La abogacía habla: ¿volverías a escoger esta profesión?

Vivir implica tomar decisiones continuamente. Con el paso del tiempo y con cierta perspectiva es muy sencillo evaluar y determinar si una o varias decisiones que tomamos en el pasado fueron acertadas.

Bajo esta premisa, aprovechando que hoy, 3 de febrero, es el Día Internacional del Abogado, conversamos con ocho letrados para averiguar si, tras adentrarse en la profesión y palpar de cerca el oficio, se arrepienten de la decisión que tomaron en su día o, por el contrario, se muestran firmes y orgullosos del camino elegido.

José García Portillo, abogado junior fiscalista de Ceca Magán Abogados, no titubea y ratifica con entereza su elección. “No tengo ninguna duda de que volvería a elegir esta profesión”, pese a que “en ocasiones puede ser muy sacrificada, y que hay momentos en los que te ves obligado a trabajar con presión debido a la preclusividad de los plazos administrativos y judiciales”.

José García Portillo. (Foto: CECA Magán Abogados)

Sin embargo, “también la considero una profesión muy gratificante y dinámica, que te obliga a estar en constante actualización y a superarte a ti mismo día tras día, lo que ayuda a que abogados con muchos años de experiencia sigan teniendo la misma pasión por ella que el primer día”, confiesa el joven jurista.

Giuseppe Esposito Delgado, abogado laboralista en Fieldfisher, coincide con García Portillo. “La respuesta es definitivamente sí”.

Giuseppe Esposito. (Foto: Fieldfisher)

En palabras del letrado, “llevo tantos años queriendo dedicarme a esta profesión y es tanta la ilusión con la que afronto los nuevos retos del día a día que haciendo alusión a la teoría que últimamente está tan de moda relativa la existencia de múltiples realidades existentes, no concibo ninguna de esas realidades en las que esté desarrollando otra profesión que no sea la de abogado”.

Jiayi Liu, abogada de RSM, repite la postura de sus compañeros más jóvenes y subraya que, “evidentemente, volvería a escoger esta profesión”.

Jiayi Liu. (Foto: RSM)

“Creo que la abogacía es una profesión muy bonita, no solamente aprendes de leyes, sino también te da acceso a otros operadores jurídicos de otros países y poder conocer su cultura. Trabajar en firmas como RSM da un abanico de oportunidades para colaborar con profesionales de otros países, como, por ejemplo, de Singapur, China o Francia, puedes aprender de las diferentes formas de hacer de estos operadores”, explica Liu.

Manuel Paz, socio de International Tax and Transactions Services de EY Abogados, no podía desmarcarse de sus compañeros. “Sin dudarlo, porque me ha permitido colaborar en proyectos de máximo nivel, conocer a clientes y compañeros inmejorables y vivir experiencias internacionales únicas”, expone.

Manuel Paz. (Foto: EY)

“Pero echando la vista atrás, valoro con especial cariño el hecho de que la mayor parte de las amistades que mantengo a día de hoy sean fundamentalmente compañeros o excompañeros de estudios o de trabajo, lo cual dice mucho, en positivo, del aspecto más social y humano de la comunidad legal”, apunta el abogado de EY.

¿Coincidirá también la abogacía más veterana?

Juan Antonio Linares, socio del área laboral de Ceca Magán Abogados, ratifica su decisión, aunque con ciertos matices. “La viviría de otra manera. Seleccionaría con cuidado los asuntos a defender y a los clientes a los que apoyar”.

Juan Antonio Linares. (Foto: CECA Magán Abogados)

Mercedes Caral, socia en gestión de conflictos en Fieldfisher, coincide con los compañeros más jóvenes y reconoce que también optaría por esta profesión. “El ejercicio de la abogacía es una profesión muy exigente pues requiere una gran dedicación, el estudio continuado y mucha responsabilidad por llevar la defensa de los intereses de los clientes”.

Mercedes Caral. (Foto: Fieldfisher)

Eso sí, al mismo tiempo “es una profesión que te permite conocer una gran variedad de situaciones vitales y empresariales, que te requiere tener una mentalidad abierta, creatividad y gran sentido común y que te descubre día a día cómo evoluciona el mundo desde la cercanía de las personas y empresas. Está llena de nuevas situaciones que afrontar los que es estimulante y gratificante”, añade.

Santiago Gastón de Iriarte, socio de RSM, se aleja del parecer de sus compañeros y revela que no optaría por escoger la profesión de nuevo. “A pesar de que esta profesión ha sido muy generosa conmigo no soy partidario de mirar por el retrovisor sino hacia adelante y como estoy interesado por cualquier novedad personal y profesional, creo que no volvería a escogerla”, puntualiza.

Santiago Gastón. (Foto: RSM)

Pilar Fernández Bozal, socia responsable del área de Derecho Público de EY Abogados, es tajante en su declaración. “No lo dudaría ni un momento, me ha proporcionado grandes satisfacciones, me siento muy realizada profesionalmente. Si sabes generar confianza a tu alrededor, recibes mucho, en todos los aspectos”, concluye la jurista.

Pilar Fernández Bozal. (Foto: EY)