Evergrande incurre en impago

Hace meses se comenzó a hablar de los problemas de Evergrande, el gigante inmobiliario chino, ante sus dificultades para hacer frente a sus deudas, que superan los 254.000 millones de euros. Hasta ahora ha podido ir haciendo frente a los vencimientos de deuda, pero la falta de liquidez es cada vez más acuciante.

En un comunicado emitido por la compañía se advierte que “a la luz del estado actual de liquidez del grupo, no hay garantía de que este cuente con fondos suficientes para continuar desempeñando sus obligaciones financieras«. La empresa ha dado la noticia después de que haya recibido una solicitud de pago en virtud de una obligación de garantía de 260 millones de dólares, tras no haber pagado ya 82,5 millones de dólares en cupones. El periodo de gracia de 30 días terminó el lunes, y Evergrande ha incurrido oficialmente en impago por primera vez.

Esto puede provocar un impago cruzado de todos los bonos de la empresa por valor de unos 19.000 millones de dólares en los mercados de capitales internacionales, que pondría a Evergrande en riesgo de convertirse en el mayor moroso de la historia de China, lo que repercutiría en su sector inmobiliario y en otros sectores, haciendo tambalearse aún más la confianza de los inversores mundiales, según destaca la agencia Reuters en un análisis.

Las acciones de Evergrande han caído un 87% este año. (Foto: Google)

La noticia ha sido recibida en el mercado como un jarro de agua fría. La compañía ha caído en la bolsa de Hong Kong cerca de un 20% este lunes, llevando sus acciones a mínimos históricos y acumulando una pérdida de valor durante este ejercicio que ya supera el 87%.

Ya se ha hablado en otras ocasiones de la posibilidad de que Evergrande tuviera que verse obligada a presentar suspensión de pagos, pero hasta ahora ha ido llegando a acuerdos y ha retrasado los pagos todo lo que ha podido para evitar la situación, mientras que las autoridades chinas se han dedicado a observar sin llegar a intervenir en ningún momento. No obstante, en este penúltimo episodio de la crisis, esto ha cambiado.

Tras hacerse público comunicado de la empresa, las autoridades de la provincia de Cantón, donde Evergrande tiene su sede, decidieron mover ficha ante la posibilidad de hundimiento de la compañía. El primer paso ha sido acordar que se mandaría un equipo de trabajo público a la inmobiliaria para ayudarla con un plan de reestructuración de su deuda. A este respecto, lo único que ha dicho la empresa es que planea comprometerse activamente con los acreedores de otros países para «formular un plan de reestructuración viable» pensado para «el beneficio de todas las partes interesadas».

Dada la magnitud del problema, desde el sector bancario y el asegurador de China se han esforzado en enviar a los mercados y al país en general mensajes de tranquilidad. El mantra de estas comunicaciones es que el riesgo de contagio de la crisis de Evergrande para otras compañías del sector es «controlable» y que «no tendrá un impacto negativo» en el sistema financiero chino. Incluso el Banco Popular de China (BPC) ha salido a la palestra asegurando que una sola empresa inmobiliaria no socavará la financiación del mercado a medio o largo plazo y que la venta de viviendas, la compra de terrenos y la financiación «ya han vuelto a la normalidad» en el país.

Evergrande tiene que hacer frente al vencimiento de 10.000 millones de dólares en bonos solo en enero. (Foto: Google)

Sin embargo, la situación es tan complicada que incluso el presidente la empresa, Hui Ka Yan, ha recurrido a su patrimonio personal para lograr liquidez, según un informe de Reuters.

La labor de los funcionarios de Cantón no va a ser fácil. Evergrande tiene que hacer frente al vencimiento de 10.000 millones de dólares en bonos inmobiliarios solo en enero. En este este sentido, van a tener que hacer malabarismos para, por un lado, evitar el hundimiento de la compañía y, por otro, evitar que parezca que el Estado está suavizando su política para reducir los niveles de endeudamiento del sector.

Según diversas informaciones, las autoridades chinas estarían relajando su política monetaria, aunque de manera muy tenue. El banco central del país ha lanzado mensajes en los que dice que los bancos no deben excederse en el momento de restringir el crédito a los promotores, alguno de los cuales habría sido autorizado a emitir bonos nacionales y valores respaldados por activos. Pero los beneficiarios han sido principalmente promotores controlados por el Estado.

Por otra parte, a pesar de los mensajes sobre la dificultad de que la crisis de Evergrande provoque el contagio en el resto del sector, este holding no es el único conglomerado en problemas. Kaisa Group Holdings Ltd -el mayor deudor de China entre los promotores inmobiliarios después de Evergrande- también corre el riesgo de impago de un bono de 400 millones de dólares que vence el martes, al no haber podido llegar a un acuerdo con los tenedores de bonos.