Inflación y Covid, doble pandemia para los mercados y el poder adquisitivo

La semana pasada se conocieron importantes datos macroeconómicos que sirvieron de referencia a los mercados mundiales. Esta semana, sin embargo, las Bolsas van a estar huérfanas de referencias significativas. Mañana se publica en Estados Unidos el dato de ventas minoristas de octubre. A falta de otros datos, los inversores seguirán pendientes de la inflación, que sigue disparada en todo el mundo.

A la inflación se suma ahora otro problema que había pasado a segundo o tercer plano en la agenda de los inversores y que pude causar efectos muy negativos en las economías europeas y en los mercados de valores: la Covid.

La pandemia está resurgiendo con fuerza en Europa. En el Viejo Continente se producen en la actualidad más de la mitad de los contagios medios en todo el mundo y cerca de la mitad de las últimas muertes, según datos recopilados por la agencia Reuters. Este es el nivel más alto desde abril del año pasado, cuando el virus estaba en su pico inicial en Italia.

Esto está llevando a que varios países como Alemania, Austria, Holanda o la República Checa estén aplicando restricciones o planeando medidas para evitar la propagación.

Holanda inició el sábado un confinamiento parcial de tres semanas, el primero en Europa Occidental desde el verano. Alemania reinstauró el sábado las pruebas gratuitas de Covid-19 y Austria ordenó el domingo el confinamiento de las personas no vacunadas.

La Covid se está extendiendo entre las personas que no están vacunadas. (Foto: Wikimedia)

De momento, estas medidas están muy localizadas y afectan de manera desigual a la población, ya que en muchas ocasiones se centran en las personas que aún no están vacunadas. Precisamente la ralentización en el proceso de vacunación en algunos países estaría facilitando la extensión del virus. Mientras que en España la tasa es de alrededor del 80%, en Alemania es del 66% y en Rusia, del 32%.

El problema puede venir si las medidas que se están poniendo en marcha no son suficientes para parar el nuevo brote de la pandemia, ya que esto podría obligar a las autoridades de los países afectados a desempolvar el corolario de medidas más duras. Esto se produciría después de que la recuperación de las economías europeas ha perdido impulso en los últimos meses. Los problemas en las cadenas de suministros globales y, sobre todo, la alta inflación, están lastrando la confianza los consumidores y de las empresas, por lo que “el anuncio de nuevas restricciones como herramienta para combatir la nueva ola de la pandemia podría darle la puntilla a la ya de por sí debilitada recuperación económica, lo que se vería reflejado en las expectativas de resultados de muchas empresas y, por tanto, en sus valoraciones y en su comportamiento bursátil”, señala Juan Fernandez-Figares, analista de Link Securities.

Un posible confinamiento en algunos países europeos podría ser letal para la economía española, que basa buena parte de la recuperación del PIB y del empleo en el sector turístico. En este sentido, en el informe publicado la semana pasada por la Comisión Europea en el que revisaba a la baja las previsiones de crecimiento para España se decía que «aunque la incertidumbre ha disminuido significativamente gracias al control de la situación sanitaria a nivel nacional, todavía existen varios riesgos para las perspectivas,». A este respecto, destacaba que «la persistencia o el resurgimiento de la pandemia en otros países podría lastrar el crecimiento económico, [de España] sobre todo al retrasar la plena recuperación del sector turístico».

Semana de incertidumbre en los mercados

En cualquier caso, parece que se abre una semana de incertidumbre y de ver y esperar acontecimientos en los mercados, Esto puede llevar a los principales índices bursátiles europeos a entrar en fase de consolidación, algo que, por otra parte, no sería nada anormal teniendo en cuenta las fuertes alzas registradas por estos mercados en el último mes.

Aunque hasta ahora los mercados han aguantado bien el envite de la inflación, apoyados principalmente en los buenos resultados empresariales, la semana pasada comenzaron a notarse las consecuencias de la presión a la que se están viendo sometidas las Bolsas desde varios frentes.

El Ibex ha comenzado la semana por debajo de los 9.100 puntos. (Foto: BBVA.com).

Wall Street cerró la semana pasada en negativo, tendencia que esquivan las Bolsas europeas, que logran ligeras subidas semanales a excepción del Ibex y del Mib italiano. El Cac 40 avanzó un 0,72% y el Dax sumó un 0,25%. En el caso de la Bolsa española, el Ibex cayó un 0,55% en la semana y se quedó a las puertas de los 9.100 puntos. En este sentido, y ahí ya se empieza a ver el efecto Covid, los valores del selectivo español más castigados fueron Melià e IAG, ambos directamente relacionados con el turismo.

Esta semana comienza con muchas dudas en los principales parqués europeos. En el caso del Ibex, se está viendo sacudido por fuertes caídas ante los retrocesos de BBVA y Almirall. El banco ha presentado una OPA por el 50,15% que no controla del turco Garanti por unos 2.249 millones de euros. La compañía ha anunciado unas pérdidas netas de 39,4 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a las ganancias de 57,1 millones de euros del mismo periodo de 2020. En este contexto, el Ibex, que la semana pasada peleaba por agarrarse al nivel de los 9.100 puntos, intenta ahora no caer por debajo de los 9.000.