Encarnación Roca, exvicepresidenta del TC: “Los magistrados deberían tener más cuidado en relación a lo que se dice en los plenos”
En la segunda parte de la entrevista con Economist & Jurist TV, la jurista cuenta cómo trascendió a la opinión pública la presión que recibió del Gobierno
Pablo Capel, director de E&J; y Mª Encarna Roca Trías, exvicepresidenta del TC (Fotograma: E&J)
Encarnación Roca, exvicepresidenta del TC: “Los magistrados deberían tener más cuidado en relación a lo que se dice en los plenos”
En la segunda parte de la entrevista con Economist & Jurist TV, la jurista cuenta cómo trascendió a la opinión pública la presión que recibió del Gobierno
Pablo Capel, director de E&J; y Mª Encarna Roca Trías, exvicepresidenta del TC (Fotograma: E&J)
Tal como publicamos ayer, Encarnación Roca, ex vicepresidenta del Tribunal Constitucional, recibió presiones del poder político para que votara en contra de la inconstitucionalidad del decreto del estado de alarma del Gobierno. “Es la única presión [política] que he recibido en toda mi vida”, señala.
Mantienen una absoluta discreción ante la pregunta de quién realizó la llamada telefónica en la que le indicaron cuál debía ser el sentido de su voto. La cuestión es, ¿fue la única magistrada víctima de presiones?
Según r4elata Encarnación Roca, “yo puedo contar solamente mi caso, lo de los demás no lo sé. Todo el mundo dijo que ellos no habían recibido ninguna presión”. Explica que relató lo que le había ocurrido en un Pleno del Tribunal de Garantías en el que había 11 magistrados incluyéndola a ella. “Yo lo dije en una reunión del Pleno, que son secretas”, recuerda.
Sin embargo, tras hacer la revelación en el Pleno, le quedó la sensación de que la información no se iba a quedar entre las cuatro paredes del tribunal de garantías. En este sentido, afirma que “los magistrados deberían tener más cuidado en relación a lo que se dice en los plenos, porque nosotros, cuando tomamos posesión del cargo, juramos o prometemos guardar el secreto de las deliberaciones y no guardar el secreto de las deliberaciones también es un delito”.
“Yo lo dije en el pleno, donde lo podía decir y a continuación, quien fuera, que no sé quien fue porque había diez personas más que lo podían filtrar, lo filtró. Esto no puede ser porque las filtraciones son un delito”, recalca.
A la hora de explicar el sentido final de su voto, expone que “el decreto podría haber sido utilizado para resolver de entrada lo que estaba pasando con la covid, porque eso no lo había previsto nadie. El principal problema de este tipo de estados de alarma es el control del Ejecutivo”.
A este respecto, recuerda que “hay una serie de normas constitucionales que establecen limitaciones para evitar que el Ejecutivo se haga con todo y aquí no había control”. Según explica, “el Ejecutivo estaba absolutamente descontrolado y esta fue la única razón por la que yo me incliné por considerar inconstitucional el estado de alarma”. “Todo era un disparate”, sentencia.