Intel gana la apelación contra la multa de 1.060 millones que le impuso Bruselas
El Tribunal General de la Unión Europea dice que la Comisión hizo un análisis "incompleto"
Después de 12 años de litigios, Intel ha ganado la partida a Bruselas (Foto: Google)
Intel gana la apelación contra la multa de 1.060 millones que le impuso Bruselas
El Tribunal General de la Unión Europea dice que la Comisión hizo un análisis "incompleto"
Después de 12 años de litigios, Intel ha ganado la partida a Bruselas (Foto: Google)
La firma Intel ha logrado un gran triunfo en el contencioso que enfrenta al fabricante de microprocesadores con la Unión Europea desde hace 12 años. El Tribunal General de la Unión Europea ha anulado la multa de 1.060 millones de euros que la Comisión Europea (CE) le impuso en 2009 por supuestas prácticas anticompetitivas en el mercado de los microprochips.
Según la decisión publicada hoy, el tribunal ha decidido anular la sanción al considerar que el Ejecutivo comunitario hizo un análisis “incompleto” que «no permite demostrar de modo jurídicamente suficiente que los descuentos condicionales concedidos por Intel podían o podrían producir efectos contrarios a la competencia».
La CE impuso al grupo informático estadounidense lo que en ese momento era la mayor multa de la historia en la UE por abusar de su posición dominante con el objetivo de tratar de expulsar a sus rivales del mercado de microprocesadores.
El Tribunal General de la Unión Europea ha anulado la multa a Intel. (Foto: Google)
Según Bruselas, Intel recurrió a prácticas que el Ejecutivo comunitario considera ilegales, como fuertes descuentos e incluso pagos a fabricantes de ordenadores como Acer, Dell, HP, Lenovo o NEC para que no utilizaran microprocesadores de AMD. Las autoridades comunitarias aseguraban que la empresa estadounidense también pagó al distribuidor Media Markt para que vendiera sólo ordenadores equipados con microprocesadores Intel.
Tras conocer la sanción, Intel inició un litigio de apelación ante el Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea. La compañía aseguraba que la resolución contenía graves errores y calificaba la sanción de «manifiestamente desproporcionada». La compañía esgrimió que en el periodo entre 2002 y 2007, cuando supuestamente tuvieron lugar las prácticas, AMD elevó su cuota de mercado en el área de microprocesadores además de sus beneficios. Asimismo, afirmaba que sus derechos legales durante su defensa fueron violados, añadiendo que los reguladores no llevaron a cabo una segunda audiencia de alegaciones en julio de 2008.
Intel pagó a Media Markt para que vendiera sólo ordenadores equipados con sus procesadores. (Foto: Google)
Aunque el Tribunal General de la UE desestimó en 2014 un primer recurso a la sanción, Intel recurrió a la instancia superior, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) por considerar que se había incurrido en el error de no examinar los descuentos ofrecidos a fabricantes de equipos informáticos «tomando en consideración la totalidad de las circunstancias del caso».
En 2017 el TJUE dio la razón al fabricante estadounidense y ordenó al Tribunal General que volviera a analizar el asunto.
Ahora, en la nueva sentencia, el Tribunal General de la UE, con sede en Luxemburgo, recoge los argumentos de la primera sentencia que sí daban por acreditada la existencia de los descuentos controvertidos, pero considera que la Comisión «no ha demostrado de modo jurídicamente suficiente la capacidad de cada uno de los descuentos controvertidos para producir un efecto de expulsión del mercado».
Margrethe Vestager, comisaria de Competencia. (Foto: CE)
Este hecho lleva al Tribunal General de la UE a anular de forma parcial la decisión del Ejecutivo comunitario, en la medida en que ésta considera que las prácticas llevadas a cabo por Intel constituyen un caso de abuso de posición dominante. Con respecto a la cuantía de la multa, el Tribunal General apunta que no puede identificar el importe correspondiente y, en consecuencia, anula «en su totalidad» la sanción de 1.060 millones decidida por Bruselas.
La sentencia todavía puede ser recurrida en casación ante el Tribunal de Justicia, aunque limitado a cuestiones de derecho. Bruselas tiene dos meses y diez días de plazo desde que reciba notificación del fallo para recurrir. “El hecho de que hayamos perdido un caso que es de hace más de una década plantea que necesitemos estudiar en detalle qué podemos aprender de esta sentencia del TJUE. Necesitaremos un tiempo para evaluar la sentencia”, ha dicho la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
