Impagos de alquiler como consecuencia de la Covid-19: distintas alternativas planteadas para su reparación
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Impagos de alquiler como consecuencia de la Covid-19: distintas alternativas planteadas para su reparación
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El impago de la renta arrendaticia es la mayor preocupación de las partes que suscriben un contrato de arrendamiento, más con la situación actual de crisis sanitaria, económica y laboral derivada de la pandemia COVID-19.
Los contratos de arrendamiento redactados antes de la pandemia no contenían ninguna estipulación con relación a los efectos derivados de una pandemia, al tratarse de unas circunstancias imprevisibles y sobrevenidas.
Entendemos que un impago de renta derivado de una situación tan extraordinaria requiere la colaboración de las partes arrendaticias para intentar solucionarla y llegar a un acuerdo que evite los inconvenientes de los procesos judiciales.
En muchos casos, directamente entre las partes se han pactado anexos al contrato con suspensiones temporales de contrato -fundamentalmente cuando se cerraron determinados locales en el estado de alarma- reducciones temporales de renta y en ocasiones moratorias de pago. En otros casos, se ha optado por solicitar las ayudas estatales a través de préstamos a través del Instituto de Crédito Oficial o a través de programas de las distintas comunidades autónomas.
Las medidas económicas y sociales para contrarrestar el impacto de la pandemia diferencian si el propietario es un particular (está excluido de tener que ayudar directamente al inquilino) o un gran tenedor. Si el arrendador es un gran tenedor, se han establecido medidas temporales de reducción de renta un 50% o moratorias de aplazamiento de pago de renta.
Otras medidas, en materia de vivienda, es la suspensión por un período máximo hasta el 9 de mayo de 2021 (o mientras dure el estado de alarma) de todos los desahucios en los que el arrendatario pueda acreditar una situación de vulnerabilidad social o económica sobrevenida como consecuencia de la COVID-19, siempre y cuando no pueda encontrar una alternativa habitacional. Se paralizan también los lanzamientos de familias vulnerables con menores o dependientes a su cargo o de víctimas de violencia machista que residan en viviendas de grandes tenedores, aunque no tengan contrato.
Si a través de acuerdos o ayudas de alquiler no se soluciona la situación, los arrendatarios deben intentar a toda costa no dejar de pagar el alquiler, ya que las consecuencias pueden ser muy adversas y terminar en un desahucio por impago de alquiler y por otro lado, los arrendadores deben tener en cuenta la suspensión de los desahucios de vivienda para hogares vulnerables sin alternativa habitacional y que muchos arrendatarios intentan ampararse en la solicitud de aplicación de la cláusula “rebus sic stantibus” (modificación sustancial y sobrevenida de las circunstancias tenidas en cuenta al formalizar el contrato y por tanto necesidad de adaptar lo pactado a la realidad social del momento) pero dependerá de un tribunal decidir si opera o no para cada caso que se invoque.
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Audiencia Provincial de Barcelona, primer tribunal en aplicar la cláusula rebus sic stantibus (FUENTE: Economist & Jurist)
De momento, como recoge Economist & Jurist en su publicación de fecha 13 de enero de 2021, disponemos de una sentencia de Primera Instancia, dictada por el Juzgado nº 20 de Barcelona, sentencia 1/021, de 8 de enero, no firme, que si aplica la cláusula “rebus sic stantibus”, pero se trata de una arrendamiento de industria, en el que el arrendador -gran tenedor- cede además el negocio hotelero.
En definitiva, a fecha actual, no disponemos de jurisprudencia relativa al enfrentamiento entre el principio “pacta sunt servanda” que recoge el artículo 1091 del Código Civil y la aplicación de la cláusula “rebus sic stantibus” por los efectos sanitarios, económicos y laborales derivados de la pandemia de la COVID-19.
Nuestra recomendación, dada la inseguridad jurídica y colapso judicial, además de asesorarse con un especialista en derecho inmobiliario, es intentar llegar a acuerdos entre las partes hasta que se solucione esta situación tan extraordinaria.
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Tomás Felipe de Pedraza, abogado de Legálitas
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