La crisis de Credit Suisse pone de nuevo en alerta al sistema financiero mundial

La semana pasada conocimos el colapso del banco estadounidense Silicon Valley Bank. Esta semana, y después de muchos meses de rumores sobre su situación, Credit Suisse, la segunda entidad bancaria más importante de Suiza, se ha desplomado en Bolsa ante las dudas sobre su futuro provocadas después de que su principal accionista se negara a inyectar nuevos fondos en la entidad.

Tras la caída de Silicon Valley Bank se lanzó un mensaje de tranquilidad. “Esto no es como lo de 2008”. “No hay peligro de contagio”, se decía. Pero, el hecho de que solo una semana después hayan aflorado los graves problemas del segundo banco de Suiza, que tiene un sistema bancario generalmente tan bien valorado como el suizo, ha hecho que los fantasmas del crack de 2008 vuelvan a sobrevolar los principales mercados mundiales.

Ayer fue una jornada negra para las bolsas en general y muy especialmente para el sector financiero. El propio Credit Suisse se desplomó un 24,24%, mientras que el francés Société Générale cerró la sesión con una caída del 12%, y los alemanes Commerzbank, y Deutsche Bank cedieron casi un 9%. Por lo que se refiere a los bancos españoles, BBVA cayó un 9,6%; Santander, un 6,89%; CaixaBank, un 6,72%; Bankinter, un 6,46% y Unicaja, un 6,06%. Según Bloomberg, se han evaporado 60.000 millones de euros en valoración de los bancos europeos.

Los problemas del banco helvético han provocado caídas en los mercados. (Foto: Bolsa de Madrid)

La entidad helvética ha emitido en la madrugada de hoy un comunicado en el que anuncia que el Banco Central de Suiza les va a ayudar. En este sentido, Credir Suisse va a tomar prestados 50.000 millones de francos suizos (unos 50.700 millones de euros) del banco central a través de una línea de crédito y otra de liquidez a corto plazo.

Esto ha dado un respiro a los mercados, que hoy experimentan subidas generalizadas, especialmente los bancos. Las acciones el banco suizo han llegado a subir un 30% en el transcurso de la mañana. Algo similar ocurre con otras entidades financieras, que se están recuperando de las caídas de ayer.

La crisis se acelera

La crisis del Credit Suisse no ha pillado del todo por sorpresa, ya que los mercados eran conscientes de los problemas de la entidad helvética, pero todo se ha precipitado en los últimos días.

El detonante ha sido el anuncio del presidente del banco estatal saudí SNB, Ammar al Khudairy, primer accionista de la firma suiza, de que no iba a proporcionar fondos a Credit Suisse aun en el caso de que pudiera necesitar una inyección de capital ya que, según explicó, la firma saudí que no puede superar el tope regulatorio del 10% del accionariado.

Esto fue interpretado por el mercado como que el principal accionista de la entidad no quería aportar más fondos al banco. Este mensaje, además, se produjo en un momento especialmente delicado. Los responsables de la entidad se han visto obligados a reconocer fallos en su gestión de riesgos, algo considerado como uno de los principales pecados que puede cometer la banca después de la crisis de 2008.

El anuncio del principal accionista de Credit Suisse se producía, además, después de que la entidad presentara sus resultados del último ejercicio, que mostraban una preocupante fuga de depósitos.

Según los datos publicados por la entidad, el banco suizo tenía a cierre del último ejercicio 233.235 millones de francos suizos en depósitos (239.948 millones de euros). En 2021, tenía depósitos por valor de 392.819 millones de francos (404.126 millones de euros). La pérdida de depósitos obligó a la entidad a vender activos para atender las peticiones de reembolso de sus clientes, lo que propició un debilitamiento de su balance.

Credit Suisse perdió el año pasado 7.293 millones de francos suizos (7.381 millones de euros) frente a las pérdidas de 1.650 millones de francos (1.670 millones de euros) en 2021. Estos resultados se explican en parte por su exposición a firmas de riesgo que colapsaron en ejercicios anteriores, como el fondo de cobertura estadounidense Archegos.

El BCE sube los tipos medio punto

En medio de esta crisis, hoy se ha reunido el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). A pesar de las turbulencias de los mercados financieros tras la quiebra del estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) y la crisis de Credit Suisse, la institución que preside Christine Lagarde ha decidido mantener su hoja de ruta y ha subido medio punto los tipos de interés de referencia en la zona euro, hasta situarlos en el 3,5%.

Christine Lagarde, presidenta del BCE. (Foto: Parlamento Europeo)

Según un comunicado emitido por el banco, «se prevé que la inflación seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo. En consecuencia, el Consejo de Gobierno ha decidido hoy subir los tres tipos de interés oficiales del BCE en 50 puntos básicos en línea con su determinación de asegurar que la inflación vuelva a situarse de forma oportuna en el objetivo del 2% a medio plazo».

Con respecto a los problemas en el sector bancario, el BCE señala que  «el Consejo de Gobierno está haciendo un atento seguimiento de las actuales tensiones en los mercados y está preparado para responder como resulte necesario a fin de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro». «El sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas. En todo caso, el BCE cuenta con todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria», señalan desde el banco.

Por su parte, Christine Lagarde ha asegurado en la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria que están preparados para “hacer lo que sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera”. Tenemos todos los instrumentos para suministrar liquidez si fuera necesario y para preservar la transmisión de política monetaria”, ha reiterado la presidenta. Sobre la crisis del banco suizo, Lagarde ha explicado que las tensiones financieras persistentes “son un riesgo y pueden afectar a la transmisión de la política monetaria”.