La reforma laboral deberá cerrarse antes de octubre
La reforma laboral deberá cerrarse antes de octubre
- La desaparición del contrato de obra es uno de los temas más controvertidos de al mesa de diálogo.
- La prórroga de los ERTE, que comienza en septiembre, podría dificultar que se cumplan los plazos.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Empleo, ha manifestado a lo sindicatos y a las empresas que las negociaciones acerca del nuevo Estatuto de los Trabajadores (ET) deben estar cerradas en octubre de este año, según declaran fuentes de los negociadores. El Gobierno ya pactó con Bruselas que antes de que termine este 2021 la reforma estará lista. Incluso, lo dos borradores anteriores del Real Decreto-Ley de modernización de las relaciones laborales establecían el mes de septiembre como fecha límite para tener todo cerrado.
Pero según estas fuentes existen algunas barreras que dificultan cumplir con las exigencias temporales. La CEOE se ha puesto en contacto con el Ministerio de Trabajo y le ha pedido que respete el descanso durante el mes de agosto, por lo que la reunión del próximo día 28 de julio podría ser la última antes de las vacaciones, ya que esta semana no habrá reunión.
Pero en septiembre comienzan las negociaciones para prorrogar de nuevo los ERTE, que terminan el último día de ese mes, aunque se prevé que los ERTE continuarán hasta que finalice este 2021. Esta nueva prórroga debería poder cerrarse en una o dos reuniones, pero ya en las anteriores reuniones hubo dificultades y terminó por cerrarse cuando los plazos estaban apunto de agotarse. De hecho, estas reuniones para tratar el tema de los ERTE trajeron consigo la paralización de la mesa de diálogo que abordaba la reforma de algunos de los artículos del ET. Así, parece que el plan de cerrar la reforma laboral antes de octubre en inviable debido a los problemas existentes en la negociación y más si la idea para por concretar la reforma con un pacto a tres bandas.
Uno de los apartados que no gusta a la CEOE-Cepyme es la medida planteada por el ministerio de Trabajo en relación con el control de la temporalidad, cuyo objetivo es implantar de manera generalizada el contrato fijo-discontinuo para aquellos empleos de naturaleza estacional, una medida que afectará de pleno a los sectores de la agricultura y la construcción. De hecho, la negociación sobre la desaparición del contrato de obra es uno de los temas más controvertidos de al mesa de diálogo.
En el último borrador se decretan modificaciones en los artículos 11, 12, 15, 16, 41, 42, 47 bis, 49, 55, 84, 85, 86 y además se revoca la reforma del artículo 52 y se incorporan tres disposiciones transitorias, cinco adicionales y una derogatoria.
Por otro lado, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, dio a conocer ayer en la Asamblea General de Cepyme su rechazo total a la que él llama “contrarreforma laboral” y señala que las ideas aportadas por Trabajo incluyen «mucha mayor rigidez y desincentivan la creación de empleo».
Haciendo referencia a la situación en la que se encuentran las empresas, Garamendi señaló que “se deben poner más palos en la rueda” de las entidades de los que ya tienen, «con subidas de impuestos o cambiando cosas como está pasando ahora y como es el caso de la famosa reforma laboral”.
Así, Garamendi pidió al Gobierno que se preocupe por impulsar medidas que generen facilidades para los negocios para que estos puedan crear y mantener los empleos con menor dificultad. Y avisó que las empresas están “muy tocadas”, en especial las pymes, que tienen serios problemas de solvencia.