Demanda en reclamación de subsidio por incapacidad permanente en grado de absoluta o, subsidiariamente, total

Fecha de la resolución judicial: 21-07-2022

Fallo o parte dispositiva de la resolución judicial:
Estimación en parte de la Demanda contra el INSS y, en consecuencia, revocación de las resoluciones del INSS, y declarando a la actora en situación de incapacidad permanente total para su profesión habitual, derivada de enfermedad común, con una base reguladora mensual de 329,10 euros y fecha de efectos de 24 de noviembre de 2020, sin perjuicio de las compensaciones que procedan por la prestación de servicios o la percepción de prestaciones incompatibles. Condena al INSS a estar y pasar por tal declaración y a abonar a la actora la correspondiente prestación (55%), con los incrementos, mejoras y revalorizaciones que puedan corresponder.

Fundamentos jurídicos de la resolución judicial:
En su solicitud, la parte actora hizo constar el concepto de «monitora de comedor» como profesión habitual, que es la que se corresponde con el contrato de trabajo y hojas de salario en su ramo de prueba documental. Sin embargo, en la Demanda no cuestiona la profesión habitual señalada por el INSS, motivo por el que la letrada del INSS adujo que la alegación en fase de ratificación le suponía indefensión. No obstante, las monitoras de comedor son empleadas de catering. Por lo tanto, es perfectamente compatible y que no causa ninguna indefensión a la entidad gestora.

En cuanto al concepto de incapacidad permanente, según declara la jurisprudencia, para valorar el grado de invalidez más que atender a las lesiones hay que atender a las limitaciones que las mismas representen al desarrollo de la actividad laboral, debiéndose de realizar la valoración de las capacidades residuales. La calificación será de total cuando esas mismas dolencias le imposibiliten desarrollar todas o las más importantes tareas de su profesión habitual, con un mínimo de capacidad o eficacia y con rendimiento económico aprovechable, conforme a las exigencias mínimas de continuidad y sin que se trate de la mera posibilidad del ejercicio esporádico de una determinada tarea, sino de su realización conforme a las exigencias mínimas, dedicación y eficacia. En relación con la incapacidad permanente absoluta, se deben valorar las limitaciones en sí mismas, en cuanto sean impedimentos reales y suficientes, también se debe reconocer la incapacidad no tenga facultades reales para consumar, con cierta eficacia, sus tareas (y no sólo en caso de imposibilidad física), y la realización de una actividad laboral, sólo puede consumarse mediante la asistencia diaria al lugar de trabajo, la permanencia en el mismo durante toda la jornada laboral, y debe poder realizarse con un mínimo de profesionalidad, rendimiento y eficacia, así como dedicación, diligencia y atención, salvo que se den un singular afán de superación y espíritu de sacrificio por parte del trabajador y un grado intenso de tolerancia en el empresario pues, de no coincidir ambos, no cabe mantener como relaciones laborales normales.

En lo que se refiere al cuadro residual y la definición diagnóstica, se ha estado a los informes de especialistas de la sanidad pública. Ni el dictamen médico del ICAM ni la pericial del INSS contienen una valoración exhaustiva en este particular, de modo que no se les ha atribuido eficacia probatoria.

En esta sentencia se ha declarado probado que la actora está limitada para realizar actividades que exijan una comunicación verbal compleja o la necesidad de leer textos largos y complicados, así como una elevada capacidad visual. La profesión de monitora de comedor exige una fluida comunicación verbal con los comensales en orden a orientales en los hábitos de comida, especialmente si son niños. Considera este juzgador que la función de monitora de comedor asocia una función educativa hacia terceras personas en el ámbito de los hábitos y de la salud alimentaria, así como la necesidad de conocer con detalle la normativa básica de primeros auxilios, técnico sanitaria, condiciones higiénico-sanitarias de alimentos, bebidas y conservación de los mismos. Lo primero exige una capacidad de comunicación verbal preservada y lo segundo una capacidad lectora íntegra, competencias que la actora ha visto disminuidas de una manera considerable y que impiden desempeñar con un mínimo de capacidad los cometidos esenciales de su profesión habitual, por lo que procede estimar en parte la Demanda y declararla en situación de incapacidad permanente total.