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¿Está España obligada a enviar militares a Ucrania?

La OTAN sondea diversas estrategias ante la movilización de tropas rusas cerca de Ucrania

Militares rusos en la región de Donetsk (Foto: RTVE)

ÁLVARO NAVARRO / Nueva York

Responsable de contenido internacional y corresponsal en EE.UU.




Tiempo de lectura: 5 min

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¿Está España obligada a enviar militares a Ucrania?

La OTAN sondea diversas estrategias ante la movilización de tropas rusas cerca de Ucrania

Militares rusos en la región de Donetsk (Foto: RTVE)



Retumban los tambores de guerra en la cuenca del Donbás. Rusia ha movilizado a sus ejércitos terrestres hasta llegar a la frontera con Ucrania. Se sospecha que hay desplegadas 170.000 tropas esperando, camufladas bajo la nieve.

El presidente de los EE.UU., Joe Biden, contando con el respaldo de sus aliados, amenaza a su homólogo ruso, Vladimir Putin, y asegura que “lo pagará muy caro” en caso de que los soldados rusos atraviesen finalmente la frontera. Putin, en cambio, hace oídos sordos.



Y, entonces, ¿qué rol juega España en todo este entramado bélico con consecuencias políticas?

La ministra del ramo, Margarita Robles, aseguró este jueves el envío “en tres o cuatro días” de la fragata Blas de Lezo al Mar Negro, punto geográfico donde hace apenas dos días el Ejército envió el cazaminas Meteoro.

Fragata Blas de Lezo (Foto: Armada Española)



A su vez, Robles habló sobre la posibilidad de enviar cazas a Bulgaria, con motivo del despliegue de fuerzas organizadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Cabe recordar que España ya tiene cazas desplegados en Lituania.

España y la OTAN

Nuestro país forma parte de la OTAN dese mayo de 1982. La entrada a este selecto club conllevó la ratificación del Tratado de Washington de 4 de abril de 1949.

En este tratado las partes reafirman su «fe en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas” y su «deseo de vivir en paz con todos los pueblos y todos los Gobiernos”.

La OTAN fue creada como un medio de defensa frente a las amenazas externas y protector de los valores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Así lo considera en el artículo 1 del Tratado de Washington cuando expresa que sus miembros se comprometen a “resolver por medios pacíficos cualquier controversia internacional” y a abstenerse a “recurrir a la amenaza o al empleo de la fuerza de cualquier forma que resulte incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas”.

El artículo 5 fija el compromiso de las partes en caso de ataque a una de ellas siempre que tenga lugar en Europa o en América del Norte. Así, un “ataque armado” será considerado un “ataque dirigido” contra todos los miembros OTAN y, de producirse, cada uno de los miembros, auspiciándose en el ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectivo invocado en el artículo 51 de la Carta de la ONU, “ayudará a la Parte o Partes atacadas” adoptando las “medidas que juzgue necesarias”.

Sin embargo, el artículo 5 no sirve para reafirmar la obligación española de enviar tropas a Ucrania.

En el artículo 6 se especifica cuándo se considera un ataque armado contra uno o varios miembros OTAN:

  • Cuando se agreda a cualquiera de las partes en Europa o América del Norte; contra los departamentos franceses en Argelia, Turquía, o las islas de cualquiera de las partes situadas encima del Trópico de Cáncer.
  • Cuando se agreda a las fuerzas terrestres, navales o aéreas de cualquiera de las partes en los territorios mencionados o en cualquier “otra región de Europa” en la que estuvieran estacionadas fuerzas de ocupación de alguna de las partes en la fecha de entrada en vigor del Tratado, o que se encuentren en el “Mar Mediterráneo o en la región OTAN al norte del Trópico de Cáncer”.

El Tratado Washington entró en vigor el 24 de agosto de 1949 y las fronteras de la OTAN se alargaban hasta Alemania Occidental, por el este, y Grecia y Turquía, por el sur. Ucrania era parte de la Unión Soviética (URSS).

