Previsiones para la economía mundial en 2022
Inflación, bancos centrales o covid serán los focos de atención este año
La economía mundial va a reducir su crecimiento en 2022 (Foto: E&J)
Previsiones para la economía mundial en 2022
Inflación, bancos centrales o covid serán los focos de atención este año
La economía mundial va a reducir su crecimiento en 2022 (Foto: E&J)
Cuando comenzó 2021 se tenía la esperanza de que la economía volviera por sus fueros y que la situación se iría regularizando. Esto, no solo no ha sido así, sino que durante el año pasado han surgido una serie de problemas que han condicionado el crecimiento económico de la economía mundial.
La covid, no solo no hay remitido, sino que sigue siendo un problema muy presente. Parece que la versión ómicron, aunque más contagiosa, es menos dañina para la salud, pero de momento ha traído consigo nuevas restricciones en casi toda Europa y récords diarios de contagios. La inflación, controlada durante años, está en niveles desconocidos en las últimas tres décadas. El precio de la luz ha subido a niveles insoportables para las economías domésticas y para las empresas en toda Europa. El crecimiento se ha ralentizado, pese a lo cual los bancos centrales han comenzado a retirar estímulos a la economía.
Muchos de los problemas que han estado presentes en 2021 van a seguir siendo motivo de preocupación este año recién estrenado. Estos son los factores que según expertos y analistas más podrían influir en la economía mundial en 2022 y a los que, lógicamente, no va a ser ajena la economía española.
Pandemia de covid
Estamos empezando 2022 con récords diarios de contagios por la variante ómicron de la covid, unas cifras que sin duda van a crecer después de las fiestas de fin de año que, aunque han estado marcadas en muchos países por las restricciones, no han evitado las grandes reuniones familiares que son también un importante foco de infección.
La aparición de la variante ómicron del coronavirus parece que, finalmente, no va a impactar tan negativamente en la actividad económica global como se pensaba en un principio que podría suceder. No obstante, en el corto plazo las medidas restrictivas que están implementando algunos gobiernos europeos y asiáticos para luchar contra la propagación del virus ralentizarán el ritmo de la recuperación.
En este sentido, cabe recordar que la variante ómicron, si bien es extremadamente contagiosa, provoca síntomas mucho más leves, lo que genera menos hospitalizaciones y muertes, algo a lo que también ayuda el elevado nivel de vacunación alcanzado en muchos países.
El problema es que hay otros estados, incluso países desarrollados, en los que el porcentaje de personas vacunadas es modesto, cuando no bajo, lo que les convierte en posibles focos para la aparición de una nueva variante del virus. Si esto fuera así, nadie puede asegurar que una hipotética nueva variante no va a ser más dañina que la ómicron actual y que pueda terminar causando nuevos problemas sanitarios y económicos.
Inflación
Ha terminado siendo el gran problema de la economía en 2021 y parece que se va a mantener como uno de los grandes retos para el crecimiento en 2022. El principal debate en torno a la inflación es si va a ser transitoria o permanente.
“Tenemos argumentos a favor de ambos posicionamientos. Hay una parte del alza que es transitoria y que creemos que se irá rebajando a lo largo de 2022, pero hay otros factores que son más permanentes. Por ello, esperamos que la inflación se modere durante el año, pero no volveremos a los niveles tan bajos de inflación de años anteriores”, explican en la gestora de fondos BNY Mellon IM.
“La inflación empezará a remitir en el segundo semestre de 2022, como pauta general, aunque dependiendo de cada economía, pero es improbable que lo haga antes”, señalan en Bankinter que, sin embargo, prevé que “el pico de inflación, en términos globales, se alcanzará hacia abril. Puede que algo después, hacia verano, en la Eurozona”. A partir de ese momento la situación y, sobre todo, las perspectivas mejorarán.
Por su parte, los analistas de Banca March estiman que “a pesar de los recientes datos de inflación, seguimos defendiendo que el aumento de los preciso es transitorio, pero no breve”. Según sus predicciones, las tasas de inflación no se van a mover en un terreno más contenido hasta finales de año.
Según las estimaciones de los economistas de Caixabank Research, “la inflación general se mantendrá en niveles por encima del 4% hasta el segundo trimestre de 2022 por la comparación con la escalada en el tramo final de 2021. Así, prevemos que su promedio anual en 2022 se sitúe cerca del 3%. Por su parte, la inflación subyacente continuaría aumentando hasta mediados de 2022 y prevemos que se sitúe cerca del 2% en el promedio de 2022”.
Caixabank apoya sus previsiones en que los precios de la energía, que han disparado los precios en España el año pasado, seguirán siendo el principal causante de inflación hasta mediados de 2022. “El componente energético mantendrá una alta volatilidad hasta el primer trimestre de 2022. Después, los precios bajarán, aunque se mantendrán en niveles más altos que el año anterior”.
Política monetaria de los bancos centrales
El control de la inflación va a ser un elemento muy importante a la hora de que los bancos centrales mantengan su retirada de estímulos y, sobre todo, decidan subir los tipos de interés. Durante muchos meses los mensajes de los máximos responsables de los bancos centrales han jugado la carta de la ambigüedad, aunque en sus últimas reuniones han aclarado bastante el panorama.
En su última reunión de diciembre, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió finalizar las compras de deuda dentro del Pandemic Emergency Purchase Programme (PEPP) en marzo de 2022. El Consejo de Gobierno consideró que los avances en la recuperación económica y hacia su meta de inflación de medio plazo permitían reducir paso a paso el ritmo de sus compras de activos durante los próximos
El BCE se ha mostrado partidario de no tocar el precio del dinero al menos hasta 2023. En su lugar va a ir reajustando los programas de compra de deuda. De este modo, los tipos de referencia se mantienen en el 0% para las operaciones de financiación; en el -0,50% la tasa de facilidad de depósito, y en el 0,25% la de facilidad de préstamo.
Por su parte, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC por sus siglas en inglés), que también ha celebrado su último encuentro en diciembre pasado, ha decidido acelerar la reducción de su programa de compra de deuda que está en marcha desde el pasado marzo y asciende a 120.000 millones de dólares al mes. De este modo, el programa de ayudas puesto en marcha por la FED para corregir los efectos de la Covid en la economía podrá darse por finalizado en el primer trimestre de 2022.
El FOMC ha decidido mantener sin cambios el tipo de interés de referencia en un rango objetivo de entre el 0% y el 0,25%, señalando que, dado que la inflación ha superado el 2% durante algún tiempo, «espera que sea apropiado mantener este rango objetivo hasta que las condiciones del mercado laboral hayan alcanzado niveles consistentes con las evaluaciones de máximo empleo». Sin embargo, dejó la puerta abierta a que este año se produzcan hasta tres subidas de tipos de interés.
Los bancos centrales se encuentran ante una encrucijada: endurecer la política monetaria para controlar la inflación, pero sin que esto afecte a una recuperación económica que ha perdido mucha velocidad a finales el año pasado.
La analista de BBVA Research Sonsoles Castillo señala que el entorno actual es complicado por la coincidencia de tres elementos. Por un lado, “porque no estamos en una recuperación típica. La crisis originada por la pandemia ha sido totalmente diferente a las demás y, más allá de haber asistido a un rebote fuerte de la actividad casi recuperando los niveles de actividad previos a la COVID-19, sus efectos todavía no han desaparecido”.
En segunda instancia, hay gran incertidumbre sobre los cambios estructurales derivados de la pandemia. “Estamos todavía bastante a ciegas sobre cómo pueden haberse alterado elementos como las decisiones de ahorro e inversión, oferta y demanda de trabajo y, por tanto, la dinámica de las variables objetivo de la política monetaria”.
Por último, Castillo explica que “los bancos centrales tendrán que testar sus nuevas estrategias de objetivos simétricos y mayor tolerancia a la inflación en el contexto menos propicio, ya que es posible que el cambio de estrategia se haya producido en medio de un cambio de régimen económico. “Hacer hoy un diagnóstico certero de los factores que hay detrás del repunte de la inflación y su potencial traslación a expectativas es particularmente complicado”.
China se convierte en un problema
China, la segunda economía del mundo, está viviendo una crisis que puede terminar afectando a todo el mundo. Los datos económicos del tercer trimestre del año mostraron un pequeño avance del 0,2% y del 4,9% interanual entre los meses de julio y septiembre. Un freno importante si se compara con el ritmo registrado en el segundo trimestre, cuando el gigante asiático se expandió un 7,9%.
Los problemas energéticos y en la cadena de suministro se suman al impacto de los esfuerzos de Pekín por frenar una debacle en su sector inmobiliario y estrechar su puño de acero sobre el tecnológico.
Sean Taylor, Chief Investment Officer Asia Pacific de DWS, explica que los malos resultados de 2021 “se deben a cuatro factores: el endurecimiento de la política monetaria en China, las nuevas regulaciones gubernamentales, una política de tolerancia cero con la pandemia de coronavirus y un apoyo fiscal menor”.
Durante el año pasado se produjo la caída del mayor promotor inmobiliario del país, Evergrande. El Gobierno está intentando que este derrumbe no tenga un impacto sistémico en la economía, lo que elevaría la prima de riesgo del país. Según destacan desde Renta 4, el 25% PIB chino está «asociado» al sector inmobiliario, por lo que «China continúa necesitando exportar a un ritmo fuerte para mantener un crecimiento del PIB adecuado«.
Según destaca un informe de Banca March, los próximos trimestres el escenario macroeconómico en China es incierto y marcado por la desaceleración. De este modo, de cara a 2022, los analistas de este banco estiman que “el PIB se modere hasta un crecimiento del 5,5% frente al 7,9% actual”. En este sentido, destacan que “el menor dinamismo chino afectará al crecimiento mundial”. Este año, el crecimiento de China ha explicado casi un 30% del crecimiento mundial. Solo en 2021, el gigante asiático aportó 1,5 puntos al crecimiento mundial y, según las estimaciones de Banca March, la aportación bajará a un punto, la menor contribución de China al crecimiento mundial desde 2006.
Economía en 2022
Pese a que el crecimiento se ha desacelerado en los últimos meses de 2021, hay consenso entre los analistas a la hora de señalar que este año seguirá avanzando la economía de los países desarrollados, si bien a un ritmo menor.
Aunque el crecimiento de Estados Unidos se moderó hasta el 0,5% trimestral entre julio y septiembre, todos los indicadores adelantados apuntan a que esto no ha sido más que un bache temporal y que la primera potencia del mundo mantendrá su crecimiento en 2022.
Lo mismo cabría decir de la Unión Europea que, después del crecimiento registrado en el tercer trimestre (un 2,2%) está previsto que recupere los niveles de PIB previos a la pandemia a finales de 2021. Sin embargo, teniendo en cuenta que la recuperación en la Eurozona se está produciendo de manera asimétrica entre los países que la componen, los analistas de Banca March apuntan a que “la reactivación de la zona euro continuará, pero en nuestra región ya hemos visto las tasas de crecimiento más elevadas”, con lo que vienen a afirmar que el ritmo de avance de la economía va a ser pausado.