La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 23 de mayo de 2001 nos ofrece un concepto muy ilustrativo del origen de la responsabilidad civil del abogado: “Que la obligación del abogado de indemnizar los daños y perjuicios ha de surgir de la omisión de la diligencia debida en la prestación de sus servicios profesionales atendidas […]