Mapa de Europa durante la Guerra Fría (Foto: Wikipedia)

Por lo tanto, ya que Ucrania no es parte de la OTAN, y con el Tratado Washington en la mano, España no estaría obligada a enviar tropas en favor de la causa ucraniana. Por el momento.

Otra cuestión distinta es que Rusia ataque directamente a un efectivo militar de la OTAN.

Relación OTAN-Ucrania y la NUC

La OTAN y Ucrania se han reunido en varias ocasiones en las últimas tres décadas. En julio de 1997, seis años después de la independencia ucraniana de la URSS, se oficializó entre ambas partes una Carta sobe Asociación Distintiva.

Por medio de esta, Ucrania muestra su interés por formar parte de la OTAN, así como que se compromete a reformar su ejército y a “aumentar su interoperabilidad con las fuerzas de la OTAN”. Esta última se conserva el derecho de establecer una misión de enlace militar en Kiev, que finalmente no se produce.

En noviembre de 2002, la OTAN y Ucrania formalizan una Action Plan, en la que permite a la nación europea a aprovechar “sus programas de cooperación civil y militar” con la OTAN y sus aliados. Se tratan cuestiones sobre refuerzo militar ucraniano y su defensa a los valores democráticos.

Siete años después ambas partes complementan la redacción de la Carta sobre Acción Distintiva de 1997. En este texto adicional se habla de apoyar los “esfuerzos de Ucrania” en las reformas en defensa “relacionadas con sus aspiraciones euroatlánticas de ingresar en la OTAN”.

Recordemos que dicho ingreso no se ha consumado hasta la fecha.

Entre todo este maremágnum de acuerdos bilaterales, la OTAN concedió a Kiev un “botón de socorro” en caso de percibir una amenaza directa a su integridad territorial: la Comisión OTAN-Ucrania (NUC, por sus siglas en inglés).

La NUC se activó por última vez el 2 de marzo de 2014 con motivo de la anexión de Crimea por parte de soldados paramilitares rusos, que desembocaría en la creación de un referéndum de anexión a Rusia y en la posterior guerra en el Donbás, activa en la actualidad.

LA NUC calificó este acto de “anexión ilegal” y organizó una reunión extraordinaria donde se crearon grupos de trabajo conjuntos para avanzar en áreas relacionadas la defensa y la seguridad de Ucrania. Nada se habló en esas reuniones sobre un despliegue de tropas OTAN en suelo ucraniano.

¿Invasión rusa?

El miedo a una invasión rusa existe, aunque ello no convenga realmente a Moscú. En las últimas semanas los satélites han difundido imágenes de vehículos militares estacionados cerca de la frontera ucraniana y en territorio bielorruso.

No es posible determinar si esta invasión se producirá o no, pero los expertos en estrategia internacional pronostican que, de llevarse a cabo, las tropas rusas entrarían por el norte (desde Lgov, Bélgorod y Novozybkov), el este (desde Rostov) y el sur (desde Crimea). Y también desde Bielorrusia, aliado de Moscú.

Mapa sobre la posible invasión rusa a Ucrania, según el CSIS. (Foto: CSIS)

Por el momento, los líderes se amenazan entre ellos y las reuniones organizadas la semana pasada entre EE.UU. y la OTAN con Rusia no han conseguido calmar el ambiente.

Este viernes se han reunido el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, con el objetivo de buscar una salida a esta situación. Tras este encuentro, Lavrov ha asegurado que su país nunca «ha amenazado a Ucrania» y considera que la tensión sobre este país se trata de un «mantra». También avisa: «no permitiremos la histeria de Occidente».

Todo parece indicar que Blinken y Lavrov se volverán a reunir pronto y EE.UU. se ha comprometido a dar una respuesta, por escrito, sobre los puntos tratados en esta cita.

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