La OCDE recorta dos puntos la previsión de crecimiento de España

No hay comparecencia de un responsable económico de un organismo internacional ni informe sobre previsiones económicas en el que no se haga un recorte de las estimaciones de crecimiento de la economía española. En esta ocasión ha sido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la que se ha encargado de meter la tijera, y el recorte ha sido jugoso.

Según este organismo internacional, la economía española va a crecer dos puntos menos de lo que habían previsto, pasando del 6,8% calculado en septiembre al 4,5%. Por lo que se refiere a 2022, las proyecciones se reducen del 6,6% al 5,5%, mientras que para 2023 se espera un crecimiento del 3,8%.

La OCDE alerta de los riesgos a los que se enfrenta la economía española y que pueden minar le crecimiento. En este sentido, el organismo dirigido por Mathias Cormann destaca los cuellos de botella de las cadenas de suministros globales, el encarecimiento de los insumos y la presión inflacionista alimentada por los precios de las energías y el transporte.

Peligro de la inflación

Los incrementos anuales registrados por los precios en los últimos meses pueden llevar a que España cierre el ejercicio con un IPC del 2,9%. Esto, a juicio de la OCDE, provocaría que el año próximo el indicador quede en el 3,2% aun cuando el precio de la energía logre moderarse.

El año próximo el IPC puede ser alto aunque el precio de la energía se modere. (Foto: E&J)

En el listado de riesgos para la economía no podía faltar la nueva ola de covid y la variante ómicron de la enfermedad. No obstante, recuerda que los países con altas tasas de vacunación, como España, deberían verse menos perjudicados por este problema.

La previsión de la OCDE se aleja de las estimaciones de crecimiento que maneja el Gobierno español (un 6,5% en 2021 y un 7% en 2022) y que el Ejecutivo mantiene a pesar de que organismos como la Comisión Europea o el FMI han rebajado esas expectativas.

En cuanto a la política fiscal, la OCDE señala que a partir de 2023 España tendría que tomar medidas para aliviar los niveles de deuda pública y asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el medio y largo plazo. La OCDE prevé que la deuda pública cierre el año 2021 en el 120,1% del PIB para ir moderándose al 117,1% en 2022 y al 115,9% un año más tarde. El déficit culminaría el presente ejercicio en el 8,1% del PIB y en el 5,4% y 4,2%, respectivamente, en los dos siguientes años.

Fondos europeos

El club de las economías más desarrolladas señala a España la importancia de ejecutar correctamente los 70.000 millones de euros provenientes de los fondos europeos, principalmente a partir del año que viene y la necesidad de aplicar políticas activas de empleo. En este último punto, sugiere la OCDE, es importante centrar el tiro en el aprendizaje y la formación de los trabajadores adultos, así como en la reducción de la tasa de paro juvenil y de larga duración. El organismo prevé que la tasa de paro cierre el año 2021 en el 15% para disminuir al 14,2% y 13,6% en los dos próximos ejercicios.

La OCDE insta a España a que ejecute correctamente los 70.000 millones de los fondos europeos. (Foto: UE)

La OCDE constata que, pese a que la recuperación mundial sigue avanzando, también «ha perdido impulso y se está volviendo cada vez más desequilibrada«. Aunque se prevé que la recuperación continúe, «el crecimiento del PIB mundial se moderará con el tiempo, del 5,6% en 2021 al 4,5% en 2022 y 3,25% en 2023″. En los países que integran el club, las subidas serían del 5,3%, 3,9% y 2,5%, respectivamente, mientas que en la Eurozona se anotarían alzas del 5,2%, 4,3% y 2,5%.