El BCE se enfrenta al riesgo de estanflación en la Eurozona
Acelera el final de las compras de deuda ante el alza imparable de la inflación
Sede del BCE. (Foto: E&J)
El BCE se enfrenta al riesgo de estanflación en la Eurozona
Acelera el final de las compras de deuda ante el alza imparable de la inflación
Sede del BCE. (Foto: E&J)
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha celebrado hoy una de las reuniones más difíciles de los últimos tiempos. La guerra en Ucrania ha hecho añicos todas las previsiones que había realizado para este año y posiblemente buena parte de sus planes, lo que ha colocado a la entidad en una tesitura complicada: o rebaja la expectativa de alza de tipos a final de año ante el menor crecimiento que se espera o manda el mensaje de que hay que avanzar en la normalización de la política monetaria frente a la inflación.
Finalmente, tal como ha explicado en rueda de prensa la presidenta del BCE, Christine Lagarde, a finales de este mes concluirá el plan extraordinario antipandemia (PEPP) y a partir de ahí, las compras netas mensuales en el marco de la APP, “ascenderán a 40.000 millones de euros en abril, 30.000 millones de euros en mayo y 20.000 millones de euros en junio”.
Por lo que respecta a las compras netas para el tercer trimestre, ha señalado que “dependerá de los datos y reflejará su evaluación evolutiva de las perspectivas. Si los datos entrantes respaldan la expectativa de que las perspectivas de inflación a mediano plazo no se debilitarán incluso después del final de nuestras compras netas de activos, el Consejo de Gobierno concluirá las compras netas bajo el APP en el tercer trimestre”.
“Si la perspectiva de inflación a mediano plazo cambia y si las condiciones de financiamiento se vuelven inconsistentes con un mayor progreso hacia nuestro objetivo del 2%, estamos listos para revisar nuestro cronograma de compras netas de activos en términos de tamaño y/o duración”, ha dicho Lagarde.
Sobre los tipos de interés, Lagarde ha confirmado que “cualquier ajuste de los tipos de interés oficiales del BCE tendrá lugar algún tiempo después de que finalicen las compras netas del Consejo de Gobierno en el marco del APP y será gradual”.
En este ámbito, ha señalado que “la trayectoria de los tipos de interés oficiales del BCE seguirá estando determinada por las previsiones del Consejo de Gobierno y por su compromiso estratégico de estabilizar la inflación en un 2% a medio plazo. En consecuencia, el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en sus niveles actuales hasta que prevea que la inflación alcance el 2%”.
El problema de la inflación
Precisamente el gran problema en Europa y en el resto de los países desarrollados es la inflación. La guerra ha disparado el precio de los combustibles como el petróleo y el gas, lo que en el caso de este último catapulta a su vez el coste de la energía y todo ello, presiona la inflación al alza.
Dado que la inflación era ya muy alta antes de la guerra, los responsables de la política monetaria acordaron en las últimas reuniones de 2021 el fin de varios años de estímulos monetarios, abriendo el paso a una subida de los tipos de interés a finales de este año.
El conflicto en Ucrania, las sanciones sin precedentes impuestas por los países occidentales a Rusia y la subida de los precios de las materias primas aumentarán la incertidumbre, frenarán el crecimiento y reducirán el poder adquisitivo de los hogares. El BCE ya anticipó un recorte inicial de hasta cuatro décimas en el crecimiento del PIB de la zona euro este año, que en diciembre estimó en el 4,2%. Goldman Sachs ya ha rebajado su estimación en 0,4 puntos porcentuales, al 3,8% y Bank of America en 0,7, al 2,8%. En S&P prevén que el conflicto podría reducir el PIB de la zona euro en 1,2 puntos.
Por lo que respecta a las previsiones de inflación, el BCE avanzó en diciembre un alza de precios para este año del 3,2%. Las previsiones del BCE sobre inflación se han mostrado muy poco fiables, por lo que los responsables de la política monetaria las cuestionan ahora abiertamente y, con ello, hacen que sean menos relevantes en la toma de decisiones. En este sentido, la guerra en Ucrania también puede poner en marcha fuerzas económicas que podrían impulsar los precios más adelante. El aumento del gasto en defensa, tal y como han señalado varios miembros de la zona del euro, así como una transición ecológica más rápida para que el bloque deje de depender del gas ruso, podrían impulsar el gasto público y la inflación.
Según Bank of America, la inflación en la Eurozona podría desbocarse al 6% y al 5% según Goldman Sachs.
Esta mezcla de bajo crecimiento económico y alta inflación, fenómeno que se conoce como estanflación, es el peor de los escenarios a los que se puede enfrentar la economía europea, por lo que el BCE va a tener que ser extremadamente prudente en su toma de decisiones y dar a la primera con la tecla que ayude a que la situación al menos no vaya a peor.