Consejos para abogados altamente efectivos: ten ilusión y entusiasmo, los buenos momentos llegarán
"Es lo que conlleva ejercer una profesión liberal: hay que estar dispuestos para lo bueno y para lo malo"
(Foto: E&J)
Consejos para abogados altamente efectivos: ten ilusión y entusiasmo, los buenos momentos llegarán
"Es lo que conlleva ejercer una profesión liberal: hay que estar dispuestos para lo bueno y para lo malo"
(Foto: E&J)
En una profesión como la nuestra, hay momentos en los que podemos pensar que estamos pasando por una mala racha y hay pocas citas, apenas llegan ingresos y creemos que así seguirán los días. Lo mismo puede ocurrirnos cuando recibimos más de una resolución que desestima nuestras pretensiones.
En mi despacho hay un administrativo que siempre acierta. Cuando los abogados comentamos que llevamos días sin recibir un buen caso, él nos dice que eso es señal de que llegará un buen pleito. Efectivamente, poco tiempo después nos llaman para una cita sobre un caso interesante.
Igual ocurre con la facturación. Cuando un bufete no tiene igualas y depende de los casos que le contraten, hay periodos en los que la facturación mensual no alcanza el mínimo previsto. Sin embargo, en poco tiempo puede llegar ese caso nuevo que nos aporte unos buenos ingresos iniciales, o cerremos un buen acuerdo con una compañía de seguros para una indemnización o nos notifiquen una resolución que según la hoja de encargo suscrita devenga nuevos honorarios.
Lo importante es estar ahí con ilusión y entusiasmo. Es lo que conlleva ejercer una profesión liberal: hay que estar dispuestos para lo bueno y para lo malo, como decía Séneca. Ejercer por cuenta propia la profesión de abogado no es fácil, ya que cada día hay más competencia, estamos sujetos a nuevos cambios, debemos formarnos permanentemente, hacer networking, dejarnos ver, publicar, etc.
Esos momentos de incertidumbre son idóneos para pensar en cómo mejorar nuestro trabajo para atender mejor a nuestros clientes, atraer a nuevos clientes y casos, reducir gastos, optimizar recursos, hablar con nuestros socios y nuestros empleados, acudir a eventos, foros, etc. Y cómo no, seguir estudiando y leyendo las revistas y diarios jurídicos.
Cuando uno comienza, cree quizás que un día sin llamadas, sin que suene el timbre de la puerta, puede ser lo habitual a partir de ese momento. Sin embargo, un nuevo día puede significar un gran cambio. Conocemos a mucha gente, hagámosle saber que estamos ahí. En cualquier momento podrían necesitarnos.
Revisemos nuestro plan de marketing, en qué podemos mejorarlo ¿qué funciona mejor y qué funciona peor? ¿Cómo llevamos las redes, el blog, el SEO, el SEM? ¿Hace tiempo que no publicamos un artículo o un video?
¿Debemos llevar nosotros personalmente el marketing o delegarlo en profesionales? Creo sinceramente, que lo ideal es contar con profesionales que nos asesoren pero participando nosotros activamente, pues somos los que mejor conocemos cómo funciona nuestro bufete.
Por otra parte, cuando recibimos una notificación del juzgado con una sentencia o un auto que no es el esperado, me remito al consejo de Couture: “Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota”.
Y ya que me he referido al abogado uruguayo Eduardo J. Couture, vendría bien recordar otro consejo de su Decálogo: “Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración”
Debo citar también una frase del abogado español Ángel Ossorio y Gallardo, autor del “Alma de la toga” respecto a las relaciones abogado-cliente: “Piensa siempre que tú eres para el cliente, y no el cliente para ti”. Por ello, cuando tengamos algún conflicto con un cliente, pensemos en cómo mejorarlo. Seguro que con la mayoría de nuestros clientes tenemos buenas relaciones, pues en caso contrario sería muy difícil desarrollar nuestra profesión.
Benjamín Franklin, estadista y científico estadounidense, dijo: “Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea”. Así que no pensemos en abandonar cuando las cosas no van tan bien como esperábamos pues en el momento menos esperado comenzarán a llegar las buenas noticias. Mientras tanto, trabajemos, estemos en nuestro puesto.
Nota
Este artículo es el cuadragésimo segundo la serie Consejos para abogados altamente efectivos, del autor Luis Romero Santos. Pueden visitar su perfil clicando en este enlace para conocer el resto de contenido.