La oposición está en contra de la reforma de las pensiones

• Para el ministro Escrivá la crítica no se sostiene y no encuentra contrapropuestas ni “reservas significativas”.
• Ninguno de los grupos de la oposición está conforme con la reforma.

Si el Gobierno quiere que la reforma de las pensiones acordada con los sindicatos y la patronal se apruebe, deberá continuar sus negociaciones, pero ahora con los partidos políticos del arco parlamentario. A día de hoy, prácticamente todos están en contra de dicha reforma, como se pudo observar ayer miércoles en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados, en la cual el ministro José Luis Escrivá explico los puntos que conforman la reforma.

Cuca Gamarra criticó duramente lo expuesto por Escrivá y declaró en relación con la sustitución del factor de sostenibilidad impuesto por el PP en 2013 por el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional: “Diga hoy la verdad, ¿esta contrarreforma quién la va a pagar? ¿Los españoles del baby boom, sus hijos, sus nietos? ¿Todos? Nos mienten cuando nos ocultan la parte que queda por acordar”. También, criticó que el Gobierno no contara con el resto de partido para elaborar la reforma: “No hay consenso político, la mayoría de los grupos parlamentarios hemos demostrado el desacuerdo sobre lo que ustedes traen aquí”, declaró Gamarra después de que Escrivá indicara que la reforma llega tras el acuerdo del Gobierno con la patronal y los sindicatos.

La mayor parte de las críticas de la oposición se enfocaron en cómo será el instrumento que sustituirá al factor de sostenibilidad. (Foto: Economist & Jurist).

Algo similar destacó María Muñoz, de Ciudadanos, al manifestar que  “el diálogo social no puede ser sustitutivo del Parlamento”, aunque reconoció que hay partes del acuerdo con las que su partido está conforme.

Por otro lado, la diputada del PSOE en el Pacto de Toledo, Gema López Somoza, indicó a Gamarra, en relación con la reforma del PP, que “esa reforma fue unilateral, no pasó por el Pacto de Toledo, ni tampoco contó con el acuerdo de sindicatos y patronales”. Y le recordó que fue el Gobierno del PP quien suspendió la subida del 0,25% y aplazó el factor de sostenibilidad para sacar adelante los PGE.

La mayor parte de las críticas de la oposición se enfocaron en cómo será el instrumento que sustituirá al factor de sostenibilidad. En un primer momento Escrivá comentó que este podría traer consigo un recorte de pensión para los nacidos con el baby boom, pero más tarde alegó que no sería así. En relación con esto, Oskar Matute señaló: “Nos parece bien derogar el factor de sostenibilidad. Nos parecerá mal que se nos tome el pelo si lo que se hace es tan solo cambiarle el nombre”.

Para resolver las cuestiones de la oposición, Escrivá sentenció que el nuevo mecanismo de equidad “es algo secundario” y aseguró que el sistema es viable, pero incidió en la necesidad de dejar atrás el factor de sostenibilidad, ya que este traería consigo una reducción en las pensiones.

Según la Seguridad Social, aquellas personas que actualmente tienen 18 años, cuya jubilación se situaría en torno a 2070 y que tuviesen derecho a una pensión de 1.500 euros, habrían visto reducida su pensión en 291 euros mensuales. Esta caída en 2030 sería de 100 euros al mes y para 2050 de 207 euros.

Por un lado, el ministro ha aceptado las críticas de los grupos políticos que ya desde octubre se posicionaban en contra de apoyar la renovación de las recomendaciones del Pacto de Toledo, pero ha arremetido contra aquellos grupos, como Coalición Canaria y el PP, que en aquel momento estaban de acuerdo y ahora se sitúan en contra de unas medidas incluidas a partir de aquel diálogo.

Así, Escrivá señala que, a pesar de todas las críticas, estos grupos no han presentado «contrapropuestas ni reservas significativas” a las medidas que se pactaron en la primera parte de la reforma.