La inflación de Estados Unidos vuelve a dar un disgusto a los mercados
El IPC se ha colocado en el 6,2%, la mayor tasa en más de tres décadas, y amenaza con aumentar en base al nivel de deuda
La inflación de Estados Unidos ha escalado hasta el 6,2% en octubre. (Foto: Conlupa.net)
La inflación de Estados Unidos vuelve a dar un disgusto a los mercados
El IPC se ha colocado en el 6,2%, la mayor tasa en más de tres décadas, y amenaza con aumentar en base al nivel de deuda
La inflación de Estados Unidos ha escalado hasta el 6,2% en octubre. (Foto: Conlupa.net)
Existía cierto nerviosismo por conocer el dato de inflación en Estados Unidos, ya que se temía que pudiera crecer más de lo previsto. La realidad ha demostrado que los temores eran justificados. Según ha informado el Departamento de Trabajo, el IPC general se ha situado en el 6,2% en octubre, la mayor tasa de variación en más de tres décadas. La inflación mensual se ha incrementado un 0,9% entre septiembre y octubre. Por su parte, la inflación subyacente se ha situado en el 4,6% interanual.
La fuerte subida del coste de la energía está detrás de este incremento de los precios ya que, además, ha comenzado a arrastrar con fuerza a otros componentes de la cesta del IPC. A esto hay que sumar los problemas en la cadena de suministros y la escasez de algunos inputs que están encareciendo los procesos de producción.
El dato de inflación de Estados Unidos ha sido una sorpresa por lo abultado del mismo, no porque se esperara que no fuera a ser malo, sobre todo después de que se conociera ayer el Índice de Precios de la Producción (IPP). Este índice subió en el mes de octubre el 0,6% con relación a septiembre, mientras que en tasa interanual lo hizo el 8,6%, la misma a la que lo había hecho en septiembre y que es la más elevada desde principios de los años 80.
Un problema mundial
La inflación se está convirtiendo en el principal problema de la economía y se está extendiendo por todo el mundo como si de una pandemia se tratara. En octubre, el índice de precios de producción de China repuntó más de lo esperado al elevarse hasta el 13,5% interanual, desde el 10,7% anterior y por encima del 12,3% estimado. Este ritmo de crecimiento de los precios de producción es el más alto de los últimos 26 años. Hoy también se publicó el IPC de octubre, que subió un 1,5% interanual desde el 0,7% anterior.
Estos datos de inflación se están viendo reflejados en las Bolsas. Las asiáticas han cerrado hoy a la baja y los futuros de Estados Unidos apuntaban la misma tendencia después de que ayer experimentaran recortes. Por lo que se refiere a los mercados europeos, cotizan prácticamente en tablas.
El Ibex avanza un 0,5%. Siemens Gamesa se anota casi el 5% y es el mejor del selectivo español. Le siguen Repsol y Telefónica. En el lado de las pérdidas destacan ArcelorMittal, Acerinox y Fluidra con caídas de más del 2%.
La deuda pública no se ha visto afectada por el dato de desempleo de la primera potencia del mundo. Sin embargo, en un escenario de inflación como el actual y con varios bancos centrales occidentales, entre ellos la Reserva Federal (Fed), hablando de aligerar el proceso de retirada de sus estímulos monetarios, la rentabilidad de la deuda pública ha ido en aumento.
Compra de deuda por sorpresa del BCE
El pasado 28 de octubre, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, aseguró que en esta ocasión, a diferencia de lo que ocurrió a principios de ejercicio, el BCE no estaba preocupado por el repunte de las rentabilidades de los bonos. Argumentaba que la mayor inflación había permitido que los tipos de interés reales hubieran seguido bajando, lo que permitía mantener unas óptimas condiciones de financiación en la región. Además, señaló que era factible que el BCE optara por no consumir el importe total del Fondo de Compras de Emergencia para la Pandemia (PEPP por sus siglas en inglés).
A pesar de estas palabras, y según ha recogido la agencia EFE, el BCE informó ayer de que la semana pasada incrementó sus compras semanales de deuda dentro del PEPP hasta 15.620 millones de euros, lo que representa un incremento del 90,4% con relación a la semana precedente (8.205 millones).
Estas compras del BCE no concuerdan con lo dicho por Lagarde y más bien dan la impresión de que el fuerte incremento de los rendimientos de los bonos tras sus palabras, consecuencia de la caída de los precios de estos activos, sí que produjo inquietud en el BCE, animándole, una vez más, a intervenir en los mercados. “Habrá que ver cuánto tiempo está dispuesto el BCE a seguir haciéndose trampas en el solitario que viene jugando con el beneplácito de muchos gobiernos de la región, que sin el BCE no sabrían/podrían financiar sus elevados déficits”, señalan en Link Securities.
Recomendación de los «cinco sabios»
Esta actuación choca también con las recomendaciones/exigencias lanzadas desde Alemania al BCE. El Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, conocido como los “cinco sabios” ha publicado hoy un informe en el que secunda la política de retirada de estímulos, pero pone en duda las previsiones del BCE sobre la inflación. Este Consejo insta al BCE a que diseñe una estrategia para acabar con la actual política económica ultraexpansiva ante los elevados riesgos inflacionistas.
Al contrario de lo que opina el BCE, este comité de expertos señala que la actual alza de precios puede tener una serie de elementos estructurales que hacen necesaria la retirada de los estímulos monetarios que actualmente inyecta el BCE en la economía de la zona euro. A su juicio, los problemas en las cadenas de suministro y el alza de los precios de la energía pueden pasar de ser factores transitorios sobre la inflación a convertirse en elementos de más largo plazo. En este contexto, consideran que “hay riesgos al alza en las perspectivas de inflación para los próximos años”.
Tras el dato de inflación de Estados Unidos, y a falta de que se vaya conociendo la evolución de los precios en Europa este mes, la reunión que va a mantener el BCE el próximo mes de diciembre va a tener aún más interés del que se le atribuía inicialmente. Esta previsto que el BCE anuncie el plan de retirada de estímulos a la economía, pero el principal foco de interés será si la inflación termina obligando a la entidad a tocar los tipos de interés el año próximo.
Tanto el BCE como la Reserva Federal de Estados Unidos mantienen que la inflación actual es transitoria y que no es necesario subir las tasas de interés. Sin embargo, la evolución de los precios hace pensar que las altas tasas de inflación pueden durar en el tiempo más de lo que creen las autoridades monetarias. En este sentido, los mercados ya descuentan que el BCE va a tener que subir los tipos de interés el próximo otoño