Cinco criptomonedas ecológicas para invertir en 2022
Aumenta la búsqueda de activos digitales respetuosos con el ecosistema
(Foto: E&J)
Cinco criptomonedas ecológicas para invertir en 2022
Aumenta la búsqueda de activos digitales respetuosos con el ecosistema
(Foto: E&J)
Entre las críticas que se suelen hacer a las criptomonedas está que para su producción se necesita un elevado gasto de energía que hace que sean productos que están lejos de ser sostenibles. No hay que engañarse, la mayoría de quienes invierten en una criptomoneda, al igual que los inversores en renta variable, lo primero que buscan es la rentabilidad. Ahora bien, cada vez son más quienes invierten pensando en el respeto por el medio ambiente.
En este sentido, cabe recordar lo que ocurrió con Tesla. En mayo de 2021, su CEO, Elon Musk, dejó de aceptar pagos con bitcoin para comprar vehículos de la compañía. Argumentó que el proceso de minería de la criptomoneda está aumentando el uso de combustibles fósiles, lo que tiene un enorme impacto medioambiental negativo. Bien es verdad que la decisión se tomó después del río de críticas que recibió desde todos los rincones del mundo de personas que no entendían cómo un fabricante de coches ecológicos aceptaba como medio de pago algo tan contaminante como los bitcoins.
Entender la huella de carbono de las criptomonedas implica explicar la «prueba de trabajo» (PoW) frente a la «prueba de participación» (PoS), los dos principales mecanismos de consenso que utilizan las criptomonedas para verificar nuevas transacciones, añadirlas al blockchain, y crear o descubrir nuevos tokens.
La prueba de trabajo es el mecanismo empleado por el bitcoin, el ethereum 1.0 y muchas otras criptomonedas. La prueba de trabajo y la minería están estrechamente relacionadas, ya que la red requiere una gran cantidad de potencia de procesamiento. Las blockchains de prueba de trabajo se aseguran y verifican a través de mineros virtuales de todo el mundo que compiten para resolver un rompecabezas matemático. El ganador actualiza el blockchain con las últimas transacciones verificadas. La prueba de trabajo deja una importante huella de carbono por la gran cantidad de energía que consume.
La prueba de participación emplea una red de «validadores» que contribuyen o «apuestan» sus criptomonedas a cambio de una oportunidad de conseguir validar nuevas transacciones, actualizar el blockchain y ganar tokens. La prueba de participación premia a los validadores que más invierten y que más tiempo han conservado su participación. En lo que respecta al medio ambiente, la prueba de participación deja una huella de carbono mucho menor que la prueba de trabajo.
Teniendo esto en cuenta, aportamos una relación de cinco criptomonedas que son más respetuosas con el medio ambiente y que pueden ser una interesante opción de inversión en este año recién empezado y que aúnan rentabilidad y sostenibilidad.
1.- Ethereum
La blockchain de Ethereum 2.0 comenzó a desplegarse en diciembre de 2020 y se prevé que esté lista este año. El nuevo protocolo de Ethereum emplea el mecanismo de prueba de participación más rápido, más eficiente y con un menor consumo de energía.
La principal innovación de Ethereum fue el diseño de una plataforma que le permitió ejecutar contratos inteligentes utilizando blockchain, lo que refuerza aún más los beneficios ya existentes de la tecnología de contratos inteligentes. La blockchain de Ethereum fue diseñada, según el cofundador Gavin Wood, como una especie de “computadora para todo el planeta», teóricamente capaz de hacer que cualquier programa sea más robusto, resistente a la censura y menos propenso al fraude al ejecutarlo en una red distribuida globalmente de nodos públicos».
A finales de 2020, el ether, el token de ethereum, se situaba en 738,912 dólares. En el momento de redactar estas líneas, el Ethereum, actualmente la segunda moneda por capitalización de mercado costaba 3.740 dólares y el valor de todas las monedas en circulación ascendía a 445.000 millones de dólares. Precisamente una de las razones de la subida de esta criptomoneda es el lanzamiento de Ethereum 2.0, que la convierte en prueba de participación, una criptomoneda más ecológica que ofrece velocidad y eficiencia.
