventar problemas financieros heredados de una gestión defectuosa por nuestra parte en el pasado. Este inversor desea que hasta el último euro de su aportación vaya destinado a generar nuevas oportunidades de negocio para la empresa y, por lo tanto, a incrementar su rentabilidad. Por ese motivo nuestro asesor en la realización del BP, conjuntamente con nuestro Departamento Financiero, deberá trazar un plan financiero (nunca inferior a tres años) donde se indique:
a. la situación de la empresa en el momento de la entrada del socio inversor, buscando fundamentalmente demostrar que nuestro negocio está saneado y que esa aportación de fondos será utilizada en su totalidad para incrementar el valor de la empresa y no para tapar agujeros anteriores producto de una mala gestión.
b. Realizar una proyección a futuro donde se indique cual será la situación patrimonial producto de la evolución de la empresa así como el importe de las necesidades de fondos y el momento de su necesidad.
c. Y por último, pero no por ello menos importante, la rentabilidad a alcanzar por el negocio a lo largo de esos años.
De la correcta realización de estos análisis, tanto de marketing pero fundamentalmente del financiero, dependerá la posibilidad de que el inversor opte por nuestra empresa para arriesgar su dinero.
4.- Situación actual del capital riesgo y otros inversores
Sin duda nuestro país no destaca por ocupar los primeros lugares en lo referente a inversores de capital riesgo. Los hay sin duda de gran calidad y profesionalidad (y cada vez más) pero el mercado está empezando a desarrollarse y, como todo lo que empieza, demanda su tiempo. En este punto la City de Londres ocupa el primer lugar del ranking europeo de forma más que destacada.
Especialmente preocupante es el tema si nos referimos a pequeñas inversiones las cuales, dado su bajo importe, son rechazadas por los grandes del sector. El motivo de tal preocupación es la escasa presencia de inversores para esta tipología de inversión. Como punto positivo decir que se están empezando a desarrollar algunas iniciativas en este aspecto (tanto de carácter público como privado) pero sin duda debemos esperar para opinar acerca de su evolución.
Respecto a las sociedades que apuestan por inversiones de importe más considerable (superiores a los 6.000.000 de Euros) puede confirmarse que están mucho más consolidadas en nuestro país. No podemos negar que este último año ha sido flojo en lo referente al capital riesgo en general, empujados por diversos factores tales como el famoso 11-S o la inestabilidad económica. Sin embargo, nos encontramos ante sociedades con mucha mayor tradición, con una estrategia mucho más clara y definida y decididas a apostar si llega a sus manos un proyecto de características adecuadas.
Visto el panorama general, únicamente unos cuantos datos para situarles en la situación actual del sector:
a. el dinero para afrontar operaciones no sólo no falta sino que hay más que nunca: unos 2.500 millones de Euros. Sin duda la mayor cifra en la historia del capital riesgo en nuestro país.
b. El principal factor que está lastrando la posibilidad de cerrar operaciones es la diferencia de valor que el comprador (inversor) y el vendedor (empresa que opta a recibir fondos) asignan a la compañía. Los compradores han adoptado una tendencia bajista a la hora de valorar mientras que los vendedores han mantenido e incluso aumentado sus demandas. Bajo esta premisa no se están consiguiendo cerrar operaciones.
c. Dos apuntes que creemos vale la pena destacar en esta situación:
i) las empresas de capital riesgo, al no entrar en nuevas empresas, han dedicado una gran parte de sus esfuerzos a reorganizar su portfolio además de inyectar dinero a las empresas en las que ya estaban para ayudarles a superar la crisis.
ii) Las inversiones en tecnológicas han caído de forma espectacular por motivos evidentes. Los inversores han vuelto a mirar al «mortar´´ (inversión clásica) o a lo sumo al «click and mortar´´ (clásica con algunos componentes tecnológicos) pero se lo piensan mucho antes de entrar en empresas puras de internet («click´´). El dinero que antes destinaban a éstas lo han redirigido a empresas consolidadas y con fuertes crecimientos
Si después de todo aún tiene ganas de apostar fuerte por su negocio póngase manos a la obra porque el momento es bueno y la franquicia un buen negocio.
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