La economía de EE.UU. en el primer año de mandato de Biden está mejor, pero no bien

Hoy se cumple un año de la llegada de Joseph Robinette Biden Jr., más conocido como Joe Biden, a la presidencia de Estados Unidos. Cuando llegó al cargo, el país atravesaba una grave crisis económica y política. Solo unos días antes de su toma de posesión, los seguidores del hasta entonces presidente Donald Trump, habían asaltado el Capitolio después de que el líder republicano difundiera mensajes sin fundamento en los que afirmaba que le habían robado las elecciones.

En el plano económico, el país había sido devastado por la pandemia de covid, que se cobró centeneres de miles de vidas de ciudadanos, hundió el crecimiento y disparó el desempleo.

Los retos a los que tenía que enfrentarse eran colosales y los medios políticos escasos, dado que los demócratas controlan el Congreso por un corto margen mientras que el Senado está controlado, también por una pequeña diferencia, por los republicanos. El aspecto político no ha experimentado grandes cambios, y el nuevo presidente no ha sido capaz de hacer algo que ayude la fractura de la sociedad. Sin embargo, en el ámbito económico, y aunque hay claroscuros en su gestión, se puede decir que el balance es positivo.

Los seguidores de Trump tomaron el Capitolio. (Foto: Google)

Reducción del paro

Uno de los principales logros económicos en el último año ha sido la recuperación del empleo. En tan solo 12 meses se han creado 6,4 millones de puestos de trabajo. Nunca antes se habían creado tantos puestos de trabajo en un ejercicio. Baste recordar que en el transcurso de los primeros tres años del mandato de Trump (2017-2019) la economía estadounidense creó 6,5 millones de empleos.

La tasa de desempleo cayó del 6,2% cuando Biden asumió el cargo al 3,9%, la mayor caída en un solo año en la historia de Estados Unidos. Por su parte, el número de solicitantes de empleo se ha reducido al nivel más bajo desde 1969. Además, cuando Biden llegó a la Casa Blanca, más de 18 millones de personas recibían subsidio de desempleo, mientras que al final del año pasado esta cifra cayó hasta los dos millones.

Aún no se han recuperado todos los puestos de trabajo destruidos por la pandemia. Además, se ha añadido una cuestión cuyas consecuencias a medio plazo no pueden ser evaluadas. Resulta que en el contexto de este fuerte ritmo de creación de empleo millones de estadounidenses han renunciado a sus trabajos. Aunque esto muestra confianza en el mercado laboral, algunas industrias ahora enfrentan escasez de mano de obra, lo que contribuye a los problemas de la cadena de suministro global y alimenta una inflación vertiginosa.

El Capitolio ha aprobado dos planes de estímulo de Biden. (Foto: Google)

Planes de estímulo

Otro de los logros económicos de Biden en su primer año al frente de Estados Unidos es que ha logrado sacar adelante varios planes de estímulo billonarios para reactivar la economía. Esto puede ser considerado como un logro importante si se tiene en cuenta que en ese país hablar de aumento del gasto público es anatema.

En marzo logró que el Capitolio aprobara el llamado Plan de Rescate Estadounidense, dotado con un presupuesto de 1,9 billones de dólares. Financiar la lucha contra el coronavirus, fortalecer la red de seguridad social para quienes están en peor situación y ayudar a los gobiernos estatales y locales son los objetivos principales del Plan.

Asimismo, y a pesar de la oposición de los republicanos y de un caucus demócrata fracturado, logró aprobar un proyecto de ley de infraestructura de un billón de dólares en noviembre.

Por lo que respecta al crecimiento de la economía, según los últimos datos disponibles (tercer trimestre del año), la recuperación es patente, aunque se ha visto ralentizada en el último tramo del año como consecuencia de la versión ómicron de la covid. El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos aumentó a un ritmo anual del 2,1% en el tercer trimestre de 2021 (0,5% en tasa trimestral). En el segundo trimestre, el PIB real aumentó un 6,7% (1,6% trimestral).

La mejoría de la economía y del empleo han llevado a la Reserva Federal (FED) a comenzar la paulatina retirada de estímulos. El Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC) por sus siglas en inglés, anunció en noviembre iba a reducir sus compras de deuda. El proceso, comúnmente conocido como tapering, recortará en 15.000 millones de dólares al mes la cantidad de activos que engulle actualmente el banco central estadounidense. Esta retirada de estímulos se ha empezado a acelerar este mismo enero a un ritmo de 30.000 dólares al mes.

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. Foto: (Reserva Federal)

El problema de la inflación

El gran problema de la economía estadounidense es la inflación, una lacra que se ha extendido por todo el mundo y que está afectando de manera especial a Estados Unidos. El nuevo dato de IPC correspondiente a diciembre revela que los precios crecieron a una tasa interanual del 7%, niveles no vistos desde junio de 1982. Los precios no crecían a semejante velocidad desde hace casi 40 años.

La inflación seguirá siendo claramente positiva en 2022 porque los datos mensuales revelan que las empresas siguen trasladando poco a poco sus amentos de costes a los bienes y servicios finales que adquieren los consumidores. Jerome Powell, presidente la Reserva Federal, ya ha advertido que el banco central está listo para endurecer su política monetaria si percibe que las expectativas de inflación se desanclan. Esto se traduce en subidas de los tipos de interés este año. El mercado espera un mínimo de tres, la primera de ellas en marzo.

Aunque el primer año de Biden ha sido razonablemente bueno en el ámbito económico, los peligros para la economía no han pasado. Aún está por ver si será capaz de hacer frente a los mismo de manera efectiva.