2.- Cardano
El cardano es una evolución de próxima generación del protocolo Ethereum. El ADA es el token nativo de la blockchain de cardano, que es una plataforma flexible, sostenible y escalable para ejecutar contratos inteligentes, lo que permite muchas aplicaciones financieras descentralizadas. El cofundador de Ethereum, Charles Hoskinson, desarrolló el cardano. El cardano es más eficiente energéticamente que el bitcoin, ya que utiliza el mecanismo de prueba de trabajo.
El 30 de diciembre, el cardano (ADA) era la sexta criptodivisa. A 1,36 dólares por token, la capitalización de mercado del ADA ascendía a 45.400 millones de dólares.
3.- Stellar (XLM)
El stellar salió al mercado en 2014 y es una escisión del ripple (XRP). Es una red abierta que permite mover y almacenar dinero. Cuando se lanzó, una de sus metas era impulsar la inclusión financiera alcanzando a los no bancarizados del mundo, pero poco después sus prioridades pasaron a ayudar a las empresas financieras a conectarse entre sí a través de la tecnología blockchain.
La red de Stellar no utiliza mecanismos de consenso de prueba de trabajo ni de prueba de participación. En cambio, es de código abierto y se basa en la autentificación de las transacciones a través de un conjunto de nodos de confianza. El ciclo de autentificación es más corto y rápido, lo que permite reducir los costes y los requisitos energéticos.
Es la criptomoneda número 27 con una capitalización de mercado de 6.737 millones de dólares y un valor de 0,27 dólares por token.
4.- Ripple (XRP)
Ripple es una red descentralizada de peer-to-peer que permite la transferencia de dinero y facilita conversiones fluidas entre diferentes monedas en todo el mundo. XRP es la moneda nativa de la red y sirve como medio intermedio de intercambio. Las instituciones financieras están utilizando actualmente la red Ripple para transferencias de dinero rápidas.
XRP está pre-minado y utiliza el algoritmo Ripple Protocol Consensus (RPCA). En pocas palabras, una transacción debe ser aprobada por al menos el 80% de los validadores de la red antes de que pueda agregarse a la blockchain. Esto hace que XRP sea una criptomoneda ecológica. Funciona en una red eficiente y segura que permite que las transacciones de bajo costo se realicen a gran velocidad.
Esta criptomoneda, la octava del ránking, tiene una capitalización de 40.416 millones de dólares y el valor del token es 0,85 dólares.
5.- Nano (NANO)
Nano es una plataforma peer-to-peer que utiliza una estructura de datos única de red de bloques para permitir a los usuarios transferir fácilmente valor entre sí sin depender de intermediarios centralizados.
A diferencia de otras plataformas que suelen utilizar la prueba de trabajo combinada de una red minería masiva para lograr el consenso, utiliza un sistema conocido como Votación Representativa Abierta (ORV por sus siglas en inglés), que permite a los titulares de cuentas votar por su representante elegido, que luego trabaja para confirmar bloques de transacciones de forma segura. ORV hace que NANO sea extremadamente eficiente desde el punto de vista energético,
Nano está diseñada para ser rápida. De hecho, tan rápido que la mayoría de las transacciones alcanzan una finalización absoluta en menos de un segundo, en comparación con los varios minutos o incluso más que necesitan muchas otras criptomonedas importantes. Esta velocidad hace que Nano sea adecuado para pagos comerciales, ya que los comerciantes y minoristas ya no necesitan preocuparse por las demoras en las transacciones al aceptar pagos. Además, las transacciones son completamente gratuitas.
Ocupa el puesto 144 entre las principales criptomonedas, con una capitalización de mercado de 466 millones de dólares y un valor de 3,50 dólares la unidad.