La Unión Europea, más cerca de la energía nuclear
Bruselas dice que hay que invertir medio billón de euros en nuevas centrales atómicas
Central nuclear en Polonia (Foto: E&J)
La Unión Europea, más cerca de la energía nuclear
Bruselas dice que hay que invertir medio billón de euros en nuevas centrales atómicas
Central nuclear en Polonia (Foto: E&J)
Durante muchos años, nombrar las centrales nucleares era casi anatema al ser considerada muy contaminante y peligrosa. Los problemas para almacenar los residuos radiactivos, que mantienen su capacidad de contaminar durante miles de años, además de accidentes como los de Chernóbil, en Ucrania, o Fukushima, en Japón, son utilizados por las personas y los Gobiernos contrarios a esta fuente de energía para evitar su proliferación y para proceder al cierre paulatino de las centrales aún en funcionamiento.
Sin embargo, la energía atómica cuenta con muchos defensores en todo el mundo, y parece que ahora este bando está recibiendo un nuevo e inesperado respaldo.
Los elevados precios de la energía, que están haciendo mella en la recuperación económica mundial, así como la transición a una energía descarbonizada en la Unión Europea están llevando a las autoridades comunitarias a lanzar mensajes cada vez más claros sobre lo que consideran la necesidad de apostar por la energía nuclear para evitar posibles desabastecimientos en el futuro.
El último ha sido el comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton, que ha manifestado que para conseguir la transición a una energía descarbonizada en la Unión Europea tiene que incluir una parte de energía nuclear para que se puedan cumplir los objetivos y eso implica una inversión de medio billón de euros en esta energía de aquí a 2050.
Eso significa dedicar unos 20.000 millones de euros anuales para los reactores de nueva generación, que se añadirán a los 50.000 millones necesarios de aquí a 2030 para poder mantener en funcionamiento las centrales nucleares actuales, explica el comisario francés en una entrevista publicada este domingo por la publicación Le Journal du Dimanche.
Breton defiende con ese argumento la polémica propuesta del Ejecutivo comunitario de integrar la nuclear en su taxonomía de las llamadas energías «verdes», que es una forma de favorecer la llegada de capitales para ese tipo de proyectos en condiciones favorables, según recoge la agencia EFE.
Esta postura se alinea con la defendida por el presiente francés, Emmanuel Macron, que ha anunciado su intención de lanzar la construcción de nuevos reactores para renovar el parque actual que genera el 70% de la electricidad del país. En este sentido, el comisario reconoce que él siempre ha apoyado la inclusión de la nuclear en esa taxonomía. La razón es que, a su parecer, la nuclear «es uno de los vectores de la transición energética y por eso no se podría excluir de la taxonomía».
Breton destaca que, en la actualidad, en el conjunto de la Unión Europea la energía nuclear aporta un 26 % de la producción de electricidad, y que con la transición se estima que hará falta duplicar la generación eléctrica en los próximos 30 años.
Teniendo en cuenta el proceso de transición en marcha y la situación del parque de centrales nucleares actual, dice que los expertos estiman que el peso de la nuclear pasaría a menos del 15% para 2050.
Pero como las necesidades en electricidad van a aumentar, Breton insiste en que habrá que aumentar la producción de energía nuclear, sobre todo teniendo en cuenta que algunas de las centrales más antiguas habrán de cerrar en los últimos años.
Por eso repite que «incluir la nuclear en la taxonomía es crucial para permitir al sector atraer todos los capitales que necesitará», ya que prevé «una carrera» para captar inversiones por parte de las diversas fuentes energéticas.
A ese respecto, señala que harán falta 65.000 millones de euros anuales para las energías renovables y a eso habrá que añadir 45.000 millones de euros anuales para dotarse de infraestructuras de redes.
Breton recuerda que los estados son soberanos a la hora de elegir a qué energías recurren y la «responsabilidad colectiva» es centrarse en los medios que hay que desplegar en toda la UE para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas de dióxido de carbono para 2050. Un objetivo para el que, subraya, la energía nuclear tiene «un papel fundamental» para alcanzar la neutralidad en carbono para mediados de siglo.
Propuesta de la Comisión
La pasada semana, la Comisión Europea propuso que las inversiones en energía nuclear y gas natural se consideren sostenibles en la transición ecológica. “Teniendo en cuenta el asesoramiento científico y el actual progreso tecnológico, así como los diferentes retos hacia la transición entre los Estados miembros, la Comisión considera que existe un papel para el gas natural y la nuclear como medio para facilitar la transición hacia un futuro basado predominantemente en las renovables”, dijo el Ejecutivo comunitario.
En su propuesta, la Comisión planteó que reciban la etiqueta verde las inversiones en las centrales nucleares que reciban el permiso de construcción antes de 2045 y que también se considere sostenible al gas natural siempre que provenga de energías renovables o tenga bajas emisiones en 2035.
Ya se ha producido el típico alineamiento en el seno de la UE entre los países que apoyan esta medida y quienes se muestran totalmente en contra. Francia, tradicional defensora de la energía nuclear, ya ha mostrado su apoyo al Ejecutivo comunitario.
España es uno de los países que se ha manifestado totalmente en contra de la propuesta de la Comisión. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha recalcado que “independientemente de que puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, consideramos que [nuclear y gas] no son energías verdes ni sostenibles”.
España “es firme defensora de la taxonomía verde como instrumento clave para contar con referencias comunes que puedan ser usadas por inversores para lograr la descarbonización de la economía y alcanzar la neutralidad climática en 2050” ha señalado la ministra, pero, a su juicio, admitir la nuclear y el gas natural como su parte “supondría un paso atrás”.
Alemania se alinea con la postura española en este aspecto. El nuevo Gobierno alemán también ha criticado la decisión de la Comisión de plantear que las inversiones en energía nuclear se consideren sostenibles en la transición ecológica.
“Me parece un error absoluto que la Comisión Europea tenga la intención de incluir la energía nuclear en la taxonomía de actividades económicas sostenibles de la UE”, ha señalado la titular alemana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, en declaraciones al grupo de medios Funke.
Según la ministra, “una forma energética que por un lado puede llevar a catástrofes medioambientales devastadoras -en caso de un grave accidente en un reactor- y por otro, deja grandes cantidades de residuos peligrosos altamente radiactivos, no puede ser sostenible”.
Bruselas pretende aprobar la medida este enero tras consultar con los gobiernos europeos y los expertos, pero, para que entre en vigor, la propuesta tendrá que recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE.