PLEITEAMOS POR TODO

Joan Martínez. (Imagen: E&J)

El título hace referencia a la principal conclusión del Presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona, Sr. José Luis Barrera, en el transcurso de la presentación de la Memoria de actividades de la institución, correspondiente a 2002.

Los juzgados y tribunales civiles han experimentado un fuerte incremento de demandas de ciudadanos que reclaman absolutamente por todo, si existe la posibilidad de conseguir una compensación económica, es decir, dinero. De este modo, son cada vez más frecuentes los litigios de caídas por tropiezos y resbalones en la calle o al subir o bajar de un autobús, por caídas en las pistas de esquí, por caer del caballo alquilado haciendo equitación el fin de semana.

Hace unos años, explica el Magistrado, en Barcelona una mujer llegó a pleitear contra un hospital por la muerte de su loro, al que le habían hecho unas pruebas para comprobar si era el causante de las alergias que sufría su propietaria. El caso llegó incluso al Tribunal Supremo, órgano que lo devolvió a la Audiencia de Barcelona con una reprimenda a los jueces que lo habían enviado.

Esta moda, importada de los Estados Unidos, provoca que pequeños litigios como los señalados incrementen de manera ilógica los asuntos pendientes en la segunda instancia.

Una buena medida para evitar la proliferación de estos pleitos sería que se articulase su resolución en instituciones no judiciales, com las arbitrales o de mediación, donde los abogados cumplen un papel fundamental.

Ahora bien, en este –pleitear por todo– subyace una velada crítica para el colectivo de abogados haciéndoles copartícipes de los ciudadanos a la hora de interponer –demandas dinerarias– , si se me permite la expresión, cuestión que puede suscitar cierto enojo al poner en duda la profesionalidad del Letrado en su labor de asesoramiento al cliente. Es claro que en el colapso de las Audiencias, existen otras causas más obvias y determinantes que el afán indemnizatorio de los particulares.

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