La FED va a acelerar la retirada de estímulos a la economía
El programa de compra de deuda terminará en marzo en lugar de julio como estaba previsto
La FED toma hoy importantes decisiones (Foto: Google)
La FED va a acelerar la retirada de estímulos a la economía
El programa de compra de deuda terminará en marzo en lugar de julio como estaba previsto
La FED toma hoy importantes decisiones (Foto: Google)
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal estadounidense (FED) se reúne hoy por segundo día consecutivo para marcar la política monetaria del país en los próximos meses. Los temas estrella de la última reunión del año de la FED son la retirada de estímulos a la economía y la posible subida de los tipos de interés el año próximo.
El presidente de la FED, Jerome Powell, ya dejó entrever hace un par de semanas en el Comité Bancario del Senado que podría acelerarse la reducción de su programa de compra de deuda que está en marcha desde el pasado marzo y asciende a 120.000 millones de dólares al mes.
El recorte en estas compras, también conocido como tapering, ya está en marcha y se desarrolla a un ritmo de 15.000 millones de dólares al mes (10.000 millones en bonos del Tesoro y 5.000 millones en activos respaldados por hipotecas).
Sin embargo, se da por seguro que en la reunión de estos dos días se acuerde duplicar el ritmo del recorte hasta los 30.000 millones mensuales, a razón de 20.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 10.000 millones en bonos respaldados con hipotecas. De este modo, el programa de ayudas puesto en marcha por la FED para corregir los efectos de la Covid en la economía podrá darse por finalizado en el primer trimestre de 2022.
Esta decisión viene abalada por la elevada inflación que soporta el país, y que en el mes de octubre alcanzó el 6,8%, el máximo nivel desde 1982. Pese a que ha defendido que el actual nivel de inflación es algo transitorio, Powell ya señaló en esta comparecencia que “es el momento para retirar la transitoriedad a la hora de referirse a la inflación”.
Esta idea se vio confirmada ayer con la publicación del Índice de Precios de la Producción (IPP). Según el Departamento de Trabajo, el IPP subió el 0,8% en el mes de noviembre con relación a octubre, mientras que en tasa interanual lo hizo el 9,6% (+8,6% en octubre). Los analistas esperaban que el IPP repuntara el 0,5% en el mes y el 9,2% en tasa interanual, en ambos casos lecturas sensiblemente inferiores a las reales.
En noviembre y con relación a octubre los precios de la energía repuntaron el 2,6% y los de los alimentos el 1,2%. Si se excluyen ambas partidas, el subyacente del IPP subió el 0,7% con relación a octubre y el 7,7% en tasa interanual (+7,0% en octubre). En este caso los analistas esperaban un incremento en el mes del 0,4% y uno en tasa interanual del 7,2%, también muy inferiores a sus lecturas reales. La evolución de este índice, que registra el mayor crecimiento en décadas, es una señal más de que el problema de la inflación está lejos de solucionarse y que se está extendiendo a todos los niveles de la economía.
Una vez se haya tomado una decisión sobre la retirada de estímulos, analistas, bancos de inversión y el mercado en general apuestan por al menos dos subidas de los tipos de interés a lo lardo del año próximo.
Los mercados van a estar muy pendientes de la rueda de prensa de Powell en la que anuncie el resultado de la reunión. En este encuentro con los medios “no parece que vaya a trasladar a los mercados un giro brusco en la percepción que tiene la FED del entorno macroeconómico, ya que, si se muestra muy optimista con el crecimiento económico y la evolución del mercado laboral y a la vez preocupado por la evolución de la inflación los mercados financieros pueden reaccionar muy negativamente”, señala Juan Fernández-Figares, analista de Link Securities.
No obstante, Powell no lo va a tener difícil para evitar cualquier atisbo de euforia. La nueva ola de Covid, que se extiende por el mundo de la mano de la variante ómicron, sigue creando mucha incertidumbre.
La variante ómicron de la Covid parece no causar una enfermedad tan grave como se temía, a pesar de ser más contagiosa, pero su expansión a nivel global ya ha afectado a la economía y los temores a nuevas medidas restrictivas están afectando al mercado. En concreto, en el caso de Estados Unidos, en el último mes ha causado más de 33.600 muertos y 2,9 millones de infectados.