Ericsson podrían haber financiado al ISIS en Irak
La compañía sueca ya se había visto inmersa en casos de soborno a funcionarios de varios países
Sede de Ericsson (Foto: Ericsson)
Ericsson podrían haber financiado al ISIS en Irak
La compañía sueca ya se había visto inmersa en casos de soborno a funcionarios de varios países
Sede de Ericsson (Foto: Ericsson)
La lacra de la corrupción se extiende por todas partes, incluso por países considerados como un ejemplo de transparencia y de ben hacer en muchos aspectos. Esta semana se ha sabido que Ericsson, la multinacional sueca de telecomunicaciones, podría haber pagado sobornos en Irak al Estado Islámico (ISIS), uno de los grupos terroristas más sangrientos, si no el que más, del mundo.
Ericsson inicio en 2019 una investigación interna ante la sospecha de que algunos empleados de la multinacional habían realizado “gastos inusuales” en Irak. Según un comunicado hecho público por la compañía, las indagaciones han dado como resultado el descubrimiento de pagos a individuos “desconocidos” para poder utilizar “rutas de transporte alternativas” al objeto de evadir la aduana iraquí. El problema es que se ha pagado “el transporte por carretera a través de áreas controladas por organizaciones terroristas, incluido ISIS”, ha declarado Borje Ekholm, CEO de Ericsson, al diario financiero sueco Dagens Industri.
Lo que viene a decir es que los empleados del proveedor sueco habrían ayudado a financiar el terrorismo en Oriente Próximo. La investigación de la compañía no encontró evidencia de esto, pero Ericsson tampoco parece descartar la posibilidad. Como dice en la misma nota, los investigadores «no pudieron determinar los destinatarios finales de estos pagos».
Lista de irregularidades
En el comunicado de la empresa se deja constancia de la larga lista de irregularidades que se cometieron en Irak. Admite «graves infracciones de las normas de cumplimiento y del código de ética empresarial de la empresa» con respecto a los empleados, vendedores y proveedores de Ericsson en Irak entre 2011 y 2019. Además, señala que la investigación ha mostrado la comisión de prácticas corruptas, como «hacer una donación monetaria sin un beneficiario claro; pagar a un proveedor por un trabajo sin un alcance y documentación definidos; utilizar proveedores para realizar pagos en efectivo; financiar viajes y gastos inadecuados; y el uso indebido de agentes de ventas y consultores».
El personal relacionado con el escándalo ha sido «despedido de la empresa«, según Ericsson. También ha tomado otras «acciones correctivas» para mejorar los procesos internos, asegura.
Aunque pueda parecer que Ericsson está haciendo un ejercicio de transparencia al publicar el resultado de su investigación, lo cierto es que la información se ha hecho pública dos años después del inicio de las pesquisas y, tal como ha reconocido la firma sueca, solo después de que tanto medios suecos como internacionales se hubieran dirigido a la compañía para recabar información sobre las irregularidades cometidas por empleados de la empresa en Irak.
Grave problema
La posibilidad de que la multinacional haya pagado, conscientemente o no, a terroristas del ISIS, puede terminar provocándole un importante problema, ya que este caso de corrupción no es el único al que se ha tenido que enfrentar la compañía.
Según una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, entre 2000 y 2016 Ericsson pagó decenas de millones de dólares para sobornar a clientes en China junto con funcionarios gubernamentales de alto rango en África y Oriente Próximo. Usando contratos falsos y fondos para sobornos, el fabricante de equipos sueco pudo obtener cientos de millones en ganancias a través de lo que los funcionarios estadounidenses describieron como un «esquema de soborno a gran escala».
La empresa ha tenido que hacer frente a una multa de mil millones de dólares impuesta por el Departamento de Justicia estadounidense, con el que llegó a un Acuerdo de Enjuiciamiento Diferido, por el que Ericsson se libraba de ser juzgada a cambio de una serie de condiciones. El pasado mes de octubre, el Departamento de Justicia de EE. UU. advirtió que la firma había incumplido sus obligaciones en virtud de este acuerdo al no proporcionar documentos e información. Precisamente cuando los responsables de Ericsson comenzaron a recabar la información que les había sido solicitada, se encontraron con el pastel de Irak y dieron cuenta a las autoridades estadounidenses del problema.
Aunque ni la empresa ni el Departamento de Justicia han hablado sobre este asunto, no es descartable que la firma sueca tuviera que hacer frente a una nueva multa.
Reestructuración interna
Después del escándalo de los sobornos en China, Vietnam y Yibuti, la compañía acometió una profunda reestructuración interna y de momento no le va mal, gracias en parte a la política de Estados Unidos. Ericsson se ha beneficiado de la presión de Washington contra el fabricante chino Huawei, que fue expulsado de Estados Unidos por la Administración Trump con la excusa de que las redes 5G de la compañía china podían ser utilizadas para espiar en Estados Unidos. La medida contra esta empresa se extendió a buena parte de Europa. Esto ha disparado un 17% las ventas de Ericsson en EE.UU. en 2021.
La posición de la firma sueca en el mercado estadounidense parecía asegurada, pero otras empresas como Samsung le están haciendo una dura competencia. La compañía coreana logró un contrato de suministro de 6.600 millones con Verizon en 2020, mientras que Amazon Web Services también está moviendo ficha. Ahora, el nuevo escándalo no solo es un grave problema reputacional para la multinacional, sino que puede dañar su cuenta de resultados. De momento, Ericsson ha perdido un 15% de su valor en Bolsa.