1. Planteamiento “El abogado” -D. Joaquín, D. Celso o D. Esteban- siempre resultó aquel sujeto gris y grave, que atrincherado tras una mesa de despacho de madera de nogal desgastada, despejaba con magnánima superioridad las dudas legales de sus dóciles clientes, aplicando a las cartas y demandas redactadas para sus patrocinados, un rancio formalismo […]