Delia Rodríguez, abogada: “Emprender fue un reto del que no pude escapar”
La fundadora y socia directora de Vestalia Abogados se ha convertido en un referente para muchos abogados jóvenes que están empezando
Delia Rodríguez (Imagen: E&J)
Delia Rodríguez, abogada: “Emprender fue un reto del que no pude escapar”
La fundadora y socia directora de Vestalia Abogados se ha convertido en un referente para muchos abogados jóvenes que están empezando
Delia Rodríguez (Imagen: E&J)
Delia Rodríguez, fundadora y socia directora de Vestalia Abogados, tiene por vocación la defensa de la infancia, lo que le llevó a edad muy temprana a ser defensora de nobles causas y, por extensión, letrada. En la actualidad se constituye como relato inspirador para jóvenes juristas que deciden emprender el largo camino del emprendimiento en el sector de la abogacía. En una entrevista mantenida con Economist & Jurist TV ha hablado de su vocación e inquietudes, al tiempo que da interesantes consejos para abogados que estén empezando.
Aunque se ha ganado un prestigio como abogada, reconoce que su vocación no viene por lo jurídico, sino por la infancia. “Antes de empezar a ejercer como abogada estaba totalmente entregada al mundo de la infancia desde distintas ópticas”, explica. A partir de ahí pasó al mundo de las fundaciones, “que era lo que a mi me movía”. Afirma que le costó encontrar el encaje entre la carrera de Derecho y el poder también desarrollar mi vocación. No entendía otra forma de hacerlo. Creo que no me hubiera podido dedicar a cualquier otra área que no fuera la que estoy ahora mismo desarrollando”, explica.
Los padres de Delia Rodríguez se separaron cuando ella tenía solo nueve años. Era la mayor de tres hermanos y eso necesariamente la terminó marcando. Afirma que “fue mucho después cuando me di cuenta de esa implicación, ese compromiso que llevaba inherente con el tema de la infancia, el poder luchar por los derechos de los niños”. “Los padres, obviamente, son los clientes, y las madres, pero yo siempre tengo en la mente a esos niños. Eso era lo que verdaderamente me movía”, subraya.
Asegura que tiene una especie de “síndrome de protectora”. De hecho, aclara que “Vestalia viene de Vestas, diosas, protectoras del hogar y me siento muy identificada por mi personalidad, ciertamente dominante en ese sentido”. Cuando eres una niña de nueve años y tus hermanas tienen siete y cinco, no te queda otra en la vida que protegerlas y llevarlas de tu mano, y eso lo vas haciendo tuyo, en tu personalidad, hasta tu etapa adulta” afirma.
Delia Rodriguez es hoy una profesional respetada y con prestigio y su despacho se está convirtiendo en un referente el Derecho de Familia, lo cual tiene especial mérito si se tiene en cuenta que tuvo que partir de cero y que no ha recibido prácticamente ayuda. A la hora de echar la vista atrás destaca que “ahora me doy cuenta de que cuando empecé no era consciente de lo difícil que estaba siendo”. Afirma que comenzó a emprender “por necesidad”. Había simultaneado la carrera de Derecho con diversos trabajos y cuando decidió emprender lo asumió “como un reto del que no puedo escapar”.
A la hora de hablar de las dificultades a las que tuvo que hacer frente cuando comenzó destaca la economía: “Cuando tienes un apoyo o bien una cartera de clientes por parte de tus padres o de algún familiar, o bien una inyección económica, lógicamente el trayecto es mucho más fácil. Yo no tenía esa posibilidad. Apoyo familiar todo, pero no tenía esa inyección económica”. Esta circunstancia fue solventada, tal como explica, a base de sacrificio, mucho trabajo, y de planificar bien las cosas. “lo que hice fue hacer un plan de negocio escalable y realista, porque no creo que haya nada peor para un emprendedor que meterse en un berenjenal que no puedes cubrir económicamente. Yo no he pedido nunca un crédito, he ido haciendo a medida que el negocio me iba dando”, relata.
La experiencia atesorada por esta letrada la capacita para poder dar consejos a personas que intentan abrirse camino en el mundo del Derecho. Lo primero que recomienda es “rodearse de personas que sepan mucho más que tú”. Además, destaca que “hay que ser natural y humilde en todas las fases profesionales y cuanto más creces, más humilde todavía”. Por otro lado, estima que es importante la iniciativa. Afirma que ante una situación en la que no se tienen clientes ni recursos hay un montón de cosas que se pueden hacer “para crecer, para hacerte notar, para mejorar tu técnica, para mejorar tu oratoria…”.