El Ibex termina septiembre con pérdidas y con mucha incertidumbre
El selectivo español cierra el tercer trimestre del año en negativo, después de las subidas de los dos trimestres anteriores, acechado por un cúmulo de problemas
Los principales mercados de valores han cerrado septiembre con pérdidas. (Foto: Freepik)
El Ibex termina septiembre con pérdidas y con mucha incertidumbre
El selectivo español cierra el tercer trimestre del año en negativo, después de las subidas de los dos trimestres anteriores, acechado por un cúmulo de problemas
Los principales mercados de valores han cerrado septiembre con pérdidas. (Foto: Freepik)
El Ibex 35 ha cerrado el mes de septiembre con una caída del 0,57% en términos mensuales, lo que significa que el selectivo español cierra un trimestre en negativo por primera vez este año. El resto de los principales mercados mundiales tampoco tienen motivos de alegría. El DAX alemán ha perdido un 3,63%, la Bolsa suiza, más de un 6%, el Cac francés, un 2,40% y el Dow Jones un 4,29%. Por lo que respecta al Euro Stoxx 50, la depreciación ha sido del 3,35%.
Visto así, parece que, dentro del mal comportamiento de los mercados en el último mes, la Bolsa de Madrid no habría salido especialmente mal parada. Sin embargo, esta pérdida de valor se ha producido por una serie de circunstancias que tienen que ver tanto con cuestiones domésticas como con problemas importados que en muchas ocasiones no están resueltos y que pueden seguir provocando disgustos.
En cuanto a las cuestiones domésticas, parece que las medidas adoptadas por el Gobierno para abaratar el precio de la luz han terminado perjudicando al mercado. El pasado mes de junio, el Ejecutivo aprobó un recorte al exceso de retribución por el sobrecoste del CO2. En esa ocasión, el mercado volvió a caer, aunque se fue recuperando paulatinamente. Con las nuevas medidas aprobadas por el Ejecutivo en septiembre, que apuntan más a los beneficios empresariales, la reacción de los inversores, sin llegar al pánico, ha sido más acusada que la primavera pasada.
A resultas de esta situación, el índice que agrupa a las compañías energéticas ha cerrado septiembre con una caída del 9,27%. Los datos son impactantes: Iberdrola (-17,26%), Solaria (-18,6%), Endesa (-14,44%) y Siemens Gamesa (-12,31%). Más moderados fueron los recortes de Naturgy (-0,23%) y Enagás (-0,31%). En el lado opuesto se situaron las gasísticas y petroleras (9,84%), seguidas por el bancario (3,67%), las empresas turísticas (2,64%) y las automovilísticas (0,4%)
Por lo que respecta a los factores externos, la lista es larga. Para empezar, está la potencial ralentización del crecimiento económico, por el efecto negativo que pueda tener el incremento de los precios de la energía y los problemas de suministro eléctrico en algunos países.
En segundo término, tenemos la alta inflación, que amenaza con ser más persistente de lo estimado inicialmente. De hecho, hoy hemos conocido que la inflación de la zona euro alcanzó el mes pasado el nivel más alto de los últimos 13 años. Según ha informado Eurostat, la agencia estadística de la UE, el IPC en los 19 países que comparten el euro se aceleró hasta el 3,4% interanual en septiembre, desde el 3% del mes anterior, y justo por encima de las expectativas del 3,3% manejadas por los analistas.
Un tercer factor es la posibilidad de que los bancos centrales comiencen a retirar estímulos económicos. Tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal estadounidense han anunciado, la segunda más claramente que el primero, la paulatina reducción de estas ayudas hasta su total desaparición.
Como cuarto elemento hay que destacar lo que Link Securities llama “el drama político que atraviesa Estados Unidos”. Ayer, el Congreso estadounidense votó in extremis una ley que permite financiar al Gobierno federal hasta comienzos de diciembre, con lo que se ha evitado que la administración del país tenga que cerrar como ya ha ocurrido en otras ocasiones. Sin embargo, las disputas en el seno del Partido Demócrata evitaron que la Cámara de Representantes aprobara el programa de infraestructuras físicas que, por importe de 1,2 billones de dólares, ya tiene el visto bueno del Senado.
No obstante, destacan en Link Securities, el verdadero riesgo para la economía estadounidense y para los mercados financieros mundiales es que no se alcance un acuerdo para incrementar el límite de deuda antes de mediados de octubre cuando, según dijo recientemente la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, el país se puede ver incapaz de afrontar sus compromisos de pago, entrando en default (impago).
Por último, está la crisis de la promotora inmobiliaria china Evergrande, sobre la que planea el riesgo de una suspensión de pagos con un pasivo superior a los 240.000 millones de euros.
Todos estos elementos han lastrado la renta variable, pero también han incidido en el mercado de bonos, sobre todo la inflación, ya que ha aumentado su rendimiento. Tal como destaca Link Securities, únicamente el dólar, que se ha fortalecido sensiblemente frente al resto de principales divisas, parece haber sido capaz de sobreponerse a un escenario complicado, convirtiéndose en el principal refugio para muchos inversores.
Tras un mes de septiembre para olvidar, llega un octubre cargado de incertidumbres, que se unen a los malos recuerdos que tienen los inversores. Las principales crisis bursátiles se han producido en octubre: 1929, 1987 y 2008. Lógicamente, nadie se atrevería ahora mismo a pronosticar una debacle como las tres a las que se ha hecho mención, pero la verdad es que el mes no ha comenzado muy bien.
Todos los mercados europeos han comenzado la jornada con importantes correcciones que han llegado a superar el 1,5%. Después de unos primeros momentos de nervios, parece que se ha hecho un poco la calma y, por ejemplo, el Ibex lograba reducir pérdidas hasta el 0,4%.
El caso es que el sentimiento negativo es generalizado en los principales parqués del mundo y parece que va a seguir siendo así mientras que no se aclare la situación política en Estados Unidos y se vea con claridad qué camino toman los bancos centrales para afrontar problemas como el de la inflación o una ralentización en la recuperación mundial de la economía.