¿Qué tengo que hacer para parecer menos joven?
¿Qué tengo que hacer para parecer menos joven?
Por Juan Carlos Jiménez Aznar. Abogado
“Buscamos a un abogado o abogada con experiencia de entre 3 a 5 años para nuestra área de Mercantil Financiero / Se necesita abogado generalista con experiencia en derecho bancario y en sala, de al menos 3 años / Importante despacho de ámbito nacional busca un abogado o equipo de abogados con un mínimo de 6 años de experiencia en el área fiscal”
Probablemente seas un joven abogado, estés buscando despacho donde comenzar a trabajar para tener tus primeros ingresos y te encuentras constantemente con este tipo de anuncios que reducen el puesto ofertado a abogados con varios años de experiencia. Querido compañero, o mientes en tu curriculum vitae o ese puesto no es para ti. Te seré franco, no tengo la solución para que te contraten los despachos que lanzan este tipo de ofertas, pero sí que te daré una buena noticia, la mayoría de despachos lo que buscan es un abogado profesional, competente y maduro, y estas características son perfectamente compatibles con tu juventud. De hecho, esta se percibe en ocasiones más como una virtud que como un defecto y tú serás el único responsable para que tu juventud sea apreciada como un valor añadido. Pese a que tu escaso bagaje profesional no sea excluyente para prestar un buen servicio jurídico, es cierto que, en determinados casos, esa juventud nos juega una mala pasada, y es que hay cosas que no nos enseñaron en la Facultad de Derecho, ni en el Máster de Acceso a la Abogacía. Pero como ocurre con otras profesiones, el éxito deja pistas, y además de aprender de tus errores, puedes también aprender de los errores de otros que ya han recorrido el camino, y así avanzar más veloz y mejor.
Lo primero que vas a hacer es tomar conciencia que tu juventud no es una limitación, sino una oportunidad, y para ello debes desprenderte de una serie de creencias erróneas que te presento a continuación como los 3 mitos del abogado joven:
– 1er Mito.- Los despachos de abogados solo quieren profesionales con mucha experiencia. Quizás esto ocurra con puestos que exigen una máxima responsabilidad, pero la mayoría de los despachos lo que valoran son las ganas y el entusiasmo del abogado por encima de la experiencia. No hace mucho realicé una entrevista de trabajo para entrar en un bufete y uno de los puntos donde más interés demostró el entrevistador era en mis planes personales a corto plazo, si estaba casado, si tenía hijos, si tenía una casa en propiedad con hipoteca… El entrevistador no pretendía inmiscuirse en mi vida privada sino cotejar que mis intenciones profesionales, en cuanto a mi entusiasmo por trabajar, no se verían afectadas por cargas familiares o deudas a largo plazo. No pretendo transmitirte la idea que los jefes no quieren abogados con hijos o hipotecas, pero esto que me ocurrió no solo me ha pasado a mí, de modo que ten en cuenta que hay despachos que priman este aspecto por encima de otros.
– 2º Mito.- Los clientes solo quieren contratar a abogados experimentados. Si bien es cierto que muchos clientes confían sus asuntos a abogados de prestigio, no lo es menos, que cada vez más clientes prefieren contratar a abogados jóvenes porque perciben que le dedican más tiempo a sus casos, no ponen trabas a mantener reuniones con ellos, y tienen mayor disponibilidad para hablar por teléfono. De ahí que conciban que si se le presta atención continua se le estará dedicando mucho tiempo a su asunto. Ellos saben que son tus primeros clientes y que el “boca a boca” sigue siendo muy importante en nuestra profesión, por eso confían en que tu empeño por obtener una buena fama y reputación provocará que trates su problema con la importancia que ello requiere, aunque la cuantía o trascendencia no sea muy elevada.
– 3er Mito.- Los jueces y demás funcionarios del Juzgado no tienen respeto por los jóvenes abogados. No puedo estar en mayor desacuerdo con esta creencia, y sin embargo, la escucho constantemente a muchos compañeros. Lo que un Juez no soporta son determinados comportamientos que los abogados, yo me incluyo, hemos tenido durante un procedimiento. Resumiendo mucho, estos son algunos de los comportamientos que debemos evitar para no poner al Juez en nuestra contra:
- Falta de puntualidad
- Que repitamos las mismas preguntas
- Que no conozcamos bien el procedimiento
- Que los aburramos con alegatos interminables
Algo que cualquier persona siempre te agradecerá es un trato amable, y en esto solemos fallar cuando se hace una solicitud a un funcionario. Aunque te la deniegue, tu trato amable y educado debe prevalecer siempre. Quizás no en la primera ocasión, pero en la próxima te dará mejor resultado. La amabilidad es gratis, y ante el personal de la Administración de Justicia genera unos resultados óptimos. No merece la pena sacrificar el poco margen que tienes de “simpatía procesal” por una simple cuestión de orgullo.
Una vez que hayas logrado desprenderte de estas tres creencias que te limitan, estás en disposición de que te tomen en serio y generes la confianza necesaria con tu profesionalidad. Más que centrarte en parecer menos joven, pon el foco en parecer más maduro. Aquí es donde marcarás la diferencia. Como te decía anteriormente, el éxito deja pistas, y lo que yo he tardado en aprender seis años gracias a mis errores y los de compañeros, te lo voy a sintetizar en tres prácticos consejos:
1º.- LIDERA.- No es requisito indispensable contar con muchos años de experiencia para liderar eficazmente. Si actúas como un líder, tanto tus clientes como tus superiores te tomarán en buena consideración. Al igual que no es necesario años de experiencia para liderar, tampoco lo es estar dirigiendo y tener personas a tu servicio. Una cosa es administrar y otra bien distinta es liderar. En palabras de Peter Drucker, abogado y tratadista austriaco, considerado el mayor filósofo de la administración del siglo XX, “administrar es hacer las cosas bien; liderar es hacer las cosas correctas”. Si necesitas aparentar mayor edad, bien para captar clientes, bien para ascender en su empresa, lo debes hacer desde el liderazgo y no desde la administración. Administrar y dirigir lo puede hacer cualquiera, liderar no, y es en este aspecto donde destacarás respecto al resto. Los abogados que se limitan a dirigir se centran en procesos mientras que los abogados líderes se centran en las personas. Si quieres captar clientes y parecerles tan persuasivo como un abogado veterano debes tener la capacidad para dominar el trato con las personas, y hacerles saber que estás con ellas, que pueden confiar en ti.
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