Cómo la tecnología mejora la productividad industrial
"El nivel de facturación es la punta de un iceberg en el que confluyen numerosos factores"
(Foto: E&J)
Cómo la tecnología mejora la productividad industrial
"El nivel de facturación es la punta de un iceberg en el que confluyen numerosos factores"
(Foto: E&J)
Mejorar la productividad es el principal objetivo de una empresa, que pone la mayor parte de sus esfuerzos económicos y estructurales en cumplirlo. Las nuevas tecnologías han abierto muchas puertas para la mejora y los avances, especialmente en el sector industrial, muy sujeto a las transformaciones en cada sector, lo que se traduce en muchas expectativas de crecimiento. La automatización de tareas es el efecto y el ERP para Industria, la herramienta que puede conseguirlo. El reto de aumentar la capacidad de producción de una compañía admite muchos caminos y encuentra, en un software de gestión, un aliado fundamental en el actual sistema productivo.
El nivel de facturación es la punta de un iceberg en el que confluyen numerosos factores y elementos, humanos, industriales y financieros. Cada paso dado en la cadena de producción tiene influencia directa sobre el siguiente. Conseguir la optimización en la gestión de todos estos movimientos es el gran reto que han asumidos los empresarios y jefes de proyecto, y cuyos resultados tienen una influencia directa sobre la estabilidad y buena salud de la empresa. El ERP, un software de gestión industrial que organiza y gestiona todo este proceso, es la aportación que los avances tecnológicos han realizado al sector industrial.
Es un programa de Planificación de Recursos Empresariales que busca optimizar tareas y conseguir una mayor productividad en todas las fases de la fabricación, contemplando las diferentes acciones que se llevan a cabo para el correcto funcionamiento de la empresa. Los materiales correspondientes a la materia prima son imprescindibles en la producción y a través de esta herramienta se puede realizar, de forma exacta, los trabajos de definición y control de los productos requeridos. Otra de las funciones que realiza un ERP industrial es la gestión de las órdenes de producción. El responsable del departamento puede realizar una planificación certera y tener, en una base de datos, toda la información sobre los registros de fabricación, salidas y consumo del producto.
Este software permite, además, organizar diferentes listas de materiales y rutas, de manera que permite realizar comparativas y planes para diferentes posibilidades de fabricación. La planificación está presente durante todo el desarrollo y en todos los escenarios: suministro según la demanda, los centros de trabajo o la capacidad de carga.
Mismos recursos, mejores resultados
La ventaja de este programa es que conecta todos los diferentes procesos de una cadena de producción industrial y permite su gestión y control, de forma directa y sin fisuras. El responsable puede llevar a cabo, de esta manera, una automatización de muchas tareas que antes requerían de una revisión manual y la consiguiente toma de decisiones. El uso de un software de estas características supone, por lo tanto, un importante ahorro de tiempo que se traduce en una reducción de los recursos utilizados. Con un número de personas y una maquinaria similar se pueden obtener ahora mejores resultados. La productividad aumenta, en todos los sentidos. Otro punto a favor de un ERP es que detecta hábitos de comportamiento y ofrece soluciones para mejorar las posibilidades productivas. Es el mejor exponente de la etapa de transformación digital que vive la industria.