El nuevo Gobierno catalán tendrá que levantar una de las economías más afectadas por el coronavirus

• Cataluña cerró el año anterior con una caída del 11,4% peor que el resto del país.
• La solución de los independentistas pasa por plantear empresas de servicios públicos alternativas al Ibex 35.

Tras el procés soberanista de octubre de 2017 comenzó la debacle económica Cataluña, que se ha visto acrecentada por la crisis sanitaria y económica que ha traído consigo el coronavirus. El nuevo Govern que surja de las elecciones celebradas ayer tendrá una difícil tarea, sanear la economía autonómica después del golpe provocado por la pandemia. Después del sorpasso logrado por la Comunidad de Madrid, que atendiendo a las estimaciones cerrará 2020 como la economía más fuerte del país, la Generalitat deberá intentar colocar a Cataluña como motor económico de España.

El PSC ha procurado evitar una lucha entre autonomías con su propuesta de armonización fiscal en toda España, estipulando un suelo mínimo a pagar de cualquier impuesto, lo que supondría un aumento de los impuestos para los madrileños. Aunque dentro de esos planes se establecen también una subida de impuestos a los catalanes junto a la creación de algunos nuevos. En el ámbito de los impuestos de Sucesiones y Donaciones se pretende una reducción “significativa y selectiva” de los beneficios fiscales, que traerían consigo un aumento de la recaudación. En el IRPF, quiere “registrar” de manera más efectiva las rentas más altas, tanto del capital como del trabajo.

Las elecciones catalanas. Foto: El País

A día de hoy, parece que ERC y Junts volverán a unir sus fuerzas, aunque deberán escoger entre el apoyo de En Comú Podem o el de la CUP. Sea cual fuere la coalición, presumiblemente todas pasan por aumentar los impuestos en Cataluña en un aspecto similar al PSC, haciendo hincapié en IRPF, Sucesiones y Donaciones y Patrimonio, y en fiscalizad verde.

Aragonès (ERC) y Borràs (Junts) han dejado claro a lo largo de la campaña electoral que su intención es la de ayudar a las pymes locales “expulsando” a las empresas del Ibex 35 de la contratación pública catalana. Intenciones que chocan con que muchas compañías del Ibex 35 son catalanas, pero fueron estas las que, en su mayoría, movieron su sede a otras autonomías ante la inseguridad jurídica derivada del procés. En este caso, se tratan de empresas de servicios básicos, y los independentistas pretenden impulsar compañías alternativas en estos ámbitos, públicas y privadas, que sean fieles en caso de ruptura.

Los datos del departamento de estadística catalán dejan entrever que la economía de la región bajó un 9,6% interanual en el último trimestre de 2020, un dato peor que el de la media del resto del país (-9,1%). También, según los datos de Idescat, la actividad en verano en Cataluña se vio más afectada por la crisis y las restricciones, hasta caer un 0,5% con respecto a los meses estivales, mientras que el conjunto del Estado registró un aumento del 0,4% en el cuarto trimestre.

Las restricciones de movilidad han supuesto una gran pérdida económica para la región, que anteriormente acumulaba uno de cada cuatro euros que dejaba el turismo en todo el país. Además, no son buenas las previsiones de las exportaciones, para una comunidad autónoma que depende en gran medida del intercambio de bienes. Tras los crecimientos del 7,3% en 2017, el 2,8% en 2018 y el 3,4% en 2019, el último ejercicio cerró con un desplome en las exportaciones cercano al -11,6%.

Así, si se cumplen las previsiones de AIReF, Cataluña estará entre las pocas comunidades autónomas en cerrar el otoño con un retroceso interanual peor que el resto del país, junto a la Comunidad Valenciana y los dos archipiélagos. En el ámbito laboral, el Govern deberá afrontar la destrucción de unos 137.600 empleos este 2020 a causa de la crisis generada por la pandemia.

Fuentes: INE, Airef, Idescat y Colegio de Registradores

Con ello, el número de parados ha ascendido en 132.100 personas, llegando a estar cerca del medio millón, lo que supone una tasa de paro del 13,87%.

En este apartado también es importante recalcar que el nuevo gobierno catalán deberá tener en cuenta a los casi 175.000 catalanes que se encuentran sujetos a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y al cierre de las plantas catalanas de Nissan, un movimiento por el que se verán afectados directamente 2.500 puestos de trabajo, juntos a otros cientos a los que perjudicará de manera indirecta.

Ante esta circunstancia, el nuevo Govern deberá intentar aprobar unos Presupuestos adecuados al escenario de crisis actual, invirtiendo recursos tanto en ayudas a los sectores más afectados como en gasto sanitario. Por su parte, Foment de Treball Nacional, la patronal catalana, presiona para que así sea. Josep Sánchez Llibre, su presidente, ha pedido que se tomen “medidas” urgentes para que “miles de empresarios no se vean abocados al cierre de negocios”. Además solicita que se inyecten al menos 50.000 millones de euros a los sectores más vulnerables y la creación de un escenario fiscal “más atractivo”.

La importancia de los fondos europeos para Cataluña

Uno de los apartados más importantes para el nuevo gobierno catalán será la gestión de los fondos europeos. Cataluña serán una de las comunidades que más relevancia tendrán tanto en el reparto que el Gobierno tiene previsto para los gastos sociales o sanitarios, como en la distribución del dinero para inversiones, reformas u otro tipo de proyectos. Así, el plan de la Comisión Europea pasa por desembolsar dichos fondos a lo largo de los próximos años, hasta 2026, por lo que abarcaría la totalidad de la nueva legislatura.

De los primeros 10.000 millones de euros, el Ministerio de Hacienda hizo oficial a finales de 2020 que había reservado para Cataluña unos 1.706 millones, lo que supone el 17,1% del total. Estas cantidades estarán destinadas “a reforzar con partidas adicionales las políticas públicas en un contexto de crisis en el que se han demostrado como la red de seguridad para millones de ciudadanos”, argumenta el departamento que dirige María Jesús Montero. Así, Cataluña será la segunda región que más fondos recibirá, solo por detrás de Andalucía (18,8%) y por delante del 12,8% que recibirá Madrid.

Aún así, el Govern saliente calcula que la cifra debería ascender a los 4.600 millones para que se puedan sufragar todas las consecuencias sobrevenidas por la crisis del Covid-19.

A día de hoy, según las propuestas del anterior gobierno formado por ERC y JxCat, Cataluña aspiraba a obtener 41.000 millones de los fondos Next Generation UE para recuperarse económicamente, con 27 proyectos identificados por la Generalitat, que aún esperan el visto bueno del Gobierno central.

Uno de los más importantes es el proyecto Carbon Recovery, que pretende “aglutinar las iniciativas entorno a la sostenibilidad y la descarbonización en Cataluña”. En el participan compañías como Naturgy Group, Holaluz o Suez, entre otras, con un presupuesto que ronda los 7.300 millones de euros.