La partitocracia y el bloqueo al órgano de gobierno del Poder Judicial
La mala interpretación de los mandatos constitucionales se ha traducido a lo largo del tiempo en una formidable concentración de poder en manos de los Partidos Políticos. El bloqueo a la renovación de los vocales del CGPJ es una prueba evidente de ello
Alberto Núñez Feijóo, secretario general del Partido Popular; y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno (Foto: Archivo)
La partitocracia y el bloqueo al órgano de gobierno del Poder Judicial
La mala interpretación de los mandatos constitucionales se ha traducido a lo largo del tiempo en una formidable concentración de poder en manos de los Partidos Políticos. El bloqueo a la renovación de los vocales del CGPJ es una prueba evidente de ello
Alberto Núñez Feijóo, secretario general del Partido Popular; y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno (Foto: Archivo)
La mala interpretación de los mandatos constitucionales se ha traducido a lo largo del tiempo en una formidable concentración de poder en manos de los Partidos Políticos. El bloqueo a la renovación de los vocales del CGPJ es una prueba evidente de ello.
La justificación que dábamos ante tan arriesgada propuesta de elección no era otra que la de acabar con el escenario actual en el cual los candidatos a vocales son fruto de una simple negociación entre Partidos Políticos. Aunque la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que los veinte vocales serán designados por las Cortes Generales, lo cierto es que en la práctica esa decisión no la toman las Cámaras Legislativas, sino los Partidos Políticos y, dentro de ellos, un número reducidísimo de sus miembros son los que finalmente deciden. Olvidémonos pues de todo debate entre las diferentes fuerzas parlamentarias mediante el cual se pueda llegar a la decisión más beneficiosa para la sociedad a la que representan, la realidad es mucho más simple, pero al mismo tiempo mucho más pobre.
En Julio de 2008, a la salida de una reunión entre el entonces presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero y el líder de la oposición Mariano Rajoy, éstos manifestaron haber llegado a un acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. Ni siquiera se esforzaron en disimular que esa decisión debiera ser colegiada, pues a ellos no correspondía. Y esa escena se repite con toda naturalidad una y otra vez con las reuniones que actualmente mantienen Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, utilizando el Palacio de La Moncloa para ello, cuando debiera ser en sede del Congreso y del Senado donde se debatiese. Todo ello denota un manoseo de las instituciones intolerable.
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