Las criptomonedas no encuentran un soporte sólido para dejar de caer
Los principales activos cierran la semana con pérdidas de valor que rondan el 10%
(Foto: E&J)
Las criptomonedas no encuentran un soporte sólido para dejar de caer
Los principales activos cierran la semana con pérdidas de valor que rondan el 10%
(Foto: E&J)
El mercado de criptomonedas está viviendo una semana negra en la que los problemas se amontonan en todos los frentes y el desasosiego hace mella entre los inversores.
Después de que la mayoría de las principales criptomonedas registraran la semana pasada cotizaciones récord, durante los últimos días han entrado en una dinámica de pérdidas en la que no encuentran soportes en los que poder afianzarse para parar la sangría. El caso del bitcoin (BTC) es especialmente preocupante.
Algunos analistas han señalado que, si el bitcoin caía por debajo de los 58.000 dólares, la corrección de su valor podría ser más severa. Pues bien, en el momento de escribir esta crónica BTC cotiza a 57.800 y ha llegado a caer por debajo de los 57.000. Esto significa que desde los máximos de la semana pasada se ha dejado más de 10.000 dólares de valor. Asimismo, mientras que el pasado viernes alcanzaba una capitalización de 1,26 billones de dólares. Hoy la capitalización de la criptomoneda es de 1,08 billones. Esto quiere decir que ha perdido en menos de una semana 180.000 millones de capitalización.
Ethereum (ETH), la segunda criptomoneda por capitalización, no lo está pasando mejor. Mientras que la semana pasada se hacían cábalas sobre la posibilidad de que muy pronto alcanzara los 5.000 dólares de valor, en estos momentos cotiza a 4.180. Además, frente a una capitalización de 560.000 millones de dólares, hoy mantiene a duras penas los 490.000 millones, con lo que se ha dejado en el camino la nada despreciable cifra de 70.000 millones.
Cardano (ADA), Solana (SOL) y Tether han seguido el mismo camino. Empezando por esta última, su valor no ha variado al estar atado al dólar, y su nivel de capitalización ha caído solo 1.000 millones de dólares, de 73.800 a 72.900. Por su parte, ADA, que llegó a cotizar a 2,24 dólares, vale hoy 1,84 mientras que su capitalización se ha deslizado desde los 74.600 millones de dólares a los 61.800. Por último, SOL tenía la semana pasada un valor de 243 dólares con una capitalización de 73.600 millones de dólares. Hoy vale 206 dólares y mueve en el valor total de esta criptomoneda en el mercado es de 62.100.
La caída parece estar relacionada con el excesivo apalancamiento del sistema, parte del cual ha salido. En todo caso, los elementos fundamentales no han cambiado, y no se han visto movimientos de venta importantes por parte de los grandes inversores, lo que sugiere que las perspectivas a medio plazo siguen siendo alcistas.
Las caídas registradas en este mercado están provocando que se empiece a hablar de Bear Market, un período en el que los precios caen más de un 20%; la oferta excede a la demanda y se generaliza la desconfianza entre los inversores.
A las caídas sufridas por los criptoactivos más importantes en los últimos siete días, que rondan en todos los casos el 10%, hay que sumar que el Índice de miedo y codicia, que mide el apetito al riesgo de los inversores, ha pasado de “Avaricia extrema”, lo que lleva acompañada la compra de activos, a un nivel “Neutral”, que indica un mayor temor por parte de los inversores.
El peligro ahora es que esta posición de neutralidad pase al nivel de “Miedo” o “Miedo extremo”, que llevan aparejados una situación de ventas indiscriminadas que pueden hundir el valor de estos activos.
Los traders con más experiencia recomiendan que, frente a un bear market, los pequeños inversores no vendan sus criptomonedas, ya que podrían volver a subir de precio y generar rendimientos. Además, y eso es una regla de cualquier mercado, por mucho que baje el valor de un título, mientras que el inversor no vende ese título las pérdidas no se sustancian.
Esta estrategia de sostener una inversión a largo plazo es conocida como Hodl, un término utilizado en la jerga criptográfica para referirse a la acción de un inversor que mantiene sus criptomonedas en momentos de rendimientos negativos. Es utilizado por inversores que piensan en el bitcoin y en las criptomonedas como una inversión a largo plazo y no como una apuesta a corto plazo.