¿Y si se avecina un proceso de estanflación?
Alta inflación y escaso crecimiento económico pueden dificultar el avance de los mercados
El Ibex ha comenzado noviembre por encima de los 9.000 puntos. (Foto: BBVA.com).
¿Y si se avecina un proceso de estanflación?
Alta inflación y escaso crecimiento económico pueden dificultar el avance de los mercados
El Ibex ha comenzado noviembre por encima de los 9.000 puntos. (Foto: BBVA.com).
Los mercados han vivido un mes de octubre movido en el que, después de un inicio malo y con caídas generalizadas han ido a más y han cerrado en positivo, en buena medida por la remontada experimentada en la última semana. De este modo, se ha terminado con subidas mensuales del 7,2% en el Nasdaq, del 6,9% en el S&P, del 5,8% en el Dow Jones, del 5% en el Eurostoxx, del 4,7% en el CAC francés y el Mib italiano y de casi el 3% en el Ibex.
Este final de octubre ha provocado una inercia que se está dejando notar en estos primeros días de noviembre. Ayer, día de la fiesta de Todos los Santos, unos mercados con poco volumen de actividad registraron subidas apreciables. El Ibex 35 cerró con un incremento del 1,38%, con lo que quedó a las puertas de los 9.200 puntos, después de que a lo largo de todo el mes de octubre ha estado peleando por afianzarse en el nivel de los 9.000 enteros.
El hecho de que suba la Bolsa está bien, pero hay ocasiones en las que no es fácil explicar este comportamiento. Así, hay que tener en cuenta que los problemas que a principios de octubre cubrieron los mercados de números rojos, no solo no han desaparecido, sino que se mantienen e, incluso, han ido a más. La inflación sigue por las nubes, los cuellos de botella en las cadenas de suministro aumentan, el precio de la energía sigue descontrolado y, como consecuencia de todo lo anterior, se está ralentizando el crecimiento de las principales economías.
Según explica Juan Carlos Urieta, presidente ejecutivo de Renta 4 Banco, “la sensación es que las buenas noticias se celebran, como es lógico, y las malas noticias también se celebran porque mueven a pensar que la Fed y el BCE no podrán endurecer sus políticas monetarias”. A juicio de este experto, “esa sensación de continuidad en las políticas monetarias ultraexpansivas, unida a la previsión de que los programas de gasto público también continuarán, es a nuestro juicio la auténtica clave que explica que las Bolsas superen todas las preocupaciones”.
La pregunta ahora es si este apetito por el riesgo se va a mantener a lo largo de noviembre o si volverán a pesar los fundamentos macroeconómicos y viviremos un mes de caídas. Noviembre ha sido tradicionalmente un mes bueno para las Bolsas. En los últimos 70 años, la mayoría de los meses de noviembre han cerrado con ganancias. Para este año no hay una opinión homogénea.
Juan Carlos Urieta afirma que “tras un espectacular octubre, todo parece indicar que habrá un rally de fin de año”, aunque “tampoco hay que descartar nada”. Por su parte, analistas de webs especializadas como Bolsamanía destacan que eventos comerciales como el Black Friday en Estados Unidos y Europa y el 11 del 11 en Asia van a ayudar a impulsar el consumo y mejorar los resultados de muchas empresas. Sin embargo, a su juicio, esto no va a servir por sí solo para mantener unos mercados que tienen que seguir enfrentándose a una cada vez más dañina inflación.
El incremento de los precios de la energía y de las materias primas están empujando al alza los precios de producción industrial en algunos países (en España crecieron en octubre un 23%). La cuestión es que las empresas lo van a tener muy difícil para contener estas subidas de precios reduciendo márgenes, por lo que van a terminar trasladando esta desviación a los clientes, y esto puede hacer que la inflación se retroalimente.
En este contexto, los mercados van a seguir muy pendientes de las decisiones que adopten los principales bancos centrales, en especial el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal estadounidense (FED), en dos aspectos: tipos de interés y retirada de estímulos. En la reunión de la semana pasada, el BCE anunció que mantenía los tipos de interés a pesar de la elevada inflación, un problema que sigue considerando como temporal. Además, repitió que mantiene su política de retirada gradual de estímulos económicos hasta marzo de 2022.
La FED se reúne hoy y mañana. A priori, no está previsto que toque los tipos de interés de referencia y que los mantenga en los niveles actuales. Además, se da por seguro que va a concretar el ritmo de retirada de estímulos al esperarse que anuncien la primera rebaja de las compras de deuda diseñadas para responder a la crisis de la Covid.
Una cuestión de la que van a estar muy pendientes los mercados es si la FED coincide con el BCE en la transitoriedad del problema de la inflación o, como ya ha dejado entrever la semana pasada, piensa que se va a extender en el tiempo más de lo previsto. De ser así, cabría interpretarse como un aviso de que los tipos de interés podrían subir para contener la inflación. La verdad es que los mercados ya apuestan por una subida de tipos en Estados Unidos y Europa para octubre del año próximo.
De cumplirse esta hipótesis, la combinación de menor crecimiento, alta inflación y retirada de estímulos podría repercutir en las cotizaciones a medio plazo. En este sentido, hay analistas que han empezado a apuntar sus previsiones hacia el riesgo de estanflación, un escenario de escaso crecimiento y alta inflación que, aunque no tiene por qué hundir los mercados, sí dificultaría, y mucho, su avance.
Por el momento, el signo negativo domina hoy en las Bolsas europeas. Los inversores han optado por recoger beneficios en los parqués del Viejo Continente. Así, el Ibex cede un 0,5% pero se mantiene por encima de los 9.100 puntos conquistados ayer.